Naranja Dulce Uva De Vino, Dame Una Vida Que Yo Te Pido.

LO QUE PASO PASO.

Despues de todo lo que habia pasado con TC y Slash, Donatello no salia de su cuarto, Karai se fue para que nadie supiera lo que habian hecho ella y el cientifico. Miguel Angel no entendia el comportamiento de su hermano, pero el siempre lo ayudaria en lo que fuera.

Ya muy noche, la pequeña tortuga de bandana naranja, estaba fuera del cuarto de su hermano Donatello, Leonardo tenia mas de un mes de haberse ido a entrenar y las cosas eran tristes en la guarida.

Miguel Angel toco sin obtener respuesta alguna de su hermano genio, pero no se rendiria, para su suerte habia llegado una visita inesperada, alguien que llevaba años sin pisar el lugar.

¿- Sabes, deberias dejar que se ahogue en su miseria para que por lo menos tengan un poco de tranquilidad.

M-¿Casey?

C- Hola Mikey, te iba a preguntar cómo estabas, pero creo que triste por todo lo que pasó con tus hermanos.

Sin poder aguantar más, Miguel Ángel empezó a llorar frotando sus ojos con sus manos. El humano se arrepintió de hacer aquella pregunta, solo atino a abrazar al pecoso, su cabecita le llegaba al pecho, y lo trato como un niño faltó de cariño.

C- Tranquilo Mikey, si a el le gusta estar así no debe afectarte, tienes que estar bien por ti.

M- Pero yo...

Miguel Ángel fue interrumpido por el rechinar de una puerta abrirse despacio. Era Donatello con un semblante lúgubre, sin bandana ni equipo, tenía el corazón roto y el alma herida.

Al levantar un poco la vista, vio a Miguel Ángel y Casey abrazados, algo en ese momento en el corazón de Donatello hizo cortocircuito. Casey tocaba a su tierno hermanito, ya Leonardo le había quitado a Raphael (aunque nunca fue de el) y que ahora Casey no solo estubiera con April, si no que pretendía tener a su hermano menor.

Sin embargo, no tenía en esos momentos las fuerzas para armar un alboroto, paso dor un lado de los dos y se fue a su laboratorio todo tenso, una tensión que le dolía.

Miguel Ángel al oír el azote de las enormes puertas de metal, intento llorar otra vez, en ese momento Casey sin soltarlo de los brazos lo alejo un poco y con seriedad miro a su pequeño amigo

C- Escucha muy bien lo que voy a decir en estos momentos Miguel Ángel Hamato...tienes derecho a ser feliz, tienes derecho a amar a quien desees en este mundo, a estar al lado de esa persona que te haga sentir mariposas en el estómago y que tu corazón de vuelcos como desesperado. Pero lo que no tienes derecho es a llorar por alguien que no valora ese amor que estás dispuesto a dar sin nada a cambio. No permitas que nada ni nadie haga que todos tus sentimientos se marchiten por un simple y estúpido no.

Miguel Ángel estaba sorprendido de que ese chico que una vez adoraba las peleas, embriagarse con cerveza, y pasar toda la noche de escuela jugando videojuegos, se hubiera convertido en un adulto joven que le estaba dando en esos.momentos consejos de vida. ¿Cuánto había pasado para que el menos esperado del grupo madurara de esa manera? Si Casey lo había hecho, llego el momento de que el hiciera lo mismo.

Con una gran sonrisa y limpiando sus tontas lágrimas, una tímida y segura voz respondieron a esas palabras llenas de tanta verdad.

M- Ti... tienes razón Casey, dejaré de lado todo lo que me lastima y solo tendré a mi lado las cosas y a las personas que solo me den amor y sonrisas. Si no quieren lo mismo, que se vayan a comer pizza al gran cañón.

Con gran alegría, Casey sonrió a su amigo, viendo los dos hacia el laboratorio, con un toque en el plastron de Miguel Ángel donde está su corazón,, el humano le dedicó unas últimas palabras.

