Los clark

Prologo

   En una habitación completamente blanca, a excepción de las  cortinas de color azul con con estampas de patos, con una única camilla en el medio. la cual era vista fijamente por un pequeño niño algo bajo, el cual aparentaba unos 11 o 12 años, el cual dejo de ver la habitación y enfoco su vista al suelo, donde se encontraba agachada una chica la cual tenia un trapo de color rojo con pequeños detalles blancos atado a su cabeza, que se encontraba mirando fijamente una maleta de mano mientras revolvía algunas cosas en la misma.  — Ahora es raro no verte en la camilla, o en quimio terapia — Pronuncio con un tono melancólico mientras se acercaba a la camilla. — ¿he? Si, tienes razón, pero se siente bien. — Respondido la mayor sonriendo al menor — Si.. —  La miro por ultima vez para girar la cabeza  hacia la pared donde se encontraba un dibujo de ellos dos junto a su hermano mayor que había hecho cuando era más pequeño. — recuerdo que cuando hiciste ese dibujo lloraste tanto que al final tuviste que dejarlo todo un día secando ¿no es así Dani? —  fue lo único que salio de la boca de la mayor ante el comportamiento de su hermano menor — Mentirosa, ya vamos — Chillo sacándole la lengua  a y volviendo su mirada hacia su hermana, la cual lo miraba entre divertida y derrotada, mientras cerraba aquella maleta.

   Ambos hermanos emprendieron camino a la sala principal del hospital, donde se encontraba la salida, ambos hablaban de cualquier cosa: de como se sentía Danna, de como le estaba yendo a Daniel en liceo, todo normal a no ser por que los pasillos se encontraban completamente vacíos y el doctor y las enfermeras que Dijeron que los esperarían no estaban, Daniel ignoró esa parte, pero Danna se sentía mal al no poder despedirse, al notar el estado de animo de su hermana Daniel intento romper un poco la tensión en el aire. — No te preocupes, de seguro están en la sala principal, hace rato se escuchaban muchos gritos, capaz entro otro paciente en estado crítico. — hablo Daniel  mostrando una pequeña mueca mientras miraba el pasillo, recordando lo asustado que estuvo la primera vez que vio como entraban a un paciente en situación critica y vaya que no era para nada bonito de ver o escuchar. — Si, tienes razón debe ser eso, puedo venir otro día a despedirme. - Sonrío más tranquila — oye Danna, tengo hambre — Daniel miro suplicante a su hermana mientras hacia una mueca de hambre — aguántate hasta que venga Marshall — Danna río por lo bajo para después sacar un billete de 20 y dárselo a Dan. 

   Haciendo que este la mire mal antes de quitare el billete mientras murmuraba un gracias, para casi enseguida dirigirse a la maquina expendedora mas cercana.

   — ¡Mierda!  — Volvió a quejarse Daniel por decima vez en los 15 minutos que habían estado ahí. — Deja de quejarte, ¡te saldaran arrugas! — Dijo ya irritada Danna. — ¡Es que no sale!  —Daniel hizo una mueca señalando hacia la maquina expendedora.   — Ya déjalo así, Esperaremos a Marshall en la sala principal, y cuando el venga le pediremos que nos lleve a comer.  — Ordeno Danna mientras se levantaba apoyándose en la maquina.  —  Pero tengo hambre. — Daniel empezó un pequeño berrinche mientras de la manera mas dramática que podía señalaba la maquina. — Daniel, te estoy hablando.  — Danna ya cansada de las múltiples quejas de su hermano golpeo la maquina expendedora haciendo que callera aquel paquete de galletas por que el que tanto berrinche hacia Daniel. — ¡Comida! ¡Comida!  —  gritaba Daniel mientras se disponía a comer el paquete de galletas, Danna solo lo miro abrir aquel paquete mientras suspiraba, estaba bastante cansada. — Daniel come despacio — pronuncio casi como un suspiro mirándolo de re ojo. — Ya vámonos, Marshall debe estar por llegar — Daniel asintió con la cabeza metiéndose una galleta a la boca.

   Danna y Daniel siguieron por el pasillo asta dar a unos pasos de las escaleras que daban directo a la sala principal donde estaba la puerta de salida — hueles eso? —  Pregunto Daniel mientras arrugaba la nariz y miraba fijamente a las escaleras. —  No, ¿que hueles? —  Respondió Danna empezando bajar las escaleras, Dan la miro algo dudoso, mientras masticaba la tercera galleta del paquete —  No she, quemao tal ves — Danna se detuvo para mirar sobre su hombro a Daniel con el entrecejo fruncido. — No hables con la boca cerrada, y baja de una vez no hay ningún olor — Regaño mientras volvía a subir los escalones que bajo para hacer que el mas pequeño la siguiera. 

   — Te estoy diciendo que huelo halago — se quejo Daniel tomando la mano que segundos antes Danna le había ofrecido — No te preocupes Dan, tu increíble y guapa hermana mayor te protegerá del olor malvado — Dijo burlona Danna ante la mueca de su hermanito. — Ustedes dos! no se muevan — una voz gélida se escucho desde el final del pasillo, haciendo que ambos hermanos giraran sus cabezas hacia el lugar del cual provenía la voz.