Uno 🐣

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Casi las diez de la noche, Jaehyun escuchó la cerradura del departamento y la puerta abriéndose cuidadosamente. Inmediatamente supo que Jungwoo había llegado, dejo de lado su trabajo en la cocina, pasando sus manos por el mandil tratando de quitar los restos de harina de estás para ir a recibirlo.

Jungwoo dejo todas sus cosas en el sofá, se deshizo de su gran abrigo negro. Jaehyun ya estaba en la entrada recibiéndolo con una sonrisa y parecia que solo bastaba con ese gesto para quitarse todo el cansancio acumulado en el día de encima. Acercándose a él, fue recibido por sus brazos y un beso en la mejilla. Jaehyun olía a galletas de mantequilla, supuso que estaba horneando hasta estás horas después de cuidar toda la tarde de Haechan.

—Tuve demasiado trabajo y también tuve que hacer horas extras, apenas he podido salir de la oficina. —Explicó.

—¿Cenaste algo? —preguntó acariciando sus cabellos castaños, Jungwoo negó aún en sus brazos. —Vamos, preparé algo de pescado hoy.

Los dos se separaron, Jaehyun tomó su mano para llevarlo a la cocina. Jungwoo frenó.

—¿Hae ya se durmió?

—Si, fue algo difícil pero al final lo logré. Quería esperarte pero le dije que vendrías más tarde.

—Ire a verlo, en un momento voy a cenar.

Le dió un pico a sus labios que solo hizo a Jaehyun reír gustoso después asintió, mientras tanto calentaría la cena para él.

Jungwoo se encaminó hacia la habitación de Haechan, abrió la puerta despacio teniendo demasiada precaución para no despertarlo. La luz de su pequeña lámpara estaba prendida pues aún no se acostumbraba a dormir a oscuras a sus seis añitos.

Haechan era un pequeño bulto debajo de esa cobija con temática de superhéroes que respiraba tranquilamente. A paso lento se acercó hincandose frente a él con delicadeza, acaricia su mejilla y deposita un beso en su frente. Haechan solo sonríe entre sueños y Jungwoo enternecido lo hace junto a él.

Después suspiró bajito, a veces detestaba llegar tan tarde y encontrar a su bebé dormido, ni siquiera poder cenar con él, ayudarlo a dormir mientras le contaba su día o historias fantasiosas que salían de su mente y darle un beso de buenas noches en sus abultadas mejillas.

Mañana afortunadamente es viernes y con ello el fin de semana, los tres podían salir a comer y ¿por qué no? Podrían ir al parque de diversiones, dejar que Haechan viera el espectáculo de las botargas y los personajes, probablemente le de permiso de comer un poco de helado, volver a casa, ver películas y dejarlo dormir algo tarde. Contento por sus próximos planes, arropó a Haechan y apagó la lamparita, ahora que estaba dormido completamente no era necesaria luz. Silenciosamente salió de la habitación y cerró la puerta.

Jaehyun estaba de espaldas mirando el pequeño horno donde metió a calentar la cena esperando pacientemente, Jungwoo llegó abrazándolo por detrás colocando su mentón en el hombro. Toda la cocina olía delicioso, el pelinegro era portador de ese aroma.

Jaehyun se relajó ante el contacto cerrando sus ojos. Sabía que estaba cansado y todavía tenía trabajo pendiente.

Jaehyun era dueño de una pastelería pequeña, Jungwoo por las mañanas se encargaba de llevar a Haechan a la escuela, de darle de desayunar y cambiarlo, la mayoría de veces era Jaehyun quien lo recogía, los dos comían juntos, si su bello castaño aún no llegaba le ayudaba con sus tareas a su hijo mientras ambos se mantenían en la pasteleria, Haechan era feliz ahí incluso gustaba de platicar con la gente que compraba, como buen catador de pasteles según él recomendaba los mejores que tenía su papá.

Después de cerrar volvían a casa juntos, Jungwoo normalmente llegaba en cuestión de unos minutos, ambos se encargaban de preparar la cena, a veces se turnaban el ayudar a su bebé con la ducha y ponerle la pijama para que durmiera temprano, en acomodar sus cosas para el día siguiente.

Sin embargo esta vez a causa de las horas extras, Jaehyun tuvo que hacer todo esto y dejar su trabajo hasta el último para ayudar a Haechan con un laborioso trabajo del sistema solar, hacer la cena, ayudarlo a dormir porque en ocasiones el pequeño era hiperactivo y a veces se volvía complicado hacer que durmiera a la hora.

—Gracias. —Jungwoo besó la mejilla del otro repetidas veces.

—No tienes porque agradecerme es mi deber. —Jaehyun se giró atrayendolo hacia el besando sus dulces labios de paso.

—Te lo compensaré. —Dijo una vez que se separaron.

—Lo puedes compensar ahorita. —Y Jungwoo pudo sentir como unas manos se pasaron en sus glúteos.

—¡Jae! —le golpeó el brazo levemente en forma de broma soltando risas —Dejame cenar y lo pensaré. —le guiñó el ojo coqueto.

Pequeña Familia · JaeWoo Where stories live. Discover now