Atentado

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Estaba recostada sobre nuestra cama, sonreía mientras veía el rostro alegre frente a mi a pesar de la oscuridad de la habitación, era hora de dormir y mi esposo estaba frente a mi, acariciando mi vientre suavemente.

Esa tarde, después de que el llegó del trabajo nos saludo como de costumbre y sentí a mi pequeña reaccionar a la voz de su papá con un movimiento demaciado perceptible, tanto así que el pelirrojo lo noto al instante. Desde entonces, aún tiene esa sonrisa linda en el rostro, no me imagino lo feliz que le hace saber que su bebé ya reacciona feliz al oírle llegar.

-¿Sabías que la visión de los bebés al nacer no es muy buena?, de echo, las primeras semanas dependen casi totalmente de su sentido del olfato y por supuesto del auditivo. Ella nos distinguirá por nuestro olor - comento.

- Si, es increíble, en un par de meses la conoceremos - Exclamé emocionada, jamás había sentido tanta felicidad. Mi bebé aún no nacía, pero ya la amaba como a nada en este mundo... Después de conocer a Gaara jamás creí volver a decir eso - ¿a quien crees que se parezca?- pregunté.

Gaara pensó un buen rato en lo que acababa de preguntarle, me miraba y después busco algo en lo más profundo de su cabeza.

- posiblemente se parezca a ti, la genética de mi familia no es muy fuerte, Kankuro, Temari y yo no nos parecemos mucho, así que creo que se parecerá más a ti - respondió, río tiernamente y no me esperaba lo que me dijo a continuación - Una mini tú - su voz mostró una emoción que pocas veces se le escucha. Me hizo feliz.

~awñ ~ solté - A mi me gustaría que se pareciera a ti, pelirrojo, ojis verde... - mi imaginación voló cubriendo mil posibilidades y Gaara rio, pero recordé que el debía prepararse para salir muy temprano - es hora de dormir, mañana madrugas - le dije y se acurrucó a mi lado.

No tardamos en quedarnos dormidos.

Estaba haciendo mis compras, shijima se encargaba de cargar todas las bolsas mientras que yo solo debía cargar de mi sombrilla. Aunque agradezco la ayuda, no me gusta sentirme vigilada todo el tiempo, mucho menos por alguien que no es de mi total agrado.

¿Porque no me agrada Shijima?

Gaara admitió tener ciertos sentimientos hacia ella y aunque el los relacione con simple amistad hacia el género opuesto... Veo en sus ojos algo diferente a ello. Kankuro tampoco ayudo, tras hablar con el sobre temas triviales salieron a flote algunas cosas que yo no sabía, y desde entonces, nunca me callo bien del todo.

- ¡Señorita mire!- llamo mi atención la de anteojos, yo detuve mi andar y le dedique mi atención.

- ¿Qué pasa?- pregunté cortés, pues sin importar que no me agrade, no ah echo nada para ganarse mi desprecio.

Miró emocionada una tienda que vendía ropa para bebes, yo me acerque y eche un vistazo.

-¿No le causa ternura saber que su bebé usará ropita tan diminuta? - pregunto alegre, con un tono de ternura incontenible

- si, es muy tierno - dije y retome mi andar.

- En esta semana que llevo de cuidarla, no eh visto que le compré ropita a su bebé. ¿porque?- pregunto

Respondí sin detenerme - Gaara compra mucha ropa, está muy emocionado - Me límite a decir Pues no tenía por qué contarle sobre mi vida personal.

- Entiendo, que lindo - exclamó ella.

Después de terminar con las compras por fin estábamos listas para volver a casa. Estaba caminando tranquilamente cuando shijima se me pego.

- Algo anda mal - la escuché por lo bajo mientras sentia que se aferraba más a mí

- ¿Qué?- antes de que pudiera pedir más información, cuatro bombas detonaron en los edificios detrás de nosotras. Cuando abrí los ojos después de haberlos cerrado por instinto, estaba en otro lugar que me atajaba de los escombros, shijima cubría mi cuerpo. Después del pitido frecuente en mis oídos, solo escuchaba un mar de gritos de muchas personas tratando de resguardarse, tarde unos segundos para reincorporarme y darme cuenta de lo que sucedía. Un ataque terrorista.

Shijima me levanto por el brazo - Vámonos - ordenó y me jalo para tratar de llevarme a un lugar más seguro. Era de día, pero las explosiones  crearon una cortina de arena tan densa que casi parecía de noche, mire hacia atrás, pues pude reconocer los gritos de un pequeño, al voltear lo ví: estaba tratando de huir, pero estaba totalmente desorientado, lloraba desesperado... Mi corazón se sumió cuando ví el edificio detrás de el comenzar a colapsar.

- ¡Tenemos que ayudarlo!- grité desesperada, shijima se reuso a hacerme caso y siguió jalando mi mano - ¡Eres una ninja!, ¡Ayúdalo!-

-¡Mi misión es cuidar de usted!- grito con autoridad - ¡En cualquier momento llegaran... - no termino la oración, sus ojos se abrieron y antes de que me diera cuenta, ella se fue. Mire nuevamente atrás y me di cuenta que ya se encontraba salvando del menor, justo a tiempo pues los soportes del gran edificio cedieron en ese momento, añadiendo más escombros a la nube de arena que nos rodeaba

Algo me tomo entonces... El miedo fue reemplazado por un golpe en la cabeza... Lo último que senti fue como un rayo dentro de mi cabeza que me dejó a oscuras después de desaparecer...

¿Y si tenemos un bebé? (Gaara y tú)Where stories live. Discover now