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El tren infinito

Por fin habían llegado, la estación de la que saldría el tren infinito en unos pocos minutos, Kyojuro compro muchos almuerzos, a tal punto que todo abarcaba dos asientos completos, Kyojuro los comía uno a uno repitiendo su típica frase; "sabroso!".

Giyuu por su parte, no había comido nada, el dolor era fuerte, no podía comer nada, no tenía hambre.

Aún así, decidió intentar comer un poco, no tenía tanta hambre ni nada pero aún asi era necesario comer para no morir.

Giyuu sentía culpa, aun asi, nunca penso en la muerte por la promesa que le habia echo a Sabito diciendole que si pensaba que deberia estar muerto, romperian su amistad.

Aún así ahí estaba, viendo la cajita de almuerzo sin tener ganas de comer pero aún así intentandolo.

Siguio viendo la cajita en silencio, cuando sintio una opresion en su pecho que lo hizo toser demasiado, a tal punto en el que tuvo que tapar su boca con la palma de su mano para no molestar ni Kyojuro, ni a la gente del tren.

Derrepente sintio algo liquido en su palma junto a unas singulares texturas entre ellas, despues de recuperar el aire miro su mano, estaba completamente manchada de sangre pero habia algo peculiar...

Habian algunos petalos de flores bañados en sangre, al ver eso, Giyuu se asusto pero mantuvo la calma.

"𝑆𝑖 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑑𝑜, 𝑠𝑒𝑟𝑎𝑠 𝑢𝑛𝑎 𝑐𝑎𝑟𝑔𝑎 𝑦 𝑎𝑟𝑟𝑢𝑖𝑛𝑎𝑟𝑎𝑠 𝑙𝑎 𝑚𝑖𝑠𝑖𝑜𝑛"

Se decia a si mismo cuando de repente, las puertas del vagon se abrieron, entraron Tanjiro, Zenitsu e Inosuke quien corria de un lado a otro golpeando las ventanas al ser un tren, algo nuevo para el.

Eso ya se le hacía raro a Giyuu, mandar a una misión a tres pilares y tres cazadores rango Mizunoe...

Giyuu sabía que el patron podía ver fragmentos del futuro cosa que le preocupaba más, se estaba preparando para lo peor.

Se mantuvo en silencio mientras se escondía tras las cajitas de bento que eran tantas que el y Sanemi se tuvieron que sentarse en otro lado porque no cabían así que tuvieron que sentarse juntos.

El corazón de Sanemi iba a mil, se sentía realmente nerviosa por el solo echo de sentarse a su lado lo que lo había echo salir  a uno de los balcones del tren hace una media hora antes.

Mientras tanto, Giyuu estaba en silencio, tanto que los tres cazadores Mizunoe no detectaron su presencia.

Kyojuro: Sabroso!

Zenitsu: *se acerca al oído de tanjiro* El es el pilar de la flama?

Tanjiro: ajá...

Zenitsu: Entonces no es un glotón cualquiera?

Tanjiro: ajá ;-;

Kyojuro: Sabroso!

Tanjiro: Oiga, disculpe la molestia. (⁠•⁠ ⁠▽⁠ ⁠•⁠;⁠)

Kyojuro: Sabroso!

Tanjiro: Hola, Señor Rengoku?

Kyojuro: Sabroso!