Primera Misión. Parte 2

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—Caminemos un poco. Según la pulsera el objetivo real es el líder, debería estar en la base esa—
—Sí, Amelia, tienes razón—
—Es esperen. Noto algo... justo delante de nosotras—
Hay algo. No sé cómo describirlo pero es como si no pudiéramos verlo. He visto fantasmas previamente, la sensación es similar, pero aún así no soy capaz de verlo...
—Ahora que lo dices. Entiendo que la pulsera no nos haya dejado dentro para que no estemos rodeadas. Pero, nos debería haber dejado delante, ¿no?—
—En eso tienen un punto. Además, hay un olor levemente distinto a los demás. Pensé que era por los metales, pero se concentra mucho más apenas frente a nosotras—
¿Algo invisible pero que no es espiritual? Quizás hagan rebotar la luz de algún modo para que no lo muestre. Aunque de ser así, ¿cómo entraremos dentro? Si fuese algo móvil podría delimitar bien donde se encuentra por el viento, el sonido o más factores aún sin mi vista, pero no lo es.
—No se preocupen yo me encargo. Ahora que me he concentrado puedo notar dentro varias energías. No lo pude hacer de una porque se estaban ocultando. Solo tengo que golpear fuerte donde siento las presencias y abrir un camino en la base. Estén atentas, una vez lo haga tendremos que luchar. Esto es emocionante. A, sí, y aléjense unos metros—
¿Qué piensa hacer? Creo que hacerle caso es lo más prudente, espero que cien metros sea lo suficiente.
—¡Estilo llamarada lluvia ígnea!—
¿¡Qué?! Dio un salto al cielo y tras eso empezó arder un segundo y luego... ha creado esferas de fuego que son idénticas a pequeños meteoros. No mentía cuando dijo que no debía usar ciertas técnicas para no causar destrozos, eso es mucho más contundente que una catapulta. Está chocando con algo, la base que no podíamos ver está siendo destruida, ahora se está volviendo visible también. Se ve como una especie de mansión asiática de las de mi era, pero cubierta por una coraza de un castillo europeo, solo que de colores metálicos que imitan madera. Es realmente extraño de ver. De todos modos, la protección que lo recubría ahora tiene enormes huecos por el poder de Amelia.
—Bueno vamos de una vez. Me pregunto como serán —
—Sí, sí, te seguimos—
Alguien tan amable con tanta fuerza. No puedo creer que una combinación así exista. Ya con Lux me parecía raro pero esto... aún así es una humana, quizás no sea tan resistente. Habrá que tener cuidado con ese punto.
¡Shurikens! Vienen hacia a nosotras a gran velocidad. Al menos unos veinte de estos, diez a Amelia, cuatro a mí y seis a Lux. Am los incinera, yo los evado y Lux los muerde congelándolos por si acaso pudieran explotar. No sería la primera vez que ocurre esto último.
—Soy el ninja aerodinámico—
—Yo soy el shinobi del corte—
—Yo el maestro de las acrobacias y acabaremos con ustedes—
Tienen atuendo clásico de lo que dicen ser aunque en distintos colores, azul, rojo y verde. Pese a todo puedo notar un metalizado extraño y varias prótesis de una tecnología avanzada, inexistente en mi mundo. Aunque siendo justos en donde yo vivía usaban a lo mucho una forma extraña de aprovechar el vapor en algún lugar.
—Bueno debemos tener cuidado no sabemos de que son capaces y...—
Un veloz golpe los manda a volar antes de que termine mi frase. Pude verlo, pero solo eso, jamás podría pensar en imitar tal velocidad. Amelia los hizo caer con un enorme puño de fuego el cual, por lo que puedo ver aunque solo estuvo presente un instante, fue suficiente para fundirles sus partes robóticas. Impresionante.
—Creo que debemos hacerlo todo rápido. Si les damos tiempo a usar sus habilidades si podría ser un problema—
—Amelia tiene un punto en eso. Además, mientras antes acabemos antes podré dormir. Realmente lo necesito—
Nos estamos adentrando en la boca del lobo y aunque se las ve atentas, ninguna de las dos está atemorizada, en cambio, yo sí. Supongo que este es el privilegio de los fuertes, poder avanzar adelante sin temor.
Por dentro todo esto tiene una pinta ya nada avanzada. Es idéntico a donde vivían los shogun más poderosos en mi mundo. Exceptuando la cubierta exterior. Pese a todo, esta calma me asusta un poco.
—Habilidad Oculta 8. Reordenación—
¿¡Qué?! Todo el espacio alrededor está comenzando a moverse. Mis sentidos se sienten distorsionados, ¿es una ilusión? No, ya he salido de alguna antes. Esto es totalmente real.
—¡Oul cuidado!—
Lux se lanza hacia a mí, nos está cubriendo una extraña luz. ¿Dónde estamos ahora? Todo esto se ven como catacumbas. No veo a Amelia, pero al menos Lux está conmigo.
