3-¿Qué nombre es ese?

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*Dalia*

-Al menos podías ayudarme a levantarme, bruto!-dije irritada levantándome mientras el seguía mirándome con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

-Sigo sin saber quien eres y que haces en mi habitación-dijo para después mirarme de arriba a abajo-Ah, eres la nueva-dijo al darse cuenta de mi uniforme.

-Si, y tu debes ser pablo, el hijo pequeño-dije algo enfadada.

-Gavi-me dijo serio y yo fruncí el ceño.

-¿Qué?-le dije confundida y el rodó los ojos.

-Que me llames gavi-me dijo y yo fruncí el ceño.

-¿Qué nombre es ese?-pregunté y el me miró sorprendido.

-Vives en una cueva o es que eres tonta, niña?-me dijo y yo fruncí el ceño mirándolo, con qué derecho me había dicho tonta?

-Oye, que sea la última vez que me llamas tonta, te estas enterando? Niño-le dije y antes de que el pudiese contestarme, su madre entró por la puerta algo confusa.

-Pasa algo?-preguntó mirándonos y yo respiré profundo para negar después algo avergonzada, al fin y al cabo aunque me hubiese parecido un imbécil era el hijo de mi jefa.

-Esta niña-dijo señalándome, y antes de que pudiera seguir hablando, le paré.

-Puedes no decirme niña?-Le dije cabreada y el soltó una risa a lo bajini, que me cabreó aún más.

-Pablo ya está bien-le dijo su madre y yo arreglé mi ropa con las manos suspirando.

-Voy a bajar abajo con Leonor, tengo que seguir-dije y belén me asintió desde la puerta dedicándome una sonrisa.

Pasé por al lado de Pablo sin mirarle y bajé la escaleras volviendo a entrar en la cocina.

-Que te ha pasado en la nariz?-me preguntó leonor nada más verme.

-El subnorm...-paré dándome cuenta de lo que iba a decir y la miré-me he chocado con la puerta de Pablo cuando el la ha abierto de un portazo sin esperármelo-le dije y ella rió.

-Pablo siendo pablo-me dijo rodando los ojos con una sonrisa-te duele mucho?-me dijo y yo negué.

-Solo un poco-le dije quitandole importancia.

-Estarás impresionada, no?-me preguntó y yo fruncí el ceño.

-Bueno, la casa es grande, pero creo que lo llevaré bien-le dije pensando que se refería a eso, pero ella negó riendo.

-Lo decía por pablo-me dijo y yo la miré.

-Ha sido muy antipático si es lo que me estás preguntando-le dije y ella me miró confusa.

-Dalia, no sabes quien es?-me preguntó y yo fruncí el ceño.

-Debería saberlo?-Le pregunté.

Pero no me pudo contestar, porque Belén entró en la cocina disculpándose conmigo por el comportamiento de su hijo pequeño.

-Es muy bruto y no se da cuenta-me dijo preocupada mirando mi nariz.

-No te apures belén, ha sido un accidente-le dije y ella asintió suspirando.

-Este niño de verdad, muchas veces se piensa que sigue en el campo jugando-dijo chasqueando la lengua y leonor rió.

-Mamá, pedri viene a comer-dijo Pablo asomándose a la cocina.

-Vale, pero otro día avisa antes, te lo tengo dicho Pablo-le dijo y el asintió rondando los ojos.

En ese momento, el timbre de casa sonó, solo unos segundos más tarde un chico de alto más o menos como Pablo, moreno y más delgado entró por la cocina con una sonrisa amplia dibujada en su cara.

-Que bien huele en esta cocina siempre-dijo saludando con dos besos a belén, la cual sonrió al chico.

-Debo de decir que hoy no es solo obra mía, esta chica tiene un don para la comida-dijo leonor mientras el tal pedri la abrazada y este último dirigió su mirada hasta mí.

-uy, y quien es? Tu nieta?-Le preguntó a leonor y este le dió una colleja entre risas, haciéndonos a todos reir.

-Es Dalia, trabaja en casa desde hoy-dijo belén.

-Pues encantado Dalia, yo soy pedri, el adoptado-me dijo y yo reí por su comentario, mientras vi como Pablo rodaba los ojos por detrás.

-Encantada-dije para seguir con lo mío mientras ellos hablaban animadamente unos con otros.

Me di cuenta que el trato con el personal era espectacular, que Leonor era una más de la familia para ellos y que parecían verdaderamente buenas personas.

Después de que comieran, leonor y yo recogimos la sala y la cocina, y me llegó mi rato de descanso, asique andé hasta mi habitación, pero al ir hacia allí aurora me paró para pedirme ayuda.

-Me ayudas a coger unos libros de la estantería del salón?-me preguntó y yo asentí, aunque no era mucho más alta que ella.

Entonces entró en la habitación de la limpieza y cogió una escalera, por lo que la miré.

-Odio las alturas-me dijo y yo sonreí a modo de respuesta.

No se si hasta entonces lo había dicho, pero soy una de las personas más torpes del mundo, asique bajando esos libros mi codo chocó con un trofeo que había en la estantería, una especie de placa de cristal que cayó al suelo rompiéndose en pedazos.

Por el estruendo, todos corrieron al salón para ver que había pasado, y pablo se agachó para coger el trofeo, o lo que quedaba de él, para después mirarme entrecerrando los ojos.

-Lo siento, de verdad-le dije sincera-le he dado con el codo sin querer y...-me cortó.

-Porqué coño no te vas de esta puta casa?! Dos veces que me cruzo contigo y ya siento que no te aguanto!-me gritó y yo le miré sintiéndome mal, estaba claro que la figura era suya.

-Lo siento de verdad, lo pagaré-dije rápido nerviosa y el rió irónico.

-Si, con tu sueldo de ejecutiva-dijo con rabia y yo cerré mi boca sin más, mientras mis ojos se empezaban a aguar, de rabia y de impotencia.

-Pablo discúlpate ahora mismo, que forma de hablar es esa?!-le preguntó su padre.

-Papá, acaba de romper mi primer trofeo!-dijo enfadado-Eres una patosa!-dijo enfadado tirando lo que había recogido al suelo y saliendo del lugar enfadado.

Por mi ojo derecho cayó la primera lágrima, que quité rápidamente cuando belén se acercó a mi.

-Hija, no te preocupes que no tiene importancia, hoy está con el cable cruzado-dijo tocando mi brazo y yo solo asentí.

-Una vez más lo siento, voy a por la escoba-dije para salir del lugar y encerrandome en la habitación de la limpieza.

Cerré la puerta y me apoyé en ella rompiendo a llorar mientra me deslizaba por ella hasta el suelo, solo deseaba desaparecer en ese momento...

(CONTINUARÁ...)

MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVIWhere stories live. Discover now