Una noche tras la guerra contra el Frente de Liberación y la Liga de Villanos dejaba una herida fuerte en los héroes de Japón. Había un joven que estaba destinado a ponerle fin a una pelea que llevaba más de un siglo. Pero antes de partir, tuvo que...
Bakugou se había ido caminando del bosque del parque, había dejado con una sensación amarga por las palabras que dijo. Izuku estaba preocupado por su viejo amigo de la infancia. Pero alguien más se adelantaría para hacer un movimiento que nadie esperaría.
— BAKUGOU... -Ochako había corrido para tomarle del hombro y detenerlo-. ¿Por qué...?
Cuando el rubio sintió que ella hacía presión en su hombro, él puso su mano sobre la muñeca de ella para apretarla con fuerza. Uraraka empezaba a sentir dolor y luego miedo. Él volteó a verla y la tumbó contra el suelo y apuntó su palma abierta al rostro de ella.
— BAKUGOU-KUN, NO TE ATREVAS A... -Iida estaba listo para correr y evitar una desgracia-.
— Matte, Iida. -Shoto evitó que él se fuera anteponiendo su brazo frente al chico de lentes-. Parece que él va a hablar, si no logra hacerlo ahora, no tendrá otra oportunidad.
— Los odio, ¿saben? Odio que todos pueden creer lo que dices. Que puedes ver a Deku cuando yo he sido el que peor lo trató. Puedes verlo a él, pero es por mi culpa. -Katsuki comenzaba a llorar y cerraba los ojos con fuerza, Uraraka estaba con temor y abrió los ojos al sentir que caían gotas de agua en su rostro-. Deku no habría muerto si yo no hubiera sido un verdugo desde su infancia. Si acaso él debía aparecerse frente a alguien, tenía que ser yo. Incluso si es un fantasma, un espíritu o si me maldice, DEBÍA APARECERSE FRENTE A MÍ.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Izuku observaba esta escena y estaba con las lágrimas a flor de piel, cuando vio que Bakugou finalmente había abierto los ojos, se dio cuenta cuánto Kacchan había explotado psicológicamente.
— Kacchan, pero sí estoy aquí... -Midoriya quería acercarse pero no tenía manera de hacerlo-.
— Bakugou-kun, pero Deku-kun dice que está aquí ahora... -Ochako se ponía de pie y mantenía una mirada seria pero triste-.
— ¿En serio...? -el ojirubí estaba de espaldas y llorando mientras veía hacia la nada-.
— Uraraka-san, dile que no tengo nada que perdonarlo. No le guardo rencores ni nada parecido... gracias por siempre haber guardado el secreto que protegía All Might. -le decía el pecoso a la mochi, que repetía en voz alta-.
El rubio comenzaba a avanzar hacia afuera del parque. Todos lo veían con tristeza, lástima y melancolía. Tsuyu se acercó a Ochako, los demás solo tenían la cabeza hacia el suelo buscando respuestas en la nada.
Tras ese rato extraño, lo más prudente que decidieron todos fue que cada quien dispusiera a ir a sus residencias. Había sido una noche llena de revelaciones y todos necesitaban asimilarlo. Ochako veía que todos ya se habían ido, pero Izuku se mantenía viendo a la luna.
