✓┃Hwang Hyunjin es él alfa más temido. formando parte de la mafia rusa, un alfa que nadie se atrevería a desafiar, aunque, aquella palabra no existía para Lee Felix, un omega que amaba con locura a Hyunjin, su prometido.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ˖ ࣪ ‹ 𝗗𝗮𝘁𝗼𝘀...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Algo que Felix detesta cuando su alfa viaja, es lo difícil de impregnar el aroma de Hyunjin en su propio cuerpo. Por ello, su dulce esencia era reemplazada por un seco y agrio olor por la falta de contacto con su destinado, en sencillas palabras su lobo se negaba a dejar ir a al lobo alfa, queriendo llamar la atención por medio del lazo de que le afectaba su pronta separación.
Cuando Hyunjin viajaba seguían noches de soledad y donde solo podía sentirse vigilado por los guardias a su cuidado, extrañaba el aroma de su pareja, junto a sus cálidos abrazos y besos lentos, anidando para consolarse, protegerse y mantenerse a salvó los días que su pareja no estuviera junto con él.
Tenía la necesidad de protegerse a él y a su cachorro.
Los días siguientes, su ánimo no mejoró, negándose a comer ante los guardias si es que no era simplemente en su nido, dando gritos e insultos cuando no era complacido de aquella manera, necesitaba de su alfa y su compañía.
Pero, fue tan repentino percibir el embrigante aroma del lobo de su amante, que no pudo evitar la repentina oleada de calor, sus ojitos nublándose ante los jalones de dolor en la parte inferior de su vientre, junto a sus manos que se escabulleron entre sus ropas para poder calmarse.
El dulce olor miel con manzanilla se disparó en todo el dormitorio, antes de que lo notará, ya se encontraba restregándose sobre la cama, siendo abrigado minimamente por las sábanas acolchonadas y las variadas prendas dispersas sobre la suave superficie. Un sollozó audible escapando de sus labios ante los tirones abundantes en su parte inferior, respiro con dificultad escuchando un gruñido proveniente de la puerta.
El omega mira de reojo sobre su hombro; un pequeño jadeó escapando de sus labios al ver a su alfa parado en ese lugar, las ganas de tirarse sobre él, están ahí, como siempre. Está vez obedeciendo a su instinto, voltea llamando entre quejidos y pequeños gemidos a su compañero.
Quita las sábanas mostrándose ante la mirada lujuriosa de los luceros bañados en un color rojizo oscuro.
Su vientre se contrae entre llamados a través del lazo para así poder pedir que Hyunjin se acercará hacia su nido. Permitiéndole el ingreso.
—A-alfa-, ac-cércate, por fa-vor.— sollozó tocándose con sus manos.
El siguiente gruñido en la habitación lo hizo mostrar la marca en el cuello, tentando más a su compañero, quién solo se mantuvo con la mirada fija en el pequeño cuerpo temblando sobre la cama.
—Omega.— gruñó.
—O-Omega quiere de su al-fa, por favo-r.— suplicó.
Antes de que pudiera darse cuenta, Hyunjin se acercaba a él con la mirada clavada sobre su cuerpo. La ropa sobre el cuerpo del alfa se desprendió entre pasos, para que al final solo se quedará viéndolo desde una esquina del colchón; completamente desnudo.
