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Estar entre la vida y la muerte era estar siendo empujado a cada rato por la vida y la muerte, cada uno queriendo que se quede en su lado, una pelea que no acabaría, si a ver si uno se rendía...
Ness sufría de sucesos que indicaba que le sucedía eso, estar constantemente en hospitales y que ni los doctores supieran como seguías vivo era aburrido.
Lo único que no le cansaba de este mundo era su mejor amigo, Kaiser, quien parecía tener una vida normal y corriente, sin ningún peligro en su obstáculo, actualmente estudiaba como abogado, la vida de fama y dinero ya le estaba esperando.
Y yo acá, en un hospital, siendo acompañado por el, como al principio en que me paso esto él seguía a mi lado, aunque aveces le tenia envidia y trataba de ignorarlo por ser un horrible mejor amigo.
Casi pase cada día del año, ignorandolo, teniendole envidia, teniendole cariño, ser gracioso y llorar en el hombro de él.
Aun me sentía triste de estar arruinando su vida, teniendome de vista a cada rato sin poder disfrutar de su alrededor y del mundo que le esperaba.
Sin más quise hablar con el con esto.
- Deberías dejar de acompañarme a cada hospital - me senté en la camilla presenciando el paisaje de primavera desde la ventana, no pude aguantarme las palabras para decirle eso.
- ¿Por qué? De verdad me importas. - Sentí como pasaba la mano detrás de mi cuello y sostenía su palma en mi hombro.
- Pero gastas tiempo en mi, y yo no soy nada - El aire de la ventana abierta le daba en la cara, disfrutando de este.
- ¿Nada? ¿No eres nada? Pero si eres lo más valioso que tengo -
- Kaiser, pierdes el tiempo conmigo, tu deberías estar saliendo con una chica linda, y vivir tu vida con lujos -
Me voltee a verlo, me sorprendi al ver sus ojos mirándome fijamente.
- De echo, yo estoy enamorado de alguien, comparto mucho tiempo con ese alguien, y es muuuuy atractivo -
- ¿Por qué estás conmigo entonces? Ve con ella -
- Ness no captas ninguna ese alguien eres tu, mi teroso -
Me quedé en blanco, aún mirándolo no sabía cómo reaccionar, al respirar hondo tome tranquilidad.
- De veras que manera más rara de declararse - me sonroje.
- ¡Ness! ¿Pero aceptas o no? -
- Si acepto -
Se acercó a mí con intención de un beso, en el transcurso del beso que no podia negarne Kaiser tomo mi mano, aprentadola con el objetivo de nunca soltarme, para así estar a su lado a cada rato que me quedaría de vida.
-Te prometo que serás el novio más afortunado del mundo -
- Eso espero -
Con su cara en mis manos lo acerque para darnos otro beso más largo, para luego separarnos por la falta de aire.
- Te amo -
- yo igual -
Esas palabras le hicieron derretir el corazón, por el momento se olvido de todo lo que sucedía, solo eramos él y yo.
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La razón de esta historia de cosas kainess era para que me dejaran pedidos, pero bue, son unos hijos de puta, con respeto.
