Después de pasar mínimo dos semanas, Pandy (Y en partes Poley) rogándole casi casi para que se mudará a la casa. Al final, el castaño terminó cediendo a la insistencia de ambos peliblancos.
Muy poco a poquito fueron llevando cosas a dejarlas en la casa.
Para este punto, ya solo faltaba una mochila con cosas.
—¿Ya va a llegar?—Pandy tenía sus pies y piernas sobre la recargadera del sillón, estaba básicamente de cabeza; Poley estaba sentado en otro sillón leyendo un libro, levantó la vista y miro a su niña.
—No Pande, falta un rato todavía. —Miro el reloj, eran las 2:00pm y el castaño dijo que llegaría a eso de las 3:30pm talvez.
—Awwww...—Se entristeció y dio una vuelta extraña en el sillón, la sangre se le había ido al cerebro y empezaba a marearse.
—Ten cuidado nena. —Pandy se bajó del sillón y camino con cuidado a la cocina yendo por algo de comida.
Acercó una silla a la alacena, subió cuidadosamente a la silla y estando arriba de ella abrió la puerta del almacén y busco en él lo que quería; encontró dentro un paquetito de galletas el cual sacó.
Bajo de la silla, la dejo en su lugar y se regreso a la sala con su papá.
En el camino abrió el paquetito de galletas y le ofreció una a su papá, Poley agarró una galletita mientras que Pandy se fue a las escaleras para irse a su cuarto.
Se quedó dentro de su cuarto dibujando, saco unos peluches de los que tenía guardados y jugó con todos ellos y de esos peluches dibujo otros.
Estaba dibujando cuando escucho ruido en la puerta, se emocionó y se levanto de golpe, corrió a la puerta de su cuarto, la abrió y se bajó como siempre; usando el barandal de togoban.
Doggy ya había llegado y estaba platicando con Poley.
—¡Doggyyyy!—Se aventó encima del castaño casi tirandolo y lo abrazo.
—Hola Pandy—La niña se le quedo pegada al castaño, cosa que no le molesto.
—Pasame tu mochila—Dijo el peliblanco, Doggy le paso su mochila—Tienes muy poquitas cosas ¿no?—Dijo, luego de recordar que prácticamente no había traído casi nada en general.
—Sí. Pero bueno. —Poley le dio un beso en la frente, beso que el castaño también le devolvió pero en los labios.
—Yo también quiero besitos—Dijo la bicolor jalando la ropita de Doggy. El castaño le dio un besito en la frente que la hizo sonreír, luego para caminar hacía su papá Poley y que este también le diera un beso.
—¿Feliz?—Pregunto el albino.
—Sí, mucho. —Dijo sonriendo, victoriosa.
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AMO EL DOJI X POLEY AUUUU GRRRRR MAS PAPÁS GRRRRR.
Próxima actualización: En navidad probablemente ☠ (es que los bloqueos me están matando ayuda, denme ideas)
