Capítulo 2; Una Decisión Desesperada

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Mis sueños fueron terribles, o quizás eran recuerdos. Una y otra vez se repetía en mi cabeza, la caía al vacío en una noche de tormenta, mi grito de ayuda fue ahogado por el sonido del viento, el frío congelándome hasta que no pude sentir nada más.

Sentí unas manos tomar mi cabeza y acomodarla. Estaban muy frías pero había algo vivo en ellas. Mis ojos se movieron en busca de peligro, no quise moverme, pero si miré en las direcciones que podía, era una habitación cómoda y sobria que no se parecía en nada a la escuela.

—Hubiese sido mejor que no despertaras.

La voz era de una mujer, supuse que era quien me acomodaba, no la conocía de ni un lado, pero mi instinto me decía que era un dragón, bueno y las escamas en sus manos. Ella se veía molesta mientras movía mis almohadas y subía las mantas, quise moverme, pero todo dolió, hizo un sonido que me dejo en claro lo hastiada que estaba, lo que la hacía ver muy mayor y no de los veintitantos años que aparentaba.

—Ya estas molestando Kaju, ve a la cocina.

La voz de otra mujer se hizo audible en mi rango de audición, y aunque sonaba un poco más amable, desprendía frialdad. Esto me había asustado un poco.

—¿Dónde estoy? —Mi voz sonó muy suave en mis oídos, quizás por el miedo.

—Estás en el clan de escarcha, al norte de Alaska.

No estaba tan lejos de la escuela, por lo menos no volando, pero era un lugar demasiado lejano para caminar. No sabía cómo había llegado allí, pero lo agradecía, me cuidarían y luego me enviarían con mi clan.

La mujer me ayudo a sentarme en la cama, no era capaz sola. Mi cuerpo dolía y mi cabeza daba vueltas en cada movimiento.

—Que hacías en medio de una tormenta, eres muy joven aun para poder entrar en una, pudiste haber muerto.

¿Como respondía a eso?, no fue por voluntad propia saltar en picado a una tormenta en medio de la noche.

—Bueno ya estás aquí, pronto podrás sumarte al clan.

Negue, mientras intentaba formar las ideas para hacerme entender.

—Yo estoy en la escuela, caí de la pista de vuelo en la noche, aun no me toca venir, yo debo volver con mi gemela.

—¿Son dos?, mejor aún, necesitamos seguir sumando dragones a nuestro clan.

—No, no me entiende, yo aun no termino la escuela, ¿cómo diablos llegue aquí?

Yo no podía volar y sabía que no lo había hecho, tampoco recordaba haber cambiado, no era algo que dejáramos pasar. Ella me miro un segundo y se sentó al borde de la cama, tomando mi mano.

—Te encontraron algunos niños mientras jugaban, creyeron que estabas muerta así que te trajeron hasta aquí para poder deshacernos de ti, no te reconocimos como alguien del clan. Te moviste cuando algunos rayos de sol te dieron y dejaste ver tu forma humana, debió ser una larga caída, con muchos golpes si vienes desde la escuela, no esta tan cerca.

—Mis alas...— el miedo me invadió, una cosa es que no funcionaran ahora, la otra era que se dañaran permanentemente quitándome la posibilidad de poder volar algún día.

—Todo está bien, tenías heridas en tu cuerpo, parece que tus alas te cubrieron lo suficiente, son más resistente de lo que crees.

—Me llamo Alanys y tengo diecisiete —suspire un poco más tranquila, sintiendo alivio por la buena noticia.

—Pediré que te traigan algo caliente. Luego cuando te sientas mejor iras donde el jefe del clan, en unos días podrás tomar tus funciones como concubina del harem.

𝑺𝒊𝒍𝒗𝒆𝒓 𝑺𝒕𝒐𝒓𝒎 - 𝐒𝐚𝐠𝐚 𝗛𝗘𝗟𝗟𝗙𝗜𝗥𝗘 𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢𝗡 (PAUSADA)Where stories live. Discover now