Ryo - El heroe de la reencarnación

Capitulo 31 - Culpable por su muerte y culpable por su segunda oportunidad

Es hora de continuar, supongo que la pase bien en esa vida, aunque haya durado poco.

Después de morir, volví a abrir los ojos viendo una nueva luz otra vez, era hora de continuar con mi misión principal... descansé lo suficiente...

Mis sentimientos me impiden el continuar... mi única misión, mi único objetivo, es vengarlos, pero, es muy difícil... Si no sintiera cansancio, si no sintiera tristeza... podría continuar sin problemas y que ellos puedan descansar en paz...

No necesito sentir... Solo tengo que continuar caminando en línea recta sin pensar que tan largo es el camino... tengo que continuar caminando siguiendo el camino sin una luz para ver el final...

Había olvidado lo horrible que es este sentimiento... aunque solo fueran 20 años... pensé que no tendría que volver a pasar por esto....

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Muerte #243: No necesito sentimientos... solo tengo que morir y renacer... no necesito más nada...

Muerte #312: No necesito sentimientos... no necesito sentimientos...

Muerte #435: No necesito sentimientos, no los necesito, solo tengo que dejar de pensar, tengo que dejar de darle importancia a las cosas...

Muerte #503: Solo tengo que seguir caminando, nada más, es tan simple, tengo que dejar de prestarle atención a todo, no tengo que pensar, solo cumplir mi objetivo, no tengo que sentir empatía, no tengo que sentir apego por ninguna vida, no tengo que sentir nada, los sentimientos son inútiles...

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Vida #654: Godfrey Weilnar, hijo de dos padres con un estatus social promedio, Vivian en la aldea de Litar en el continente de Sinard. En el momento en que nació, la civilización ya estaba en la edad contemporánea, estaban muy avanzados tecnológicamente, ya no se utilizaban escudos, ni espadas, sin embargo, los héroes seguían siendo la fuerza militar de los continentes.

Era un niño muy distinto a los demás, siempre tenia una mirada perdida y nunca hablo con nadie, siempre estaba en su habitación sin hacer nada, no importa que le dijeran, el no respondía, el solo estaba ahí.

Cuando sus padres se dieron cuenta de esto, lo llevaron a un médico, sin embargo, descubrieron que no estaba sordo ni mudo, simplemente no hablaba porque no quería. Sus padres después de esto pensaron en llevarlo a un psiquiatra, sin embargo, decidieron no hacerlo por varias razones.

Cuando era hora de que fuera a la escuela, él era igual, si lo llevaban el solo se sentaba en su lugar y no respondía ni hacia ningún sonido.

Para todos era un niño muy raro, nadie le hablaba, los niños pensaban que daba miedo, así que decidieron evitarlo directamente, sin embargo, a Godfrey parecía no importarle en lo más mínimo, el solo estaba ahí. Tampoco hacia nada por su cuenta, era como si no pensara nunca en nada, solo comía, iba al baño y dormía, aparte de eso, no hacía más nada.

Por esta razón, sus padres decidieron dejar de llevarlo a la escuela, se enteraron de que los niños lo evitaban, así que pensaron que eso dañaría aun mas la salud mental de su hijo.

Godfrey tenia seis años cuando su padre murió, la causa de muerte fue, suicidio. Su madre estaba destrozada, sin embargo, Godfrey nunca había derramado ninguna lagrima en su vida, nunca había reído, nunca había mirado fijamente a alguien, así que fue como si nada hubiera pasado.

Su madre se sintió destrozada completamente con este acontecimiento, pero, aun así, ella no se rindió.

Godfrey estaba cumpliendo ocho años, ese día, fue la primera vez en la que hizo algo más aparte de moverse para ir al baño, salió de su casa y se sentó en frente mirando al horizonte como si estuviera esperando algo.