En una noche de invierno, fría y apagada, dos músicos, Roberto y Gustavo, compañeros de banda, se encontraban camino a su casa, que cogía el mismo camino.
No hablaban, solo caminaban sin más.
Roberto: Che Gus, la calle está cortada, ¿Te sabés algún otro camino?
Gustavo: No, la verdad es que no, ¿Vos?.
Roberto: Y, te estoy preguntando porque no sé.
Gustavo: Uh, cagamos.
Por ahí pasaba un policía de guardia que vigilaba que nadie se metiera en la zona.
Policía: Señores, calle cortada no se puede pasar.
Roberto: Si, ya sabemos, lo que no sabemos es a por donde coger para llegar a casa.
Policía: Bueno, ahí ya no puedo hacer nada.
Roberto: Bueno, gracias igualmente.
