Me dio miedo perderla y terminé perdiéndola de igual forma

317 33 14
                                    

En dos horas compramos lo que me faltaba. Cerca de las siete de la tarde estábamos en el departamento dejando las cosas.

-Las ordenas mañana ahora ve a cambiarte rápido -mi mamá me empujó hacia mi habitación. Me di una ducha rápida y me puse ropa, un jean, zapatillas y un chaleco de hilo. -Pórtate bien y se paciente -me dijo antes de bajarme del auto. Decidí que iría sin auto por si se me ocurría beber algo.

-Necesito uno antes de entrar -dije mostrándole la cajetilla de cigarros mientras me bajaba del auto.

-¡Pórtate bien y no seas tan cerrada! -me gritó antes de irse. Me senté en una banca frente a la puerta del edificio a fumar. La Roma era una linda colonia. Apagué el cigarro con mi pie, boté la colilla en el basurero y subí. Mientras subía la escalera le envié un mensaje a Juan Pablo avisándole que estaba llegando. Una vez fuera de su departamento, sentí cómo abría la puerta. Él estaba usando un pantalón color caqui y un poleron negro Gnral.

-Hola -lo saludé.

-Hola, pase -se movió de la puerta para dejarme entrar. Al ser un pasillo angosto, pasé casi pegada a su pecho. Aspiré su perfume. Mi favorito. -Póngase cómoda, ¿quiere algo para beber?

-¿Tienes cerveza? -lo miré.

-Budweiser, muy fría -me miró a los ojos. Sabía que era mi favorita y mas si estaba muy fría. Asentí accediendo. A los segundos me entregó un botellín. No me gustaba tomar en vaso. -Bien -lo miré. -¿Qué pasa? ¿Por qué estoy acá? -apoyé mis codos en mis piernas, tomando el botellín y mirándolo a los ojos. Necesitaba mostrarme fuerte e impenetrable. Él tenía muy claro que con una mirada suya iba a caer y no estaba dispuesta a flaquear.

-Quiero explicarle todo lo que pasó el otro día -se mordió el labio. Creo que buscando que decir. -Estaba muy dolido así que salí a un bar, estaba solo y comencé a beber mientras pensaba en cómo pedirle disculpas por haber salido así, por haberla hecho sentir mal -me miró a los ojos. Imitó mi pose, acercándose a mi, estábamos frente a frente. -Luego de haber tomado mas de lo que hubiera querido, debido a mi borrachera rompí el vaso -vi como giraba su mano izquierda, mostrándome su palma donde tenía una cicatriz. -Sangré como nunca y en el baño me encontré a Samuel, el novio de Gabriela que por suerte es doctor -giré mis ojos casi riendo, sonaba a historia muy bien inventada. -Me ayudó a parar la sangre y pidió un botiquín al bar, me curó y me ayudó a pedir un auto para volver al departamento. Cuando llegué la vi dormida, no quise despertarla para conversar e iba a esperar a la mañana, pero cuando desperté usted ya no estaba -noté como su cara cambio, se veía triste.

-¿Y se supone que debo creer que el pololo de tu ex polola te ayudó? -lo miré riendo.

-A ver -me quitó la cerveza y tomó mis manos. Me puse tiesa ante su contacto. -Con Gabriela no terminamos mal y usted lo sabe, Samuel es un viejo amigo con el que perdí contacto hace años por que se fue a vivir a Tailandia, él y Gabriela también eran amigos de antes y se hicieron pareja un tiempo después de que nosotros termináramos, yo ya lo sabía

-No sé Juan Pablo, no sé si te creo

-Yo sé que es difícil de creer, pero es la verdad, se lo prometo -seguía tomando mis manos. Suspiré y las saqué de su agarre.

-Si lo es, por lo mismo necesito tiempo y espacio -suspiré. -Que no quiere decir que no te quiera, pero no quiero estar en una relación con alguien que no me apoya -vi como tragó duro.

-Disculpa si sentiste que no te apoyo -se acercó un poco mas a mi. -No fue eso, yo si te apoyo, de hecho, me encanta que cantes, es solo que la noticia de no tenerla tan cerca como ahora me hizo perder los estribos, usted terminó su ultima relación por la distancia, ¿por qué no lo haría ahora conmigo? -mordió su labio. -Me dio miedo perderla y terminé perdiéndola de igual forma -tragué saliva notoriamente, sentí como mi boca se secaba. Él me pasó el botellín que antes había dejado en la mesa. Lo recibí y tomé un sorbo.

-Necesito pensar -supiré. -Podemos seguir viéndonos y todo, pero en cuanto a nosotros como pareja necesito tiempo y sobre todo pensar, no es fácil

-¿Puedo darle un abrazo? -lo vi nervioso. Dudé mucho, pero para que me hago, lo extraño mucho a pesar de todo. Me levanté, el al verme también lo hizo. Me acerqué un poco a el sin mover mis brazos, el rodeó mi cuerpo con los suyos, apoyando su mentón en mi cabeza. Aspiré profundamente su perfume. Definitivamente estaba enamorada de Juan Pablo Villamil. 



____


¡Hola! ¿Aún hay gente esperando actualización? Jajaja perdónenme pero quedé sin computador mucho tiempo, hace poco me pude comprar otro y estoy volviendo a escribir, volviendo a reencontrarme con Morat y adquiriendo ganas e inspiración. 

Espero poder seguir haciéndolo mas seguido y al menos terminar una temporada. Y también tener apoyo después de casi un año.

¡Besos! 


-Cami

La hermana de Nath Campos | Juan Pablo Villamil y tú |Where stories live. Discover now