Visiones (Itanaru)

Capítulo 36

Naruto caminaba con tranquilidad hacia su departamento cuando sintió un chakra conocido cerca de él, unos brazos lo envolvieron suavemente, besaron su cuello con descaro absorbiendo su aroma, un escalofrío delicioso cubrió su cuerpo completo -mhn -Itachi sonrió contento con su respuesta, lo arrastró hacia un callejón enterrando su rostro en su pequeño y largo cuello -te extrañé hoy bonito -el Hatake sonrió ligero, giró con diversión, se levantó en puntillas, besó sus labios suavemente, sintió la grandes manos de su amor abrazarlo y levantarlo un poco, Itachi comenzó a besarlo con amor, su lengua se coló en su pequeña boca, dónde disfrutaban mutuamente su sabor y textura, el Uchiha lo arrinconó en el muro, reían quedito entre besos y caricias.

-Oh por kami, Kakashi morirá de un infarto bastardos -ambos sintieron un escalofrío recorrer sus cuerpos, se separaron un poco, giraron su mirada, tragaron pesado al sentir dos serpientes separarlos -mocosos calientes, esos besos no son de novios de mano, eso explica las condiciones en las que llegaste hoy por la mañana, se dieron un buen revolcón -rió con diversión y burla -o… oye bastarda, yo se lo diré a papá -Anko rió con diversión viendo cómo se acomodaba su máscara su hijastro -bien, pero hay un pago y lo sabes, nada es gratis mocoso, quiero mi pago -Naruto volteó los ojos con fastidio -¿cuántos dulces quieres? -la chica sonrió satisfecha -un paquete completo, te estoy saliendo barata, ¡ví la mano de este monumental chico introducirse bajo tu playera Naru-chan! -canturreó con burla, una gota cayó por ambos. Itachi suspiró con fastidio, abrió su estuche de herramientas y lo pensó un poco, con dolor sacó el paquete, la chica estiró su mano -¿esto está bien? -Anko sonrió divertida, Itachi con reticencia estiró su mano entregando su manjar, valía la pena, habían bajado la guardia y este era el pago -vaya, eres bastante veloz, me agrada, te acabas de ganar una parte de tu suegrastra -Naruto rió divertido -vayamos al departamento, aquí cualquiera puede verlos, deberían controlarse, me hacen sentir una anciana al tener que decir esto bastardos, eso les costará un segundo paquete, muévanse-

Itachi sonrió ligero, era divertida la chica, Naruto se acercó a su lado, caminó con un sonrojo evidente, el Uchiha observó su pequeña mano, no dudó en tomarla suavemente y acariciarla, el Hatake sonrió de ojos lindo -¿Cómo demonios sucedió esto?, Esperen, no digan más, Kakashi también preguntará, aún estoy en shock, demonios, acabas de llegar, enserio tu papá se pondrá histérico, porque obviamente mi pequeño Naru-chan, eres el uke -el Hatake tenía arañas en el rostro -¿cómo te atreves bastarda? -Anko rió con maldad -¿cómo que cómo?, es evidente cariño, ahora pasen par de sanguijuelas y no digan que no, porque yo ví lo contrario -un sonrojo enorme cubrió a ambos, entraron al departamento.

Kakashi estaba en la sala tomando una siesta con el libro naranja en su rostro, Anko sonrió con diversión, caminó lentamente, se sentó en su piernas -si te pones en esa posición, después no me culpes kashi -Kakashi sonrió, la arrastró sobre su cuerpo -ven aquí preciosa, llegas tarde -Naruto negó al verlos manosearse, Itachi se puso rojo, giró su rostro avergonzado -paaaaa tenemos visita demonios -Kakashi se levantó de golpe ante la risa de su pareja y el grito de su hijo, giró su mirada viendo en el pasillo al Uchiha, levantó una ceja con duda -kohai, me da gusto verte, ¿sucede algo? -Anko bajó besando su mejilla -iré a preparar la cena, me toca -asintieron, Naruto la siguió con velocidad, la chica lo detuvo sin dejarlo pasar -no huyas sanguijuela cobarde -el pequeño levantó un enorme puchero ofendido.