11. un día frío

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Observo desde mi ventana a los guardias de la Paz entrenar, entre ellos Coriolanus y Sejanus.

El día está muy feo, hay una nubes grises que cubren el sol y de vez en cuando llueve pero los agentes de todas formas van al patio para entrenar cómo cada mañana.

Coriolanus levanta la mirada, nuestras miradas se cruzan y sonríe disimuladamente para que el resto de soldados no se enteren.

Paso la mañana escribiendo cartas al capitolio y a la dr Gaul, nos obligan a contar si hay algún problema en los distritos a parte de enviar charlajos mutos como medio de espionaje.

Me quedo dormida. Cuando abro los ojos ya es de noche y hay una tormenta la cual provoca leves inundaciones en el patio de entrenamiento.

Busco la habitación de los agentes para ver si se encuentran bien y llevarles algunas mantas de mi habitación ya que las condiciones ahí son malísimas.

Todos están tapados con pequeñas mantas y yo comienzo a repartir las mías.

—que buena alcalde tenemos, hasta se preocupa de nosotros —bromea Coriolanus a mis espaldas.

Cuando me giro me hace sitio en su cama, donde también se encuentra Sejanus.

—estabamos intentando entrar en calor... las mantas se han agotado —dice Sejanus.

Yo les doy la última que me queda y Coriolanus se da cuenta que no es suficiente larga como para cubrir a tres personas así que me acerca a él para abrazarme y no dejar que pase frío mientras él comparte la manta con su amigo.

—en este distrito el clima es muy frío —se queja Sejanus en un susurro —el capitolio debería hacer algo para que los ciudadanos no pasasen frío.

Ni Coriolanus ni yo sabemos qué responder así que solo pasamos la noche así, sin dormir por el frío e intentando calentarnos mutuamente con el contacto físico y la cercanía.

[...]

Aún que me costó, logré dormir unas horas abrazada a Coriolanus.

El resto de soldados también durmiendo bastante mal y poco así que al día siguiente se hizo una reunión con todo el distrito.

[...]

—antes de comenzar, lamento la muerte del señor Hamel... —digo, el pobre murió de hipotermia —he planeado una hoguera cuando se vaya el sol, así intentaremos calentar un poco a los niños y ancianos del distrito para evitar perdidas como las de los Hamel. Gracias.

El jefe de los agentes de la Paz agarra el micrófono cuando yo me bajo del escenario.

—hemos descubierto a otro rebelde —unos agentes entran con un joven y lo atan al árbol —esto es lo que le ocurre a los rebeldes en Panem.

Le ahorcan.

Todo queda en silencio e intento disimular la pena que siento por él y por la familia.

Lavandas Y Rosas (the hunger games)Where stories live. Discover now