Capítulo 36

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Jericó se encontraba caminando por el bosque, su cuerpo ya estaba cansado pues el peso de ambos era casi un impedimento para su andar

Jericó: No me rendiré, voy a protegerlos a ambos aunque me cueste la vida -dijo cansada-

Sin embargo una pequeña enredadera hizo qué tropezara, maldiciendose sintió como Elaine se despertaba

Jericó: Disculpame estas bien -dijo mirando a la joven-

Elaine: Por favor perdóname -dijo con lágrimas en los ojos- se que hice cosas horribles perdóname

Jericó: Por qué me dices eso de repente -pregunto con seriedad-

Se repente se sintió un pequeño temblor, Jericó miro atrás notando una espera de roca por el miedo comenzó a correr sintiendo la roca cada vez más cerca

Jericó: Malditos monstruos solo están jugando con nosotros -dijo molesta-

Mientras Galand y Melascula

Galand: Logre darles -dijo mirando a su compañera-

Melascula: Qué lastima fallaste -dijo soltando otra roca cerca frente al demonio-

Galand: Entonces la siguiente será una bola curva -dijo golpeando la roca-

Melascula: Qué buen tiro -dijo mirando hacia el frente-

Con Jericó la segunda roca cayó frente a ellos pero se dirigió a ellos, la joven no tuvo más opción que lanzar a sus acompañantes para recibir el impacto solamente ella, Ban quien abrió los ojos miro con preocupación a la de ojos marrones sin embargo noto como logro detener y romper la gran roca con su espada

Ban: Jericó te duele -pregunto intentando levantarse- carajo

Jericó: Muy bien sigamos -dijo acercándose a ellos-

Ban: Dejenme esos dos solo me buscan a mi -dijo cansado- ustedes dos huyan

Jericó: Eso haré pero me los llevaré a ambos -dijo con seriedad y cansancio-

Elaine: No Jericó huye -dijo preocupada-

Jericó: No digan algo como eso -dijo mostrando una sonrisa- si ambos se rinden entonces no vale nada el esfuerzo que estoy haciendo

Ambos se sorprendieron por las palabras de la caballero, pero un ataque hizo qué los 3 cayeran por una barranco Elaine utilizo el viento para evitar el impacto, la caballero notó una cueva y decidió que se podía esconder ahí por el momento al llegar al fondo de la cueva noto una puerta, al entrar notaron qué era una taberna y había un hombre esbelto con lentes al parecer era un dueño del lugar, Jericó no aguanto más y cayó al suelo

X: Señorita -dijo acercándose a ellos con preocupación- esas heridas son muy graves

Jericó: Yo estoy bien -dijo cansada- ayudelos a ellos por favor

X: Me pareces familiar -dijo mirando al peliblanco- esa cicatriz y esa mirada tan aterradora

Ban: Tú eres -dijo mirando al hombre-

El hombre se asustó ante la mirada de Ban son embargo Jericó hablo

Jericó: Él es el zorro de la avaricia -dijo intentando levantarse- Ban de los 7 pecados capitales

X: Entonces tu eres la caballero sacro qué lo capturó -dijo asustado- no quiero ir a la cárcel perdóneme la vida

Jericó: Usted es culpable de algo señor? -pregunto con gracia- los pecados ya no tienen que esconderse

𝑈𝑁 𝑆𝐸𝑁𝑇𝐼𝑀𝐼𝐸𝑁𝑇𝑂 𝐼𝑁𝐶𝑂𝑁𝐹𝑈𝑁𝐷𝐼𝐵𝐿𝐸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora