TWELVE

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— ¿Entonces las cosas entre ustedes, mejoraron? —preguntó un hambriento Hoseok, mientras comía con entusiasmo las galletas que fue preparada por su amigo.

— Se podría decir que sí. —contestó el doncel, al mismo tiempo que picaba las verduras que serían para la cena.

— Eso es bueno, y pensar lo desesperado y preocupado que estabas por no tener la atención de Jongguk, nuevamente. —recordó el contrario con una sonrisa, sin ser consciente de la reacción de Taehyung.

El pelinegro dejó de hacer lo que estaba haciendo para recordar algunas cosas que habían sucedido en esos días.

— Aunque... Hay algunas cosas que me tienen con la duda —comentó.

— ¿Como que?

El menor parpadeó un par de veces, algo dubitativo por las cosas que pasaban por su mente.

— Su dominación.

Cuando oyó aquello, Hoseok comenzó a masticar más despacio. Con muchas ganas de querer preguntar.

— ¿Dominación?

Taehyung asintió con la cabeza, mirando al adverso.

— ¿Mas o menos en que aspecto?

— En la intimidad. —el mayor abrió los ojos en grande, sin esperar eso.

— Cuéntame a detalle —sacudió sus manos que estaban con migajas de galletas, luego de eso cruzó sus brazos encima de la mesa. Ansioso por enterarse de todo.

Asegurándose de que sus hijos no estuvieran cerca de ellos, Taehyung procedió a contarlo.

— Es muy demandante —empezó diciendo— Cuando estamos juntos, siento como me toma con posesividad y rudeza. Y sinceramente me sorprende esa faceta de él.

— Pero él es muy tranquilo y tierno.

— No dirías lo mismo cuando lo vieras. —contestó rápidamente— Sinceramente cambio mucho desde el viaje.

— Tú mismo lo has dicho, tendría que verlo —el menor asintió, mientras Hoseok se veía pensativo— Por cierto ya no lo ví desde su viaje a Busan.

— Está muy ocupado con la empresa, y tú pues ya no vienes por la casa. —recordó, reanudando con su tarea.

— En eso tienes razón... A propósito ¿Donde esta él? —tomó otra galleta, relajado.

Cuando el pelinegro estuvo dispuesto a responder, las voces de sus hijos llamaron la atención de ambos.

— ¡Papito!

Los dos pequeños aparecieron corriendo, uno de ellos sosteniendo un maletín que se veía algo pesada para su edad.

— ¿Que pasó, mis amores? —Taehyung dejó el cucharón a un lado para atenderlos.

— ¡Encontramos esto! —dijo el pequeño Beomgyu, recibiendo el maletín que le daba su hermano gemelo.

— ¿Qué es esto? —el pelinegro le pidió aquel objeto rectangular color negro.

— ¡Es muuucho dinero! —contestó el otro niño estirando sus dos bracitos para expresar su grandeza por ese maletín.

Taehyung estando confundido por las actitudes de sus pequeños, decidió abrir aquella cosa donde supuestamente había demasiado dinero.

Y vaya sorpresa que se había dado cuando descubrió que si era verdad lo que habían dicho.

— Pero qué diablos significa esto. —habló el doncel en voz baja sin que escuchara los menores.

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