7; Gracias, Soonie

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Séptimo capítulo;
Gracias, Soonie





—¿Quieres pasar?

Bangchan estaba con el vehículo detenido frente a la casa donde Jeongin y los otros tres chicos vivían. Era una casa grande, más de lo que había pensado para unos universitarios, con un antejardín bien cuidado y en una ubicación bastante privilegiada. Tenía tantas preguntas, pero no le parecía correcto hacerlas en ese momento.

—Debo irme, o Minho comenzará a desesperar. — Había pasado toda la noche con Jeongin en el departamento y el menor parecía no tener ganas de dejarlo, sin embargo, tenía un compromiso con su mejor amigo que debía cumplir. — Ten un buen día.

—También tú. Te extrañaré, guapo. — Un beso en los labios dulce e inocente en comparación a los que compartían siempre fue el que cerró el encuentro.

Jeongin se bajó del auto y caminó hasta la entrada de la casa sin mirar atrás, haciendo que Bangchan formara un mohín. Quizás él era demasiado romántico y esperaba ciertas acciones por parte de Jeongin que el menor no iba a tener con él porque no estaban en una relación de pareja.

Con aquello en mente, condujo hasta la casa de Minho. El chico estaba en proceso de esterilizar a sus gatos, pero no había querido hacerlo con todos al mismo tiempo por lo que ese día debía ir a recoger a Doongie de su post cirugía, y le había pedido que él se quedara cuidando de Soonie, quien había sido castrado hace unos días y seguía teniendo una lucha con sus suturas, intentando retirarlas en todo momento. El único que se había salvado de esa masacre a sus vidas sexuales era Dori, pero porque aún era demasiado menor, tarde o temprano pasaría por lo mismo.

En definitiva, debería ocupar su tarde libre de domingo para hacer de niñero de un gato, su "sobrino", como Minho enfatizó al pedirle el favor.

—Solo tienes que asegurarte de que no se jale las suturas con los dientes. Si quieres, puedes darle un paseo, su arnés está en el mueble del pasillo. — Minho le dijo mientras se aseguraba de tener todas sus pertenencias en los bolsillos. — Eres el mejor amigo de mundo, vuelvo pronto.

Bangchan rodó los ojos. Esos halagos provenían de Minho sólo cuando hacía algo que era beneficioso para él... Como ser niñero de sus gatos.

Soltó un suspiro cuando la puerta se cerró, mirando a Dori que estaba durmiendo sobre el sofá y a Soonie que estaba mordiéndose las suturas.

—¡NO!

Después de veinte minutos comprendiendo que, si no tenía a Soonie prácticamente agarrado de sus dos patas delanteras, éste iba a seguir mordiéndose las suturas hasta quitárselas y probablemente el siguiente siendo castrado sería él, decidió ponerle su arnés y dar un paseo.

Había un parque cerca del edificio donde Minho vivía, por lo que fue con el gato caminando tranquilamente hasta ese lugar, intentando esquivar a la gente que le causaba gracia ver a un felino siendo paseado como un perro e intentaban acercarse a Soonie.

Nunca pensó que un animal ayudara a socializar de tal forma.

Cuando consiguió sentarse en el césped con Soonie a su lado oliendo la hierba, se permitió relajarse al ver al felino ya más tranquilo y centrando su atención en otra cosa que no fueran sus inexistentes bolas.





Wanna be yours [ChanLix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora