❄︎☾︎Dᴇᴛʀᴀs Dᴇ Esᴀ Mᴀsᴄᴀʀᴀ☽︎❄︎ Hᴀɢᴀɴᴇᴢᴜᴋᴀ X _____

☾︎14☽︎

—Aquel día no fue nada fuera de lo común, aquel hombre al despertar tomó la katana del chico yendo a entregarla el mismo, por otro lado aquella chica nuevamente hizo un carta a escondidas para enviarla con su cuervo a aquel chico que ya se encontraba lejos.
Para el atardecer ambos ya estaban juntos en el jardín caminando mientras conversaban sobre su pasado y más de sus vidas privadas, sin alguna razón éstos se fueron del lugar directo hacía el campo lejos de las fincas y de todas las personas—

—Jajaja, en verdad no tienes paciencia con Tanjiro—

—¿Y cómo voy a tenerla sí el las destruye como si no fuera nada?...Tanto trabajo para eso, claro que me enfadó con él—

—Agradezco ser una cazadora que cuida sus katanas, no me imagino que odió me tuvieras en ese caso—

—Aquel hombre solo tiró una risa mientras rascaba su cabeza—

—Aunque destruyeras todas las katanas que te formará no me enfadara contigo...Nunca lo haría—

—Despues de tanto caminar ambos se sentaron sobre el césped viendo muy de cerca aquel sol escondiéndose—

—Hermosa vista la que hay en éste lugar, la última vez que ví un atardecer así de cerca fue en una misión—

—Aquel hombro se acerco tomando la mano de la chica sin decir nada, al ver tal acción está solo sonrió melancólica menté—

—Haganezuka...No quiero que sientas preocupado por mí el día que me vaya, yo siempre vuelvo después de cada misión—

—Se que eres fuerte y lo lograrás, así que no me preocupare y estaré pendiente de tu regresó—

—Aquella chica repentinamente se sentó en el regazo del hombre besándolo, un tiempo paso que al alejarse la respiración de ambos era agitada, la mano de aquélla chica recorrió el pecho del hombre pero esté mostró un leve sonrojó viendo a sus lados—

—A-aquí no es correcto hacer eso, estamos al aire libre y cualquiera nos puede ver...—

—La chica solo río ante lo que el hombre dijo dándole un beso en la mejilla—

—Tranquilo no planeaba hacerlo al aire libre, me daría un poco de miedo que me viera uno de mis compañeros—

—Esté solo sonrió para que luego la chica acariciara el cabello de esté—

—Creó que deberíamos volver a la finca, no es bueno estar tan noche por acá—

—Tienes razón debo entregarte también tu katana—

—Aquella abrió los ojos mirando a esté un poco sorprendida por lo mencionado—

—¿La katana está en la finca?—

—Sí pero está escondida, quería dártelo en un momento adecuado y creó que hoy es el día—

—Con una sonrisa está abrazó al hombre para luego mirarlo con una gran felicidad—

—¡En serio gracias, juró por todo en mí vida que cuidaré de esa katana!—

—El hombre solo sonrió besando a la chica para luego mirarla—

—Regresemos, quiero saber sí te gustará—

—¿Y porque no me gustaría?, en las dos katana que hiciste para mí quede satisfecha—

—La chica nuevamente abrazo al hombre dando pequeños saltos de felicidad pero de golpe aquel hombre tomó la cadera de esté deteniéndola, al ver el rostro de esté estaba completamente rojo—

—N-no te mueva así...—

—¡Ay!, p-perdón no era mí intención moverme así sobre ti—

—Aquella chica rápidamente se puso de pie ayudando al hombre a ponerse de pie—

—En verdad perdón no fue mí intención moverme, solo me puse feliz y ajá—

—No es tú culpa tranquila, se que no fue tu intención no te preocupes—

—Pero...¿Sigues rojo del rostro?—

—Es el calor de seguro, vamos debo entregarte tu katana—

—Aquel hombre solo tapó su rostro comenzando a caminar sin esperar a la chica—

—¡E-esperame!, yo no sé dónde estamos tu conoces y yo no—

—El tiempo pasó asiendo que el sol se ocultará y la luna con su resplandor saliera—

—Cierra los ojos antes que nada—

—Está con una alegría cierra sus ojos para luego escuchar como aquél hombre se fue y volvió rápido—

—Abre ahora...—

—¿Huh?...Wow en verdad es está—

—Aquella al tomarla quedó sorprendida para luego abrazar al hombre—

—Está genial...El detalle que agregaste  al tomarla quedó genial relación a las pesadillas—

—El rango de alcancé posiblemente se haya extendido al hacer una modificación, de ahí es como las otras, no quería cambiar tanto porque se que ya te acostumbraste a la katana
pasada—

—En serio te lo agradezco
Haganezuka, creó que es una de las katanas que no quiero utilizar—

—La chica puso cuidadosamente la katana sobre una mesa para luego acercarse al hombre y abrazarlo nuevamente—

—Haria un millón de katanas para ti ____, de eso ni siquiera debes tranquilizarte—

.
.
.
.