-Creo que el enemigo buscaba separarnos de ella, notó que es la más fuerte. Quizás quieran entretenerla mientras se ocupan de nosotras y luego usarnos de rehenes o atacarla entre todos—
Aunque no asustada, su voz sí suena un poco preocupada. Entiendo el porqué, de hecho. yo no hablo para que no note cómo sería mi tono. Las paredes húmedas, las leves hierbas que crecen entre las rocas, los enormes pasillos y las rejas. Todo me recuerda a cuando estaba atrapada, no soporto lugares así...
—Estás en lo correcto. bestia. Tu pelaje negro es bello, pero sé bien que eres una entidad demoniaca. Aún así, eso no importa, tú y tu amiguita seréis vencidas por mí. Soy el gran maestro de las sombras—
Me pongo en guardia mientras materializo un arma. Una espada sin filo que me dieron hace bastante. No es lo mejor para luchar, pero al mango ser del mismo material del arma al menos no se rompe cuando lo agarro fuerte. Es más un palo de metal compacto apto para usos que romperían cualquier otra espada.
—No lo entienden. No tenéis oportunidad. Mi habilidad me permite crear sombras y aquí en la oscuridad se mejora. Por si fuera poco este es mi terreno, todos pierden pues nadie más ve tanto en las sombras. Pese a todo, dentro de los 90 comunes del clan apenas soy el 75. Vuestra amiga se está enfrentando al resto. Luego también están los 5 siniestros, los cuatro elegidos y nuestro líder. Es obvio que estáis perdidos—
—Para un ninja es bastante hablador, ¿no Lux?—
—Ten en cuenta que se creerá invencible o algo así—
Somos dos contra uno y acaba de revelar que se basan sus habilidades. Sigo teniendo algo de miedo, pero no tanto como para estar aterrada. Además, si cree que es el único que lucha sin luz está equivocado. Esa sombra que intenta agarrarnos de los tobillos, tanto Lux como yo, la podemos distinguir perfectamente.
—¿¡Uh?! Imposible. Ya veo, habéis dado un paso atrás por mera casualidad. Entonces, os atacaré con algo de lo que la suerte no os pueda llegar a salvar—
Flechas hechas de sombras, son como las normales. Los pasillos estrechos dificultan el evadirlas, pero no es algo imposible. Para mí es levemente difícil, para Lux muy simple. Creo que deberíamos lanzarnos ya a por él.
—¿Así que venís a por mi?—
Un enorme monstruo de sombra. Mide casi tres metros pero si nos alejamos perderemos la ventaja. Uno de mis golpes es capaz de hacerlo chocarse con una pared agrietando un poco la roca, esto dará el espacio a Lux para darle al sujeto. Me gustaría usar más mi habilidad, pero parece que el lugar tiene alguna alteración espacial que me dificulta el uso, quizás por eso la pulsera no nos dejó dentro.
—¡No, no! ¡Aléjate!—
Un mordisco y congelado. Fue algo cansado, tuvimos que dar todo al inicio por si acaso. Como bien dijo la señorita Am antes, hay que acabar con esto rápido.
—Sigamos. Con suerte nos veremos con ella pronto nuevamente—
Asiento mientras sigo caminando nuevamente. El sitio tiembla un poco, eso debe ser por la pelea que está teniendo ella.
—¡Salgamos antes de que esto se derrumbe!—
Me subo encima de Lux para que acelere con energía. Una explosión sonora se genera por su velocidad, de este modo saldremos a tiempo a menos que veamos un callejón sin salida o algo similar. ¡Auch!
—O oye, Lux, ¿por qué te paraste en seco? Ya casi llegábamos afuera—
—No lo sé. En un momento mis piernas dejaron de responderme. Esto no me gusta nada—
Ahora lo que dice también siento mi cuerpo bastante entumecido. ¿Estoy sangrando? Mi cuerpo regenera la sangre tan rápido como sale pero duele mucho...
—Soy Jasfi el goteante. Uno de los cinco siniestros. Me presento ante ustedes demonios. Soy usuario de la mayoría de técnicas, pero lo que más destaca es mi aprendizaje de las habilidades ocultas de control de sangre. La habilidad más letal—
Puedo ver que a Lux no le puede sacar sangre de su cuerpo, solo inmovilizarla. Después de la cura de Beatrix se volvió más resistente a habilidades que afecten su sangre como lo del golem, yo puedo curarme, pero debemos hacer algo pronto. Si Amelia llega, al ser una humana es seguro que estará en graves problemas. Puedo seguir caminando mientras me desangro, si me acerco lo suficiente quizás pue....
—¡Agh!—
—Contra la pared te ves más bonita—
¿Puede controlar mi cuerpo mientras me saca sangre? De esta forma no podré hacer nada, aún así, puedo moverme un poco. Lux no puede ayudarte esta vez, piensa Oul piensa. Está muy lejos para usar tu habilidad de hielo, te ha alejado más de veinte metros... los proyectiles fallarían a esta distancia. ¡Ya sé!
—¿Me estás lanzando un trozo de metal? ¿Eso es todo?—
Como suponía a esta distancia pudo evadirlo, pero... ¡La congelé desde dentro! Odio hacer esto, no quería romperlo, pero es necesario para proteger a Amelia. Justo ahora al chocar con la pared el metal se fragmenta en pequeñas partes, esto implica que saldrá disparado justo al lado de mi rival que lo acaba de evadir. ¡Es imposible que esquive del todo los trozos! ¡Le atravesarán y habrá perdido!
