tercera misión parte 2

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Justo cuando las chicas lograban liberarse, con Goki aún brillando en Super Saiyajin y Saitama resoplando de aburrimiento, el suelo volvió a temblar. Esta vez no eran centaleones ni gallinas asesinas. No… Era música épica de fondo. Y luego, una explosión de humo brillante.

— ahora que va pasar — pregunto bakugo

— ya lo verán — hablo Serena

—¿Qué es ahora? —dijo Ash, con Pikachu encima de su cabeza, temblando. Las hermana gatomon susurraba  que no quería más pollos

—pobre Pikachu quedó traumado — dijo misty

Desde la niebla emergieron dos figuras majestuosas. Una con armadura, otra con un aire de sabiduría que helaba el ambiente. Ambas caminaban con elegancia, sin apuro, como si fueran las jefas del universo.

—¡¿ZELDA?! —gritó Serena, arreglándose el vestido nupcial improvisado.

—¡Y ESA ES IMPA! —exclamó Minako, emocionada pero con el maquillaje corrido.

Reí y Kunzite se aguantaron la risa

— no digan nada — replicó sailor venus

Zelda alzó una ceja, mirando el desastre: árboles caídos, centaleones desmayados, pollos rostizados, una Goki brillante flotando como un sol furioso, y una Nezuko tratando de sacarse una corona de flores del bambú.

— cuando vi realmente no sabía que pensar — comento

— vamos princesa te caímos bien — hablo Naruko

— si soy sincera me pareció un grupo extraño pero con corazón muy puro — respondió Zelda

—…¿Qué demonios pasó aquí? —preguntó Impa, cruzada de brazos.

—Intentaron casarnos por la fuerza —resopló Saitama.

—Yo solo quería buscar una gema —gruñó Goki, con el aura chispeando a su alrededor.

Zelda suspiró, se giró hacia Impa y dijo:

—Te dije que no dejaras a los centaleones sueltos otra vez—

Ambos en al ver eso se sonrojaron y las guardianas la miraron con ceño fruncido

—¡Fueron afectados por el hechizo de amor de Minako! —protestó Serena— ¡Fue todo muy confuso y romántico y... aterrador!—

— eso no tiene nada de romántico — gruñó Yuu

— tu que te quejas a ti no te atraparon te decía rubia hermosa — gruñó minako

La pantalla se prendió de nuevo

Zelda cerró los ojos, levantó las manos y un brillo mágico cubrió a los centaleones que quedaban. Se calmaron al instante, se pusieron moños y se fueron caminando en fila como si fueran ponis bien educados.

— necesito hechizo para controlar ellas  — comento joan

—hey — dijeron todas

—Bien. Ahora sí podemos guiarlas al templo de la gema —dijo Zelda.

—Pero ni una boda más en el camino —agregó Impa con tono seco.

—A menos que sea entre personajes consensuados —murmuró Kagome, dándole una mirada a Saitama.

—Ni lo sueñes —respondió Saitama sin emoción.

— Saitama se casara con nosotros — dijo Sonic sonrojado

— wao tu hombres te cuidan — bromeo Minako

Saitama se sonroja

La pantalla se volvió aprender

reaccionando a las traidoras Where stories live. Discover now