𝐎𝐥𝐝𝐞𝐫 | 𝐒𝐩𝐫𝐞𝐞𝐜𝐤𝐢𝐭𝐲

04.00

'¿Debería?'

Los problemas familiares suelen afectar esencialmente en la niñez y adolescencia más aún viniendo de parte de los padres. Por ejemplo, la falta de una figura paterna en una mujer es un tema del que todos saben y hablan, las chicas con problemas paternales suelen fijarse en un hombre mayor para recompensar lo que les falto de chicas, un hombre que las cuide y les de la atención que quieren, que llenen ese espacio que tienen en su corazón y mente.
El tema no cambia cuando se trata de un niño con el mismo problema, sea la sexualidad que sea que tenga, siempre buscará a alguien que lo haga sentir lo que no le dieron de pequeño.

Alex es uno de ellos, solo que en el caso de "Presente pero ausente" y por ello se le ha echo menos al tema.
Su padre, un hombre frío con los pies en la tierra que no se había tomado el tiempo de siquiera voltear a ver a su familia a menos de que fuera necesario y digo necesario refiriéndome a un caso de muerte.
Con su hijo no era diferente, para Alex su niñez se basó en intentar conseguir alguna sonrisa siquiera de aquel hombre, se esforzaba, pero casi nunca funcionaba, dejándolo con ese dolor en el pecho cada que no lograba complacer a su padre ni en el más mínimo aspecto. Para su adolescencia entendió que su padre y el nunca serían de esos que son como mejores amigos, por eso se dio por vencido dándose cuenta de lo horrible que era aquel pero, el sabía que con un abrazo que recibiera de su padre el volvería a ser aquel niño buscando a su papá que tanto había necesitado.

No le gustaba estar cerca de el por lo mismo, por saber qué tan débil se volvió por un poco de la tanta atención que el necesitaba. Le dolía. Le dolía saber que el primer hombre que le rompió el corazón fue su propio padre al no ir a sus eventos escolares, al no ir a sus graduaciones. Odiaba recordar aquel dolor en el pecho que sentía cada vez que no veía a su padre en las gradas junto a su madre que a comparación estaba ahí. No le gustaba estar cerca de el, lo hacia sentir incómodo, se sentía bajo un montón de luces y un arma apuntándole en la cíen.

Con el tiempo no recibía la atención de su padre pero buscaba la de otros, la de maestros, los padres de otros amigos, chicos de la escuela y un gran etcétera pero nunca alguien que le haga sentirse lleno y a salvo como el tanto necesitaba. Luego de la escuela sabía que si llegaba a casa su padre estaría ahí, así que para alargar el tiempo se iba con amigos o con algún chico para no sentirse solo y así esperar a la hora en la que su papá se iba y llegar a casa.

Desgraciadamente, está vez ya no podía escapar, así que estaba sentado en el comedor de su nueva casa con su padre enfrente y su madre a un lado. Jugaba con la comida sin saber que movimiento hacer con la cabeza llena de pensamientos que no lo dejaban ni tomar un poco de la comida en su plato.

Le dio una mirada a su padre viéndolo comer con la mirada agachada sin siquiera mirar a su al rededor. Sintió coraje de cómo podía darle igual todo sin siquiera pensar en cómo lo podrían estar pasando el o su madre ante el nuevo cambio, ni una sola palabra. Tenía entendido que con su madre hablaba, poco, pero hablaba. Alex se agachó y comenzó a comer su comida con rapidez, mientras más rápido acabe más rápido se podría ir. Pero la voz del hombre frente a él lo saca de la realidad por unos segundos.

— ¿Que tal la escuela? — Pregunta el mayor sin quitar la mirada de su plató para seguir comiendo. No le salían las palabras, su garganta se había cerrado por un momento que si fue por unos segundos se sintió como una hora. El hombre voltea a dirección a Alex. — Pregunté algo, ¿Sabes hablar no? — Habla nuevamente y Alex tartamudea un poco. No sabia que estaba sintiendo en ese momento, era una mezcla de tantas cosas que no lo dejaba ni pensar. Carraspea un poco y finalmente las palabras salen de su boca.