Unforgettable Night in Vegas

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Era una calurosa noche de verano en Las Vegas, y el famoso Caesar Palace estaba repleto de espectadores emocionados por presenciar el concierto de Adele. La ciudad del pecado estaba lista para ser testigo de un encuentro especial entre dos estrellas mundiales.

Mientras las luces se atenuaban en el escenario, Adele apareció elegantemente vestida, irradiando una confianza y belleza deslumbrante. La multitud estallaba en aplausos mientras ella impresionaba a todos con su poderosa voz. Entre la multitud, Chris Evans, un admirador incondicional de su música, también estaba emocionado y ansioso por disfrutar del espectáculo.

Adele comenzó a cantar "Love in the Dark" con una pasión que solo ella podía transmitir. Mientras tanto, entre bambalinas, Chris esperaba pacientemente su momento para conocer a la estrella. Finalmente, llegó el descanso entre canciones y Adele se tomó un momento para saludar al público. Fue el momento perfecto para que Chris se acercara.

Con cada paso hacia el backstage, Chris sentía que su corazón iba a estallar de emoción. Se cruzó con empleados del lugar, hasta que finalmente llegó a la sala de vestuarios donde Adele se preparaba para la siguiente parte del espectáculo. Con toques suaves a la puerta, un nervioso pero sonriente Chris esperaba su respuesta.

La puerta se abrió lentamente y allí estaba ella, la increíble Adele, con los ojos llenos de sorpresa y una sonrisa encantadora en su rostro. —Chris Evans, ¿es realmente tú?—, exclamó Adele con incredulidad.

Chris, tratando de contener su emoción, asintió tímidamente. —Sí, lo soy. ¡Eres increíble, Adele! No pude resistir la oportunidad de conocerte en persona—, respondió, mientras su admiración se mezclaba con un brillo de timidez.

Adele le dio la bienvenida con un cálido abrazo, haciendo que Chris se sintiera completamente en paz a pesar del bullicio que se escuchaba desde el escenario. Se dijeron todo lo que admiraban el uno del otro y compartieron risas y secretos, como si fueran viejos amigos. El tiempo volaba mientras intercambiaban historias sobre su amor por la música y sus carreras.

Cuando el momento de despedirse se acercaba, Adele sorprendió a Chris con una invitación especial, —Chris, ¿qué te parece si después del concierto nos encontramos en el bar del hotel? Me encantaría seguir charlando contigo—.

Chris no podía creer su suerte. Asintió emocionado y agradeció a Adele por su generosidad. Prometieron reunirse después del concierto y se separaron deseándose buena suerte.

El concierto continuó, y Adele cautivó al público con su melodiosa voz y sus poderosas baladas. La multitud aplaudió y coreó cada canción, mientras Chris no podía quitar los ojos de ella. Sabía que este sería un concierto que jamás olvidaría.

Cuando las luces se encendieron y el concierto llegó a su fin, Chris se dirigió rápidamente al bar del hotel donde había acordado encontrarse con Adele. Allí, entre cócteles y risas, su amistad floreció más allá de aquella noche.

Ese inolvidable encuentro en Las Vegas dejó una marca imborrable en ambos artistas. Adele y Chris Evans unieron sus talentos y su pasión por la música, mientras su amistad se fortalecía con el tiempo. Quién sabe qué mundo de posibilidades les esperaría en el futuro, pero una cosa era segura: la noche en la que se encontraron en el Caesar Palace sería recordada como uno de los momentos más especiales de sus vidas.

ONE - SHOTS (Adele y Chris)Where stories live. Discover now