—¡No puede ser!—
—Nada mal, pero no tuviste algo en cuenta. Mi habilidad es controlar la sangre, y uno de sus componentes es el hierro. ¡Eso me ha dado la cualidad de controlar los metales! Aún así, al no vérmelo venir uno me rozó la mejilla—
Mi plan falló. Esto es un problema, detuvo la mayoría de fragmentos antes de ser atravesado. Si hubiera tocando antes a Lux con el metal podría haberlo bañado en su veneno y, habría sido suficiente, ese rasguño habría sido suficiente.
—Ahora sé que debo tener más cuidado al vigilarlas. En cuanto mate a vuestra amiga, que seguro vendrá a ayudaros, os encerraré en una prisión de máxima seguridad para huéspedes especiales—
Pasos, ese sonido... Si en algo puedo confiar es en mis cinco sentidos, por el peso, altura y demás es... ¡Amelia! No, no debe venir aquí. ¡Ese tipo le sacará la sangre del cuerpo.!
—Oul, Lux. ¿Están por aquí?—
—Oh, ya veo que viene vuestra amiga. Pero tras luchar con mis compañeros debe estar muy debilitada. En cuanto venga secaré su cuerpo de su sangre como una pasa. Despídanse de ella—
No puedo hablar. Está cerrando mi boca para que no pueda pedir ayuda. Debió ver los ataques de ella y sabe que a distancia le podría ganar. No puede ser, ella va a morir.
—¡Lux, Oul! Tanta sangre... ¿tú les has hecho esto?—
—Sí y tú eres la siguiente. Debes estar demasiado debilitada. Luchaste contra quien controla los vientos, el fuego, la electricidad, la la luz, cada uno de los elementos. ¡Ahora debes estar demasiado débil para correr! ¡Sacaré tu sangre de tu cuerpo!—
¡No puede ser! Amelia debería correr, aunque... ¿no está herida? Espera, ¿por qué no sale nada de sangre de su cuerpo? No puede ser, pero es humana. No entiendo como, pero es inmune a la habilidad.
—¿Por qué no sale sangre?—
—Noté algo raro, así que era tu habilidad. En mi mundo usamos energía espiritual, que se basa en el cuerpo y alma por igual, gracias a esto tengo una barrera protegiéndome todo el rato. Al igual que es la razón de mis capacidades. Para resumir, mientras no abras un hueco en la defensa de mi energía espiritual, no podrás afectar mi cuerpo. Dicho esto, ¿tú hiciste eso a Oul y Lux? Esa sangre se las sacaste tú, ¿no?—
No puedo creerlo, en un solo Segundo Am lo ha doblegado, ni siquiera ha podido defenderse con su control del metal. Eso significa que ya solo nos quedan unos nueve oponentes.
—Oul, Lux! ¿Están bien? Han perdido mucha sangre—
—Oh, no te preocupes. Toda esta sangre es mía, pero estoy bien. Duele mientras ocurre, pero cuando se detiene ya no es nada. Uh, Amelia, ¿venciste a todos los de arriba?—
—Sí. Bajando también vinieron a por mí otros cuatro, pero aunque un poco más difícil tampoco fue tanta la diferencia—
¿Cuatro más? ¡Esos cinco siniestros ya deben haber sido vencidos! Entonces solo nos quedan nueve enemigos, pero son los más fuerte. Tengo algo de miedo, solo debería seguir caminando sin pensar.
—Uh. ¿Oul ocurre algo?—
—No es nada Am, solo, me sorprende que seas tan valiente y fuerte. Yo, soy una cobarde, tuve bastante miedo cuando el ninja de sangre nos atrapó, ojalá no tener miedo como tú—
¿Por qué se está acercando ? Me está viendo a los ojos. No entiendo bien el porqué...
—Oul eres realmente valiente. Tanto como yo—
—¿Yo? Si tengo miedo todo el tiempo, incluso cuando peleo por dentro me suelo sentir asustada—
—No lo entiendes. Ser valiente no es no tener miedo. Yo también lo tengo, todos lo tenemos, pero no todos son capaces de superarlo. Ser valiente es luchar contra tus miedos y, por lo que puedo ver, sin duda lo haces—
Esos ojos, ese tono rubí está viendo directamente a los míos. Yo, ¿soy valiente? De algún modo me convence con lo que me está diciendo, si me descuido me acabarán saliendo lágrimas de lo bien que se siente. Ella...debo darle un abrazo...
—Muchas gracias Amelia, gracias—
—Je. No tienes porqué agradecerme. Solo digo lo que veo, a una chica muy valiente. Dicho esto, deberíamos seguir—
—Sí, sí. Sigamos—
Ahora me siento mejor, aunque todavía tengo miedo, porque pese a eso puedo luchar y ayudar. Me pregunto como serán esos cuatro, pero estoy segura de que pronto los veremos. Nos dirigimos a la zona donde preveo que están y Amelia los siente.

Diario de una OulWhere stories live. Discover now