Trato.

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Kyle se quedó pensando en lo que le dijo su amigo al ir de camino a la casa de Eric. No sabe cuánto tiempo se quedó platicando con Stan, pero el gordo estaba tan cómodo platicando en el sofá de la sala con el rubio.

¿Es que acaso no se separan un momento?

¿En qué momento su relación se había vuelto así de buena?

—Ya llegué.

—Si, ya vi.—Respondió sin más.

—Oh, bienvenido.

Kyle estaba esperando algo con sarcasmo de su parte algo como “Oh, pensé que los judíos ya mandaban hologramas” más nunca llegó el insulto.

—Bueno Eric nos vemos.—Escuchó a Butters despedirse y sus pasos alejándose a la puerta principal.

Estaban a solas…

—Terminemos rápido ¿si?

—¿Rápido?

–Odio hacer tarea, ya lo sabes.

–Bien…

Pusieron toda la atención a la lectura, su proyecto consistía en hacer un ensayo sobre el libro “La vuelta al mundo en ochenta días”.

Sabía que Cartman no seguiría con su farsa a solas, pero otra vez no siguió como en clases; no sabía de todos modos que ganaría con eso, ¿no era más fácil si cooperaba en hacer la estúpida tarea?

—Cartman…

—¿Qué? —dijo sin levantar la mirada del libro.

—Sabes que si algo te está pasando, puedes decírmelo ¿cierto?

El castaño lo volteo a ver raro, no entendía del todo el comentario o quizá sí, pero haría lo posible porque Kyle no notara esa sensación fugaz de contarle o decir una sola cosa que lo delate.

—¿Estás seguro de eso? Sabes que los dos tenemos bastantes razones para no confiar el uno en el otro.

Kyle se quedó callado, sabía que Cartman tenía bastante razón en ello, pero si en serio estaba cambiando quería ponerlo a prueba.

—Sabes… No voy a fingir que en el pasado no me molestaban tus insultos y mucho menos que no me molestaban tus burlas y demás, pero sí en serio estás cambiando estoy dispuesto a hacer esas diferencias de lado y ser un buen amigo para ti.—tiró su discurso.

Para Cartman eso fue bastante raro y por la mirada del pelirrojo se dio cuenta que nada de eso era genuino y aun así decidió seguirle la corriente. Quería terminar con la tarea y que se largara de una buena vez antes de que…

—Gracias Kyle, eso es muy amable de tu parte.—Ahora era Kyle y ya no era más “Khal”. Bajó la mirada al libro y supo acomodar su voz lo más seguro posible.— De verdad no me pasa nada, en serio agradezco tu preocupación.

—Está bien, te creo.—Ni de chiste se tragaba eso.

—Aunque me sorprende mucho el interés que tienes hacia mí, quiero decir, esa preocupación.

—¿Se puede hablar honestamente contigo?

—Kyle, para que estés más tranquilo de ahora en adelante no te volveré a mentir jamás.

Los ojos azules de Cartman no parecían mentir. Odiaba admitirlo, pero conocía mejor al castaño más de lo que quería; igual a veces conocer casi perfectamente a su némesis era algo bueno.

—¿Tú estás prometiéndome algo a mi? A quien dices odiar con cada célula de tu cuerpo.—Enarcó una ceja dejando por completo el libro en la mesa.

—Si, yo mismo.

Le daría el beneficio de la duda, eran más sus ganas de saber a qué juego estaba llevándolo y era mejor estar precavido.

—¿Por qué has estado tan distante? —Se sinceró sin querer, no había forma de retractarse. No había forma de que se equivocara de pregunta.—Mejor olvídalo.

—¿Me distancié?

—N-No es nada, olvida que dije eso.

—La verdadera pregunta es ¿Les hice falta?

—Eric basta.—endureció su mirada.

El rostro de asombro no era algo que pudiera ocultar fácilmente, eso lo había tomado por sorpresa. Nunca o casi nunca lo llamaba así, todo el tiempo era ofensivo y era recíproco.

Aun así...

—Está bien, dejemos esto si quieres continuamos mañana con el proyecto igual ya avanzamos mucho hoy.—propuso el castaño sin darle la cara a Kyle.

—¿Seguro? ¿O es que vas a jugar videojuegos?

—No, pero si quieres podemos continuar, yo lo decía porque te ves estresado.

Para Kyle el ambiente se había puesto bastante tenso. No quiso exponerse de esa forma, era extraño que se le saliera eso como si llevara callando por mucho tiempo.

—¿Qué tal si jugamos por un rato? — sugirió Kyle, cosa que dejó algo sorprendido a Cartman.

—¿Prefieres jugar que terminar el proyecto? ¿Dónde está el verdadero Kyle? Quiero hablar con él.—decía entre risas mientras levantaba uno de los costados de su ushanka.

—Ahora los dos estamos siendo unos completos idiotas.

—Está bien, vamos a mi cuarto.

Eran pocas las veces que Kyle subía a esa habitación por su cuenta. Necesitaba distracción de su mente algo necesitada de respuestas...

Respuestas que seguro jamás le llegarían.

—Te dejo elegir el juego, solamente porque estoy seguro de que creerás que hice trampa o algo así.

La mirada dudosa del pelirrojo no se hizo para nada desapercibida, empezó a ver los juegos del gordo y finalmente escogió uno de peleas uno contra uno.

—¿Estás seguro que quieres ese? —preguntó con aires de retarlo.—Bueno, sea cual sea te voy a patear el culo como se lo pateé a Butters ayer.

Butters...

"¿Por qué siempre tiene que mencionar a Butters en cada conversación? "Se preguntaba con un ligero aire de incomodidad que se obligó a olvidar.

—Claro que no culo gordo.

—Bueno, ya que te ves tan decidido, ¿Qué tal si apostamos? —la picardía en sus ojos y su sonrisa no se hicieron esperar, eso lograba algo en su amigo de mirada esmeralda.

—Está bien, ¿Qué quieres apostar?

—Si yo gano quiero que hagas tu solo el ensayo y me dejes tranquilo.

—¡¿Qué?! Pero ¡¿Por qué siempre tengo que hacer yo solo la tarea?! Además ... ¿Dejarte tranquilo? ¿Te he molestado siquiera?

—¿Qué es lo que quieres a cambio si yo pierdo? —cortó sus preguntas lo más rápido que pudo.

Kyle estaba completamente seguro de que el gordo ocultaba algo. No entendía a qué se refería con "dejarlo tranquilo" así que le daría dónde menos quiere...

—Si yo gano, tú tendrás que pasar las tardes conmigo.—soltó su demanda, ya no había vuelta atrás.

—¿Qué carajo?

—¡Y solo conmigo! No con terceros, sin Butters ni nadie más ¿Entendiste?

La mirada de Kyle era más demandante que nada. Cartman sabía lo peligroso de esa mirada, pero ya habían apostado, es de las pocas (nulas) veces donde siente que realmente se arrepiente.

—No entiendo por qué querrías eso, pero bueno ¿Trato?

—Trato.

Sellaron así su trato entrelazando sus manos rápidas y firmes.

Yo no me acostumbro [Kyman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora