Cuatro son multitud. (Steve Harrington/Eddie Munson/Billy Hargrove)

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***1982***

Si pusieras a un popular jock junto a un metalero líder de una banda y una chica que parece odiar a todo mundo, incluso su mera existencia; en un mismo lugar, pensarías que no tienen nada en común, ni siquiera una bebida favorita en la cual puedan coincidir, pero ese no era el caso de nuestros protagonistas. No, ellos parecían tener todo en común aunque sus personalidades fueran la contraparte del otro, habían logrado encajar tan a la perfección.

La forma en que el trío hizo entablar su amistad resultaba de lo más graciosa y bizarra, puesto que a pesar de haberse visto y conocido antes, todo parecía tener las bases y razones para que Wilson, Munson y Harrington fuesen enemigos o al menos el bully y las víctimas en el momento en que sus vidas se cruzaron de forma definitiva, pero terminaron siendo mucho más que eso en una tarde de detención por aquel octubre del 82.

En cierto momento, a Tommy Hagan le resultó gracioso el hecho de tomar a Eddie Munson como su punto preferido total de bromas o ataques, impulsando a Steve a molestarlo también, sobre sus gustos, su ropa, su apariencia o el hecho de que había reprobado un año, obteniendo un gran golpe de parte de Helena Wilson, quién casualmente pasaba por la escena y escuchaba tales burlas de aquellos grandullones idiotas, Harrington creyó propio empujar a Wilson diciéndole que no se metiera, pero aquel acto le hizo tener un segundo golpe, esta vez de parte del metalero a modo de defender a quien lo había defendido. Tras el bullicio, el trío terminó todo el receso y algunas clases en detención.

Los primeros en hablar fueron Wilson y Munson, agradeciéndose mutuamente por aquella defensa y de paso poniéndose al día con sus vidas, pues aunque sabían la existencia del otro, jamás habían charlado, mientras Harrington los veía desde su mesa banco, adolorido y rojizo de sus pómulos por ambos golpes. Si bien Steve había comenzado tal acto bandalo contra Munson y después contra Wilson, se arrepentía profundamente de haber sido un idiota gracias a Tommy Hagan y tras una serie de disculpas, arrepentimiento y felicitando a ambos por el buen gancho, los tres ya estaban hablando sobre la nueva canción que sonaba en la radio en esas fechas, prometiendo salir un día después de clases o sólo juntarse en algún espacio para continuar su gran charla.

El resto era historia, se habían vuelto inseparables desde aquel momento y a su vez, como todo adolescente, sus sentimientos habían florecido por el otro de formas diferentes.

***Lunes 14 de febrero de 1983, casa Parker.***

Helena pateó el despertador gracias a la contraria posición en la que había dormido, malhumorada de buenas a primeras y las crecientes ganas de huir lo más pronto posible de su "casa" a la preparatoria, al menos ahí no se sentía tan sofocada y tensa. Con pesadez, se obligó a sí misma a levantarse, arrastrando consigo las cobijas.

De modo robotico, hizo su rutina mañanera, evitando a toda costa no lanzarle su taza de café a su intensa prima o quizás a su tía, quién reclamaba algo de la escuela o sobre ella, ya daba igual lo que sea que ella dijera. Un respiro hondo y con sumo cuidado, dejó la taza en el lavatrastes, anduvo a paso apresurado hasta la puerta y salió, arrastrando unos metros la vieja bicicleta hasta la calle de Old Cherry, joder, no tenía los ánimos de pedalear hasta la estúpida escuela.

Y como si fuesen sus ángeles llegando a salvarla, el bmw granate daba la vuelta por la glorieta del barrio, estacionando frente suyo, viendo a su mejor amigo ruloso bajar la ventanilla.

—Bueeenos días, Hel— y ahí está, Eddie asoma su rostro por la ventana, sonriente y vivaz. Del otro lado, Steve saluda con un movimiento de mano y ríe por la actitud del metalero.

—Mierda, gracias. Hoy no quería esto— tira la bicicleta contra el pasto y sube con rapidez a la parte trasera, cerrando la puerta del vehículo con cuidado. En este, no sólo va Eddie y Steve, sino aquel chico de rizos, Dustin Henderson,