EL CIELO,EL INFIERNO Y TODO EN EL MEDIO

Todo En El Medio

Ghost tragó saliva y volvió a mirar a Lucifer, luego a Michael y finalmente a König. Lo vio de inmediato, el demonio tenía un plan y estaba dispuesto a llevarlo a cabo. Los ojos marrones lo miraron exigentes, tan exigentes como cada vez que quería algo de König.

Agarró las manos de König y se las puso en las mejillas. "¡Cámbiame! ¡Dame el poder de matar y sobrevivir!"

Los ojos de König se abrieron cuando el demonio dio un paso adelante y lentamente se empaló con la espada que sobresalía del pecho de König. Sin quitar los ojos de König, avanzó paso a paso hasta que estuvieron a centímetros de distancia y la espada le atravesó el corazón. Los ojos de Ghost inmediatamente se volvieron vidriosos y nublados, jadeó pesadamente y König sintió que su desesperación se hacía más profunda.

"¡No no!" Sujetó la cara con fuerza y ​​con dedos temblorosos Ghost se agarró el cuello. Una leve sonrisa apareció en sus labios. "Maldito ángel, eres la primera y la más antigua alma de todas". Con un escalofrío, escupió sangre en su pecho antes de continuar. "El universo está en tus manos, todo lo que vino después de ti no tiene sentido, ni siquiera yo".

König no estuvo de acuerdo pero permaneció en silencio y apartó sus ojos del demonio moribundo para mirar a Lucifer, pasó junto a él justo en ese momento, con la mano aún extendida y los ojos de su hermano mirándolo con odio.

Tenía que pensar en toda su existencia en el cielo, el dolor de sentirse inútil, la vergüenza de las miradas en blanco de los otros ángeles cada vez que lo etiquetaban como inútil. En ese momento, sintió abatimiento por el hecho de que los ángeles eran los seres más sagrados y fueron creados para proteger a los humanos, pero no podían sentir una pizca de compasión o empatía.

Sus ojos encontraron nuevamente a Ghost, el demonio que siempre lo había insultado y sin embargo nunca lo había detenido, y aunque por razones egoístas, era el único que había buscado con él la razón de su existencia.

La mirada de König se elevó hacia arriba, solo vio blanco, el cielo era el más sagrado, encima de él solo estaba Dios mismo y finalmente dejó de luchar contra el dolor en su pecho. El ruido de sus pulmones disminuyó cuando aceptó plenamente su poder y se puso a la par de su padre.

Su voz ronca exhaló las palabras: "Deseo que el tiempo se detenga".

La respiración inestable de Ghost era el único sonido. Por lo demás, todo estaba en completo silencio, y König agachaba la cabeza, con los ojos pegados al suelo del cielo, mirando a través de él hacia la tierra, donde nada ni nadie se movía. Excepto por los latidos irregulares del corazón directamente frente a él, no se emitió ningún sonido, la mano de Lucifer estaba congelada justo en frente de la empuñadura de la espada. Por primera vez desde la historia de la creación, el universo se detuvo.

La suave risa de Ghost interrumpió sus intentos de respirar.

Al oír el sonido, König volvió a levantar la mirada y vio los ojos distorsionados. "Por fin lo entiendes, König", se ríe entrecortadamente.

König ladeó la cabeza, juntó sus frentes y miró los ojos parpadeantes. "Te haré compatible para todo", susurró y no hizo falta llamar, lo dejaron entrar.

La espada de Michael estaba en el alma y su gracia estaba a punto de devorarlo todo. Sabiendo que la espada le hacía daño, pero también le tocaba, König empezó a filtrar la gracia de su hermano con la suya propia y la diluyó con la ayuda de su lado humano.

Luego, tomó la gracia alterada de Michael y la volvió a tejer con el alma humana y la esencia demoníaca de Ghost, tomándose su tiempo y asegurándose de hacerlo correctamente. Retocó pequeños errores y exhaló profundamente cuando terminó, esperando que funcionara. Mientras retrocedía, el universo continuó.