CAPITULO 04 ✓

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ANNA.

—Los estaba esperando; llegaron tarde.

Confusión. Solo esa expresión estaba en sus rostros. Daniel abre y cierra su boca como pez fuera del agua.

—¿Sorprendidos, caballeros? Sé a lo que vienen; no pierdan el tiempo. ¿Cuántas armas necesitan? Necesito la información del tipo de armas que buscan.

Salen de su estupefacción y camino con ellos detrás en dirección a la biblioteca.

—Armas militares de largo alcance, francotiradores, armas blancas —la voz gruesa de Salvatore se hace presente.

Asiento en su petición.

—Un aproximado de trescientas armas de cada una; la cifra no importa.

Un escalofrío me recorre la columna. Ignoro ese sentimiento. Pasamos dentro de la estancia, me acerco y toco el borde de la estantería; esta se desplaza dejando ver el almacén. Llamo a mis hombres para que empiecen a cargar las armas. La voz de victoria se hace presente en el auricular.

—Anna, concéntrate. Aleja de tu cara esa sonrisa.

—Es lo que intento —digo entre dientes.

—Bien, algo fácil. La modelo que va a estar en la pasarela, ¿cómo se llamaba?

—Su apellido es Yoon. ¿Qué sucede? ¿Cancelo?

—De hacerlo, lo puede hacer, pero no lo hizo.

—¿Cuál es el problema?

—Ninguno. Me gusta ver tu cara de frustración. Date la vuelta y afronta el problema.

La comunicación se corta por su parte. Hago lo que me dijo y me doy la vuelta volviendo a acercarme, viendo a mis hombres terminar con el trabajo.

—La confirmación del pago le llegará en un momento —anuncia Salvatore y sale detrás de la última caja de armas. Los ojos de Daniel se posan en mí. Su cara dice mucho más de lo que su boca habla.

—¿Cómo es que tú...?

—¿Cómo es que yo qué? ¿Que soy la jefa de la mafia que era de mi hermano? Bien, eso será en otro momento. Quiero que me expliques cuál fue la razón por la que tú saliste esa noche así por así después de todo.

Aquí tienes el texto corregido con algunas mejoras en la gramática y puntuación:

—Eso no sé cómo explicarlo, pero te juro que si me das una oportunidad más, esta vez lo haré mejor.

Apretó los labios en una fina línea y asintió. Salgo de la biblioteca con Daniel pisándome los talones y salgo hasta la entrada.

—La próxima vez dile a Daniel que me llame; ya tiene mi número. Nos vemos en otra ocasión.

La puerta del vehículo se cierra cuando me doy la vuelta y corro al interior de la casa, directo a mi despacho.

—Tu asistente mandó la agenda y las invitaciones; también mandó la lista de personas que están invitadas a la gala.

La voz calmada de Victoria se hace presente. Me acerco a su lado, mirando el plano de la casa.

—Perfecto, cubre la puerta que da al jardín trasero. Salvatore no va a pasar por el pasadizo.

—Obvio no va a pasar; mide un metro noventa y cinco. Lo hice con toda la intención, ya que Edgardo a esa hora está en la sala principal.

—Se lo pondrás en bandeja de plata.

—Exactamente. La modelo te espera en Italia mañana en la tarde para las pruebas y los ensayos.

—Nos veremos en Italia, y Victoria...

El Lado Oscuro De La Mafia [ BORRADOR] ✓Où les histoires vivent. Découvrez maintenant