Cap 4

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Carlos dejó sus pertenencias para el gimnasio sobre el sofá y tomó su móvil, sintiendo un nudo en el estómago mientras marcaba el número de su hermano.

Se lanzó al sofá junto a sus cosas, esperando ansiosamente una respuesta.

Al enterarse por su padre de que Louis no había respondido a las llamadas y no regresó a casa en toda la semana, la preocupación se apoderó de Carlos.

Su hermano menor no solía desaparecer sin avisar, y siempre contestaba las llamadas, haciendo que esta situación fuera aún más desconcertante.

La inquietud creció cuando, tras múltiples intentos, nadie respondía al otro lado de la línea. Al confirmar que tampoco estaba en clases, Carlos decidió tomar un vuelo a Los Ángeles sin dudar.

Después de aterrizar, bajó del jet y se subió al auto que le enviaron sus padres, con la mirada fija en la pantalla de su móvil.

Optó por ir primero a la casa de sus padres, esperando encontrar a Louis despistado en su habitación.

Sin embargo, al ingresar, se sorprendió al ver que la habitación estaba extrañamente ordenada y Louis no estaba a la vista.

La ausencia de su hermano intensificó la preocupación que ya sentía.

Al preguntar a la mucama, Liz, descubrió que Louis no había estado allí, lo cual aumentó su inquietud y le hizo tomar la decisión de ir a la casa de Harry.

A bordo del auto, el tiempo parecía extenderse mientras sus pensamientos divagaban en las posibilidades.

Al llegar a la casa de Harry, Carlos se encontró con la nana, Arianna, quien lo recibió afectuosamente y le dio la noticia de que Louis estaba dentro.

Al entrar, escuchó una maldición proveniente de la sala, y al descubrir que su hermano estaba allí, pero con una mano lastimada, la preocupación inicial de Carlos se transformó en furia.

"Estás en serios problemas, jovencito", le espetó Carlos a Louis, quien tragó saliva ante la reprimenda.

La tensión en la sala se palpaba, y Carlos se preparaba para obtener respuestas sobre la extraña desaparición de su hermano.

.....

Louis descendió las escaleras con una sonrisa al ver a Harry de espaldas, solo con un short de pijama, preparando el desayuno.

Arianna estaba sentada frente a la isla, disfrutando de un té, y Blue, el cachorro, ya estaba a un lado con su desayuno, siendo recompensado por su aparente buena conducta.

"Lou", Arianna sonrió y abrió sus brazos; Louis se fundió en un abrazo reconfortante. La anciana de ojos cafés besó su frente y se separó. "Liz llamó".

"Anoche le dije que estaba aquí", mintió Louis, y Nana alzó una ceja. "Bien, no se lo dije".

"Carlos viene para acá", advirtió Ari, y los jóvenes abrieron los ojos.

Harry dejó la sartén y besó la frente de Louis. "Bonito... ¿tú crees que Carlos ya lo sepa?"

Louis negó. "No lo sabe".

"¿Y por qué viene para acá?" Louis dudó en contestar, pero Harry besó su frente. "Dime".

"Puede que no le haya contestado las llamadas a mi padre y él durante estos días", cerró los ojos, preparado para un regaño, pero solo recibió un beso tranquilizador.

"Estás en problemas, pero no conmigo", aclaró Harry, aliviando la tensión.

Louis suspiró. "¿No estás enojado?"

Silver foxWhere stories live. Discover now