❀̥˚─𝓛𝓪 𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼𝓪 𝓼𝓸𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻𝓮 𝓓𝓮𝓼𝓬𝓪𝓷𝓼𝓪𝓻 ─❀̥˚

𝟐| Estoy viva . . . otra vez (2)

【 ❝ESTOY VIVA. . . OTRA VEZ❞ 】(𝟐)

𝗘𝗡 𝗠𝗜 𝗦𝗘𝗚𝗨𝗡𝗗𝗔 𝗩𝗜𝗗𝗔, fui enviada a un mundo de fantasía con temática historica, donde existía la magia y los conceptos que toda persona solía encontrarse en una novela de fantasía

La existencia del maná, hechizos, magos, poder divino, críaturas magicas, espíritus, dioses de esos mundos, etc

Transmigre en una familia de nobles, era la primera niña y el tercer infante nacida de la familia de los Duques del Norte, los Nucingen

Mi primer recuerdo de mis padres en esta segunda vida era estar en una cuna mientras el Duque del Norte, Cassius Nucigen, se me quedo viendo desde arriba con sus ojos rojos

─────(Wow, ¡¿este es mi padre?!, es super guapo y se ve muy jovén, gente suertuda, pero mira esos ojos rojos tan brillantes parecen un rubí y su cabello negro y aura le da un toque misterioso) ──pensé emocionada mientras lo miraba y le muestro una sonrisa feliz alzando mis manitas de bebé hacia él──

El acerca su mano hacia mi y yo me emocione por su acción

En mi vida como Gina, jamás tuve padres o una figura paterna o materna. No pude vivir en carne y hueso como era el cálido abrazo de un padre o el dulce y amorso beso de una madre, mucho menos la experiencia de tener hermanos o hermanas

Esta era la opotunidad perfecta de saber como se sentiría cosas como esas

─────Wah! *¿Huh?* ──suelto un sonido de sorpresa al sentir el fuerte agarre del Duque en mi rostro──

─────¿una niña? Es una lástima que te paresca a esa vulgar mujer. . . ya hasta siento nauseas con ver tus ojos ──soltó el Duque con una voz tan fría como un tempano con una mueca de disgusto en su rostro──

─────(¿Qué?) ──pensé sorprendida cambiando mi gesto a uno confuso y asombrado──

─────ugh, que asco me causa esos ojos. . . ¡Jack! llevate a esa niña al anexo de la mansión, apartir de hoy vivira en ese lugar, y no quiero que esa mujer ni esta niña pasen más de dos pasos fuera del anexo ¿quedo claro? ──ordenó el Duque mientras miro al mencionado con un brillo rojo en sus ojos y un voz autoritaria que causaba temor──

─────Entendido. . . su excelencia ──respondió el hombre llamado Jack con una pequeña gota de sudor bajandole por el rostro──

─────(¿¡que rayos le ocurre a este tipo!?) ──pensó Gina, ahora de nombre Aurora──

De ahí me enviaron al anexo de la mansión donde conocí a mi madre la cual también me desilusione al ver que no era la madre amorosa que tanto anelaba tener

*¡paf!*

─────. . . Tú. . . Maldita mocosa! ¿¡Por qué?! ¿¡Por qué tuviste que ser una niña?! Es tú culpa, todo es tú culpa de que no saliera nada de lo quería ──gritaba enfurecida la mujer de cabello castaño claro y de íris verde, mientras las sirvientas no hacían nada solo mirar desde lejos──