C- Donatello no tiene ni idea de lo que quiere ahora, imagino que tienes un plan para hacerlo entrar en razón. Ahora me voy, tengo más cosas que organizar con April antes de mudarnos.

M- Que tengan la mejor de las suertes amigo, y manden mensaje en cuanto lleguen a su destino.

C- Así lo haremos Mikey, te lo prometo.

Con un efusivo movimiento de mano, Casey se despidió desde la entrada de su pequeño amigo, quien aún no sabia cómo sacaría a Donatello del abismo donde estaba flotando a la deriva.

Miro la puerta del laboratorio, luego el dojo, cerro los ojos y optó por ir a la cocina.

En el laboratorio, Donatello estaba con el rostro en su escritorio recordando la peor estupidez que hico hace pocos días. El llamo a TC diciendo donde estaban sus hermanos, todo gracias a Karai, ella se fue a los pocos minutos de cerrado el trato, ni su padre sabía dónde estaba.

D- Maldición, ya me cansé de que todos me usen para hacer el trabajo sucio, Casey se quedó con April, Leo con Raph, y yo... Muy bien gracias mundo, que más falta, ¿Un avión aplastandome o que un Kraang me desmembre con perejil.

M- Yo más bien te cortaría con galletas de animalitos y sin leche, querido cabeza hueca.

Donatello se levantó de inmediato al oír la voz de Miguel Ángel tras de si. ¿Cómo pudo entrar con las puertas con candado? Eso lo sabría después, solo tocó su entrecejo molesto por no dejarlo solo.

D- Miguel Ángel, ya te dije que...

Burlón, Miguel Ángel empezó a hacer ademanes como si fuera su hermano de cinta morada.

M- Déjame solo, no merezco nada, todo es mi culpa...y que crees chimuelo, ya me cansé de tu auto desprecio y que no dejes que nadie te ayude a superar la metidota de pata que solo le confesaste a Sensei y que yo "por accidente" escuché. Deja de hacerte la víctima y toma el control de tus idioteces de tortuga caliente y estúpida.

Aquellas palabras tomaron por sorpresa a Donatello, nunca imagino que su pequeño hermano fuera capaz de decir esas duras "verdades". Se acercó a el con la intención de sacarlo de su laboratorio, pero esa mirada nunca la había visto en tantos años de estar juntos.

Miguel Ángel no dió ningún paso hacia atrás, no levanto mucho la vista, casi estaba a la altura de su hermano, le sostuvo la mirada por segundos que parecían horas. La furia en Donatello estaba por estallar, sin embargo, todos sus recuerdos con Miguel Ángel llegaron de golpe, los buenos, los malos, los que solo ellos habían vivido.

Y sin más, Donatello cayó de rodillas ante su pequeño hermano, lo abrazo por la cintura y lloro, lloro como nunca lo hizo en años, lloro sin dejar de abrazar a su Angel en esos momentos, lloro pidiendo perdón.

Sin palabras, Miguel Ángel suspiro, cerro los ojos y acaricio la cabeza de Donatello consolando al genio. Sin palabras, solo el calor de su cuerpo motivando el dolor acumulado, la culpa de orando su alma, tristeza devorando su corazón.

Mientras los dos hermanos tenían su momento, desde la puerta del laboratorio, Splinter los miraba sosteniéndose con su bastón, feliz por qué sus pequeños dieron un importante paso curando sus corazones.

D- Hay mis niños, ojalá ya todo termine para tener la relación que se merecen. Leonardo, regresa fuerte y recupera lo que te quitaron.

Un poco de pas por los años de sufrimiento que están por venir, un nuevo amor apunto de florecer. Un nuevo deseo para gritar a las estrellas.

¡¡¡¡¡SIIIIIIIIIIIIIIII, DESPUES DE SIGLOS, SIIIIIIIIIIII!!!! Actualice, ahora que ya sali de la gripe y una sacada de muela muy dolorosa, un capítulo más.

Espero lo disfruten.