Park Sunghoon, the satyr

1.1K 92 3
                                    

Sunghoon soltó un pequeño gemido cuando sintió, de nuevo, aquél roce en su entrepierna

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sunghoon soltó un pequeño gemido cuando sintió, de nuevo, aquél roce en su entrepierna. No estaba seguro de lo que estaba pasando, pero tenía demasiado sueño, no quería abrir los ojos.

O al menos, así fue hasta que distinguió un gemido más.. que no era suyo.

Abrió los ojos en el preciso momento en que todos los recuerdos de la noche anterior se desbordaron en su mente como una avalancha. Se sobresaltó un poco, abriendo los ojos de golpe y encontrándose con la rubia cabellera de Sunoo recostada en su pecho cómodamente.

Movió las piernas un poco, notando de inmediato la razón de sus gemidos y los del mayor: Ambos tenían las piernas enredadas con las del otro, por lo que era de esperarse que sus entrepiernas quedaran juntas y frotándose constantemente entre sí.

No le tomó demasiado darse cuenta que podía moverse, pues los brazos de Sunoo estaban fuertemente aferrados alrededor de su cintura, dejándole inmóvil.

Cerró los ojos con fuerza, intentando plantearse una idea de lo que le diría Sunoo y cómo este podría reaccionar ante la historia nada trágica que Sunghoon estaba deseando contarle, pues quería que Sunoo entendiese el porqué de su actitud de siempre y la de anoche.

No iba a ser algo fácil de contar, porque probablemente el mayor se reiría de él. Pero Sunoo le gustaba.. y quería intentarlo con él. Por más que eso le costase el autocontrol, deseaba que con Sunoo no fuese algo únicamente sexual.

Sintió un par de cosquilleos en su cuello y miró hacia abajo, encontrándose con que Sunoo parecía estar despertando, pues se movía inquieto, por lo que su cabello cosquilleaba en el cuello de Sunghoon, quien no pudo reprimir sus impulsos y acariciar sus cabellos delicadamente.

Sunoo paseó sus manos por el abdomen de Sunghoon, poniéndolo nervioso.

- ¿H-hyung?

Sunoo le miró en ese momento y Sunghoon temió que pudiese escuchar el inquieto y fuerte latido de su corazón, pues este se había agitado notablemente al ver la adorable cara de Sunoo recién despierto, con pequeños y hermosos ojos perezosos medio abiertos, sus labios exquisitos y rosas como siempre y sus cabellos apuntando en todas las direcciones, dándole una apariencia más que preciosa.

- Buenos días, Sung.. - Sunoo murmuró, trepó hasta quedar sobre Sunghoon y le besó la mejilla. - ¿Cómo dormiste?

Sunghoon lo miró, estupefacto. ¿Acaso había olvidado lo que sucedió en la madrugada? Era cierto que deseaba que Sunoo recordase cada minucioso detalle, tal como él lo hacía, pero, de cualquier modo, aún no sabía cómo lidiar con ello. Así que no tenía idea de qué hacer o qué decir.

- B-bien. - Se limitó a responder, forzando una sonrisa. - ¿Y tú, hyung?

Sunoo rió, sacudiendo sus hombros y confundiendo al menor.

- Hace un par de horas estabas; "Sunoo, me gusta el control.","Sunoo, cállate.","Sunoo, eres muy inquieto", Sunoo, Sunoo, Sunoo.. - Se burló el mayor enarcando una ceja. Sunghoon enrojeció por completo. Sunoo apoyó sus manos en el pecho de Sunghoon y, en estas, su cara. - Es un poco demasiado raro que ahora te dignes a recordar honoríficos.

Falofilia ¦ SunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora