Lujuria [ROMANCE 4] [Vol.1: Terminado - Vol.2 - 01/Septiembre.]

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐕𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐭𝐫é𝐬

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ᴘᴏʀ ꜱᴇɢᴜɴᴅᴀ ᴠᴇᴢ
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Quizás sea entrometida por acabar revisando todos los cajones de su baño. Quizás no me agrado el haberme encontrado con más que una secadora: maquillaje, ligas para el cabello y esmaltes para uñas, pero ¿por qué debería de importarme?... De todas formas, podría simplemente no significar nada, el señor Meyer suele tener aventuras esporádicas, y tal vez todo esto no sean sus pertenencias.

— Claro que lo son. — Me bufe a mí misma.

A menos que Nathaniel Meyer sea un coleccionista de cosas femeninas.

Escuché el ascensor llegar.

Rápidamente cerré los cajones y dejé la secadora en donde estaba, al menos había logrado secar la blusa; la tomé para colocármela... pero fue una acción que no ejecute al ver al señor Meyer cruzar el umbral del baño, me cubrí el pecho mientras me hacía a un lado, con grandes pasos se acercó a la ducha y abrió la regadera.

Confundida observe lo que hacía, pero mi pulso tomó un ritmo diferente al ver que no lucía muy bien, causando en mí una muy notable preocupación.

— ¿Señor?

— Lárgate.

Hizo un ademán con su mano señalando la puerta del baño. Su respiración era irregular y podía notar los temblores en su cuerpo.

— Señor...

— ¡Largo!

Me sobresalté debido al impacto de su voz, provocando que retrocediera de inmediato.

Llevo sus manos a su cabeza al mismo tiempo que de su boca salió un jadeo, seguido de otro, y otro, y otro.

Sentí como mis manos cosquilleaban y los nerviosos tomaban partido. Me acerque unos pasos en su dirección, lucia muy ansioso.

— Darcy...

— ¿Está bien?

Levante mi mano para tocarlo, pero se alejó justo antes de poder hacerlo, escabulléndose en la esquina de la ducha y deslizándose por la pared hasta quedar sentado con la cabeza entre sus piernas.

Desde la distancia podía escuchar su respiración forzada. No sabía que hacer, tal vez tocarlo pudiese provocar que se tornara violento.

Sus jadeos eran desgarradores, claramente estaba sufriendo, pareciera que en cualquier momento su respiración colapsaría.

— ¿Quiere que llame a emergencias? — Pregunte preocupada.

Jadeo a un más fuerte mientras negaba. Aprete mis manos observando a mi alrededor, me arme de valor y me acerque arrodillándome frente a él, pero manteniendo la distancia. Sentía el agua de la regadera salpicarme.