Catarsis

Capitulo 2: Mi color favorito es el café.

No sabía cómo había terminado en esas circunstancias. Estaba consciente que lo que estaba haciendo lo ameritaba a perder su cedula profesional pero aun así no le importaba.

El joven pelinegro que conoció hace un mes lo envolvió a tal grado que ahora se encontraba escondido en su habitación durante su guardia nocturna.

Los gemidos ahogados por parte de su compañero lo excitaban en sobre manera, Light Yagami se regocijaba dentro del interior del pelinegro, a palabras suyas era su primera vez.
Agradecía enormemente ya tener experiencia para no lastimarlo, pero era difícil ahogar los sonidos obscenos que escapaban de los delicados labios de Elle. Mantenía fija su atención en el rostro de su amante, las mejillas coloreadas de un rojo intenso, sus cabellos humedecido por el sudor. Deseaba darle más placer, deseaba poder darle una noche maravillosa a aquel muchacho que nunca había podido llevar una vida normal. Tomo las piernas del pelinegro y las colocó en sus hombros para entrar más profundo en él y así el placer de ambos aumentará.
Nunca imagino que soltaria un grito, cubrió con su mano la boca de Elle pero no consiguió nada. Este intentaba quitarle la mano. Light Yagami creía que que estaba haciendo bien las cosas pero no sé imagino que le estaba provocando dolor al pelinegro. Busco con la mirada algo que lo ayudara ahogar los sonidos provenientes de su amante, desesperado cubrió al otro con la almohada.
Era peligroso hacer eso, pero la imagen de aquello deleitaba su pupila aún más. La pálida piel iluminada con la tenue luz de la luna hacía ver aún más delicado su cuerpo. Lo adoraba, adoraba cada centímetro de Elle Lawliet. y aunque su dulce aroma corporal estaba mezclado con el olor de los medicamentos, le encantaba. Podia decirse que era su perfume favorito en el mundo. Estaba disfrutando demasiado de aquel momento.
Mientras que para el pelinegro la falta de aire comenzaba a hacer estragos en sus pulmones,intentaba desesperadamente retirar la almohada, pero Light no permita que lo hiciera. La desesperación comenzaba a controlarlo. "Me quiere matar" pensó el pelinegro.

Paso un poco más de tiempo para que el castaño notara la desesperación de Elle por querer retirar la almohada y en cuanto lo hizo se topó con unos ojos llenos de terror y humedecidos por las lágrimas.
Detuvo sus embestidas de inmediato. Esa no era la expresión que deseaba provocar en él.
-Elle... perdón- Light salió de su interior con cuidado para no lastimarlo. Sin embargo, Elle aprovecho para darle una patada en la cara. Cayo con violencia al suelo, la sangre comenzó a salir de su nariz. Rápidamente se puso de pie y coloco sus pantalones en su lugar.
-¡Ayuda! - Grito el pelinegro notablemente desesperado. Un escalofrió recorrió el cuerpo del contrario ¿Acaso estaba loco? ¿Quería que los descubrieran? -¡Me quiere matar! ¡Ayuda!

El estrés por ser asfixiado le había provocado un brote psicótico. Light se golpeó internamente por haber sido el causante de dicho brote. Pero ahora debía de preocuparse por subirle los pantalones al pelinegro o sino descubrirían los actos indecentes que estaban haciendo.

-¡Por favor! ¡Ayuda! - El pelinegro se levantó rápidamente de la cama para correr hacia la puerta, cosa que aprovecho Light para tomarlo de la cintura y tirarlo al suelo.
Era difícil vestir al pelinegro, los golpes en su cabeza y las patadas que soltaba al aire le dificultaban su tarea. -¡Ayuda! -Los gritos eran desgarradores, en verdad parecía que alguien lo estaba hiriendo. Sabía que no tenía mucho tiempo para que sus compañeros llegaran a la habitación. Una vez que consiguió vestirlo se alejó de él y tiro al suelo las pastillas que habían sido el pretexto para ir a verlo a esas horas de la noche.

Si, sentía culpable por crear un escenario falso donde claramente culparía a Elle por el desastre, pero no quería perder su trabajo y mucho menos a Lawliet.

La puerta de la habitación se abrió bruscamente, la atención de ambos se dirigió a las personas que llegaron y sin cuestionarse sobre lo que pasaba, al ver las pastillas en el suelo, dieron por sentado que Elle había provocado otro problema.