RENDIDO (Un esposo virgen)

20. LA CAÍDA DE LA MADRE.

El sábado por la mañana una mujer con enormes anteojos de sol, atravesó la puerta de entrada de la casa donde dormía NuNew Chawarin.

Además de la docena de bolsas que cargaba, tenía dos paquetes que sobresalían del resto de sus compras. El primero de ellos, era un guion que uno de los directores más importantes del país, le había ofrecido a su hijo, un papel escrito solo para él: el rol de un acróbata de circo que descubre que el asesino de su padre ha escapado de la cárcel. 

La mujer está encantada con el ofrecimiento pero el segundo paquete la detuvo de aceptar, en ese mismo instante, el trabajo para NuNew.

Hacía varios días comenzó a instalarse en su cabeza la idea de que su hijo se veía extraño. Su retoño era tranquilo y silencioso como un oso perezoso, también comía cualquier cosa que se presentara frente a sus ojos, pero desde hace algún tiempo el joven cambió, corría de un lado a otro de la casa, cantando y riendo tontamente pero completamente inapetente excepto por ese asqueroso maní. 

Día y noche observaba a su retoño con su cuenco lleno de maní, cuando sus reservas se agotaban, corría a quejarse con el hijo de Panich, quien en pocos minutos aparecía con una caja de ese producto y llenaba su plato.

La mujer tenía una idea en mente de la razón de ese extraño comportamiento, pero le imploraba a Dios, que su idea estuviera completamente errada, quería que NuNew continuara con su carrera actoral, pero este papel tenía exigencias físicas muy altas, imposibles de cumplir para alguien con una condición especial, por lo que para quitarse por completo las dudas, decidió ir a una farmacia.

***

La mujer buscó a su hijo por la casa y lo encontró en su habitación sentado frente a la ventana, con su cuenco de maní, esperando a Zee Pruk. Se aproximó sin hacer ruido, a pesar de que tenía un ligero temblor en su mano y extendió la caja blanca hacia él.

NuNew giró su vista hacia la persona que lo había sacado de su trance y miró con extrañeza el objeto que le entregaba su madre.

Antes de preguntar qué contenía la caja, leyó las letras escritas en ella: TEST DE EMBARAZO.

NuNew le sonrió a la mujer, pero ella le devolvió una expresión entre seria y aterrada.

- Has estado vomitando y el maní... creo que es un antojo... es mejor que nos saquemos las dudas. – dijo lentamente.

- Tú tienes dudas... Yo estoy muy bien. – le sonrió su retoño.

- Es muy simple, solo tienes que...

- Lo haré después... Zee llegará en cualquier momento.

- ¡Hazlo ahora, por la mañana es más exacto!

La madre estaba al borde del colapso mental, necesitaba al menos esa certeza para poder seguir con la poca normalidad que aparentaba tener su vida. La separación de NuNew aún era reciente y cada vez que pisaba el exterior, se veía siendo raptada por hombres de Norban Panich, quien buscaba venganza o perseguida por la prensa que descubría la relación adúltera entre su niño y Zee Pruk.

NuNew no entendió lo que su madre le decía, pero igualmente se dirigió al baño y sentado sobre el retrete siguió las instrucciones que se encontraban dentro de la caja. Mientras esperaba, se contempló frente al espejo, alzó las prendas que cubrían su vientre y posó una de sus manos sobre la cálida piel. La zona era completamente plana, no había rastros de ningún tipo de bulto y eso hizo que su sonrisa desapareciera. Su madre estaba equivocada, no había bebe dentro de él, pero tal vez algún día lo habría. Se dejó arrastrar por esa idea, cuando recordó que debía comprobar el resultado de la prueba.