23 { Contesta } ♡

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Izan Harrison.

[Un año después]

—¿Vas a acompañarme?

—Sí, solo que le dije a Yessi y a Emma—la miré, confundido— Ya sabes, la prensa…

—Es cierto, luego de meses sin ellos ya me había acostumbrado— sonreí.

Ella cruzó por el baño.

—Ven aquí, necesito que te bañes porque vendrá Emma, es buena en corte de cabello— hizo un movimiento con su cabello, indicando que Emma le hizo algo.

—Prefiero así— hablé buscando mi ropa.

—Claro que no, mañana saldremos y todo el mundo tendrá sus ojos en ti.

—Claro que no— me quité la camisa.

—Por supuesto que sí "la joven promesa se queda paraplejico,  y luego de mucho tiempo vuelve a caminar" ¿No puedes estar en el ojo de la prensa?— habló obvia, dejando las cosas para afeitarme frente al espejo.

—No necesito ni cortes de cabello, ni afeitarme ni nada Ivonne— entré al baño y ella salió.

—Claro que sí ¿Piensas salir con ese cabello largo y espantoso? ¿Y esa barba horrenda?— se quejó.

—¡Ay gracias por tus halagos!— ironice sonriendo.

—¡De nada!— salió de la habitación.

La seguí, poniéndome la camisa.

—Para eso mejor me baño luego del corte— salí al pasillo, en donde ella andaba.

—Tienes razón— me espero— Oye ¿Demean vendrá a comer?

—Lo dudo, está ocupado con lo del restaurante.

—Ya veo ¿Se te antoja algo de comer?— bajamos las escaleras.

—No, lo que a ti te apetezca está bien.

—No me apetece nada.

—¿Ni mi hermano?— vacile.

—¿Vas a querer tu también?— se rió de mí.

Íbamos para la cocina cuando la puerta sonó.

—Debe ser Emma.

Ivonne se fue a la puerta y yo fui por un vaso de agua a la cocina.

No pasó mucho para que escuchara la voz de las dos chicas acercándose a la donde estaba.

—Buen día— habló la rubia.

—Buen día— respondí al verla.

Le sonreí y le di un vaso de limonada.

—Gracias.

—¿Quieres Iv?— le pregunté.

—No, luego me lleno con agua y acuerdate que tenemos terapia en la alberca— dijo alzando y bajando sus cejas.

Alce mis manos a modo de rendimiento y salí de la cocina para ir al jardín, donde está la alberca.

—Se ve muy bien, eh— les dije.

—Y sí.

—Deberíamos juntarnos todos para una tarde—hablé.

—No cuenten conmigo— la rubia caminó lejos de nosotros, debajo del árbol.

—¿Por qué?— miré a Ivonne y luego seguí los pasos de Emma.

—Por que tengo una amiga que no está muy bien que digamos— se alejó de mí y caminó para adentro.

ℱ𝓊ℯ𝓇𝒶 𝒟ℯ ℒ𝓊ℊ𝒶𝓇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora