Capítulo 2: Amnesia

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La fiesta le tomó el resto del día y gran parte de la noche y para cuando los chinos estaban pisando las escaleras de la manga de su avión privado ya tenían un nuevo contrato firmado y muchas palabras honoríficas chinas que Tae no entendía, pero respondía cordialmente.

Para poder mantener la compostura durante toda la fiesta, tanto Taehyung como Jin, habían fingido beber vodka, sohu o cualquier bebida translúcida eran negocios y contaba como horas laborales.

Saludó a Jin y lo vio perderse tras la esquina, no tardó mucho en decidirse él también, giró brusco y aceleró directo hacia Mythos, Jimin ya había cerrado, pero sabía que aún estaría dentro haciendo el cierre del día. Con un bocinazo a modo de saludo amistoso Taehyung esperó paciente fuera hasta que su amigo le abriera la puerta.

—Uff, día largo parece... ¿te divertiste?

—Sabes que no, eran negocios y ya, yo no mezclo placer y trabajo como otros —Jimin no se sonrojó por eso ni pidió perdón mientras se reían ambos al recordar cómo se habían conocido con su ahora esposo Suga.

—¿Qué haces aquí tan tarde?

—Busco consejo... o al menos alguien que me diga que no estoy loco

Jimin sonrió mientras lo guiaba a la trastienda desde ese pasillo por un segundo Taehyung pudo ver el ala sur a lo lejos, los libreros estaban llenos y no había ninguna mancha negra visible.

Caminaron el último trecho hasta alcanzar la zona privada de su amigo. Taehyung se dejó caer seco sobre el sillón, la tela se quejó con un suave puf y su trasero se acomodó en el hueco que para esa altura de la amistad con Jimin debía tener su forma gravada.

Taehyung miró hacia todos lados, la naturaleza pasional de su amigo siempre se veía expuesta, cuadros de hombres semidesnudos decoraban casi todo el lugar, máscaras de látex usadas para bdsm también adornaban bustos de mármol sobre la repisa de una pequeña chimenea, a decir verdad, Tae no quería seguir analizando esa habitación ni pensar que haría Jimin y Suga en ese sillón específico.

—¿Recuerdas que el viernes vine a comprar algo?

—Sí...

—Ese día comencé a leerlo, solo leí las primeras páginas y... me dormí —Jimin abrió los ojos exageradamente mientras dramatizaba sus emociones.

—¡OH POR DIOS! Kim Taehyung se aburrió leyendo un libro, eso es nuevo —Tae golpeó su cabeza para que se callara.

—No es eso... estaba agotado. El punto es que me he despertado hoy para ir al trabajo...

—¿Estás seguro de que no te encuentras aún borracho? Creo que eso es lo más normal del mundo...

—Déjame terminar... para mí fue como venir a comprar el libro, comer, leer y despertarme un lunes a la mañana... Jimin no recuerdo nada del fin de semana...

Su mejor amigo comenzó a desternillarse de la risa mientras se apretaba el estómago para que no se moviera violentamente.

—Creo que entonces ese chico con el que te viste te cogió de lo lindo ¿salieron o algo así?

—No hay ningún chico lindo tarado... no salí el fin de semana, que yo recuerde, no tenía planes con nadie. Y sin embargo hoy descubro que te escribí un mensaje diciéndote que no podía verte, no recuerdo haber hecho eso, no recuerdo haberle dado de comer a Tannie, pero hoy estaba de buen humor, sus pastillas del sábado y el domingo no están asique si se las di. Es como si todo el fin de semana hubiera estado en piloto automático...

—Amigo... ¿Algo así como "click perdiendo el control"? —Tae lo miró sin comprender la referencia—, ya sabes, la película de Adam Sandler que usa un control remoto para adelantar partes de su vida aburrida y mientras adelanta, su yo del presente está en modo automático y hace cosas solo.

Tohr: A través del jardínWhere stories live. Discover now