⌑𝗗𝗮𝗱⌑ | 𝗝𝗶𝗖𝗵𝗲𝗻

11

Taeyong miraba a su yerno (ex, pero dejenlo asimilarlo todavía) buscando a su hijo con la mirada. Jisung ya se había acercado a Taeyong y a Jaehyun para preguntarles, pero Jaehyun no estaba ni enterado y Taeyong aún no quería hacer algún movimiento que interrumpiera su plan.

Él aún tenía la interrogante de por qué esos dos no seguían juntos. Cuando su lele llegó una noche y les dijo a los dos que Jisung no era más su novio él en serio pensó que su hijo estaba jugándoles una broma, pero entendió que todo era verdad cuando lo escuchó llorar y correr a los brazos de los dos para refugiarse ahí.

Días después, la sorpresa para Taeyong y Jaehyun de hizo más grande cuando el mismo Jisung se encontró con los dos y les agradeció por haberlo hecho parte de su familia todos esos años que estuvo con Chennie, confirmándoles a ambos que la relación había terminado.

Ahora, claramente Taeyong no obligaría a su hijo a seguir con Jisung si ya no lo amara o si alguno de los dos le hizo daño al otro, pero luego de conversar con Lele, y chismear un poco con Jaemin, entendió que todo había sido una enredadera de sentimientos.

Y el que insistió en terminar fue su mismo hijo.

Él puede ser incluso mayor que su esposo, pero no es tan viejo como para no saber que para esta situación si hay una solución, y esa sería, obviamente, la comunicación.

Pero bueno, él no quiere ver a su hijo triste otra vez y desea con toda su alma que viva una vida feliz, así que su plan para darle una pequeña ayuda al amor empieza con él conversando con Chenle.

─ ¿Bebé? Soy yo, Chennie, papá Taeyong, ¿puedes abrirme la puerta, cariño? ─Taeyong tocó la puerta de su hijo y esperó por una respuesta apoyado en la pared.

No la tuvo verbalmente, pero sintió como el seguro de la puerta era quitado y se mantenía un poco abierta, entendiendo que se le había dado permiso para entrar.

Ingresó con pequeños pasos a la habitación u vio a su hijo sentado al borde de la cama, con la mirada en sus pies y sosteniendo el peluche de oso que, oh casualidad, fue un regalo de Jisung por su segundo aniversario.

Se sentó a su lado y pasó un brazo por sus hombros, logrando que Lele recostra su cabeza en el e inhalara su perfume, soltando un suspiro triste después.

─ Puedes decírmelo, Lele, papá no te juzgará ─y al momento de decir esas palabras, sintió como su hijo se acomodaba más cerca de él y empezaba a llorar.

─ N-No sé que hacer, papá ─Chenle intentó limpiar sus lágrimas pero estas seguían bajando por sus mejillas─ Estoy tan confundido que lo único que llega a mi mente es arrepentimiento y sobre todo vergüenza. Siento que arruine lo más lindo que tenía y no sé cómo arreglarlo.

Taeyong abrazó a su hijo y acarició su espalda tratando de calmarlo. Él escuchó cada palabra y no habló hasta que Chenle desahogara por completo todo lo que tenía que decir.

Así que cuando eso sucedió, se alejó un poco de si hijo para poder mirarlo a los ojos.

─ Jinrak, te amo, eres el regalo más hermoso que me dio la vida y sé que hablo por Jaehyun al decir que siente lo mismo por ti. Somos tus padres y como cualquier otro padre lo que más quiero en esta vida es verte feliz, viviendo una vida que no te prohíba nada y siendo libre al tomar tus propias decisiones. Sé que para llegar a eso primero tienes que tropezar y caer, y eso es lo que está pasando ahora, un tropiezo del cual tienes el poder de levantarte, no está todo perdido, Lele.

Acarició la frente de su hijo y acomodó sus cabellos, esperando a que el menor procesará sus palabras y entendiera de una vez por todas.

─ ¿Estás seguro que no? Lo traté muy mal la última vez que nos vimos y hoy no pude estar en la misma habitación que él, y pensé que si iba a lograrlo para demostrarme a mi mismo que había tomado la decisión correcta, p-pero fue todo lo contrario, y tengo miedo, papá.

─ ¿Miedo a qué? ¿A Jisung?

─ A que Jisung ya no me quiera como yo lo sigo haciendo.

Taeyong soltó una risa incrédula y se levantó de su lugar, volviendo a acomodar los cabellos se Chenle y dándole un beso en la frente antes de dirigirse a la puerta.

─ En serio, Lele, si ese chico no te quisiera como siempre, no estaría buscandote por toda la casa y preguntando por ti. Estoy tan seguro de que él sigue sintiendo lo mismo como también estoy seguro de que en unos segundos adivinara que te escondiste aquí.

Y como si Chenle aún no entendiera lo sabio que es su padre (o lo predecible que es Jisung) se sorprendió al escuchar golpes en la puerta de su habitación.

─ ¿Chennie? Mmh ¿Estás ahí? Q-Quiero hablar contigo, por favor, necesitamos solucionar esto de una vez.

Con una ceja alzada y una mirada divertida, Taeyong le dio una última sonrisa a su hijo antes de abrir la puerta y encontrarse con un muy confundido y esperanzado Jisung.

─ En tus manos están los sentimientos de mi hijo, Jisung, esperó que todo esto terminé bien para todos ─le sonrió al más joven y salió de la habitación, dejando a Jisung adentro de esta y una conversación que daría fin a muchas cosas.