VI

1.5K 153 9
                                    

—¿Me tratas como si fuera especial para tí y fuiste tú quien ocasionó todo?

—Déjame explicarte.

—¡Y ahora estoy junto a tí!—me aparto de él.

—¡No fuí yo!

—¡Acabas de confesarlo!

—Bueno, si fuí yo. Pero no estaba consciente en ese momento, ni después. Perdí la memoria y no sabía que pasaba a mi al rededor. Cuando desperté fuiste lo primero que ví y sentí una enorme tristeza, pero no sabía quién eras. Y luego te recordé, y me arrepentí muchísimo pero ya no servía de nada porque se suponía que estabas muerta—deja escapar un suspiro. No me dí cuenta cuando empezó a llorar, pero ahí lo tenía frente a mí, sin poder contener sus lágrimas—. Quise arreglar mis acciones y por eso me entregué a los soldados. Si podía ayudar a crear una vacuna, no me importaba sufrir o morir.

Me quedo callada unos segundos analizando todo lo que me dijo. Finalmente se había resuelto la incógnita que me perseguía desde que había aparecido en ese edificio.

—Por favor no me odies. Créeme que jamás lo habría hecho si hubiera estado consciente. Fuiste la primera persona que me apoyó y estuvo para mí desde hacía mucho tiempo.

—No puedo recordarte, pero aún así tampoco puedo odiarte. Algo dentro de mí me lo impide.

Sus ojos miran los míos y yo los de él. Acomoda un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y luego desliza su mano, acariciando mi mejilla. La sonrisa cálida que me da hace que poco a poco yo también sonría, no sé qué es lo que siento, pero me gusta sentirlo.

—¿Por qué estás tan feliz? ¿Qué te hace sonreír tanto?

—Una vez alguien me dijo que me me veía bien sonriendo, desde ahí intento hacerlo con más frecuencia.

—Esa persona tenía razón—pienso.

—Creo que si—sonríe más.

Aparto la mirada con gran vergüenza, no lo había pensado, lo había dicho.

Toma mi mentón para dirigir de nuevo mi mirada hacia la de él.

—¿Por qué siento que esto ya lo he vivido?

—Porque tal vez ya lo haz hecho. Solo falta una cosa.

—¿Qué es?

Lentamente acerca sus labios a los míos, más que dispuesto a besarme, pero lo detengo abruptamente luego de notar algo raro.

—Espera, ¿vamos a ignorar el hecho de que hay dos personas viéndonos?

Ambos miramos hacia la puerta de cristal que nos muestra a Eunyoo y Chanyeong observándonos. Al darse cuenta de que los vimos intentan disimular y se ponen a hablar entre ellos.

Suelto una risita y luego miro de nuevo a Hyunsoo.

—Tu sonrisa es lo más reconfortante para mí. Jamás pude olvidarla, y me siento tan honrado de poder verla de nuevo.

Tomó la mano de Hyunsoo para apartarla de mi rostro.

—Buenas noches, intenta descansar—me alejo de él, y en caunto salgo de ahí Eunyoo me aborda con sus preguntas.

—¿Que pasó? ¿Recordaste? ¿Si se besaron?

—No y no. Me contó la verdad, que no fue un monstruo que escupía fuego el que hizo todo, sino que fue él.

—Oh. ¿Y... no estás enojada? Dime que no planeas dejarnos. No quería mentirte pero si te decía la verdad temía que algo malo pasara.

—Eres muy amable.

Infierno II | Sweet Home 2 y 3Where stories live. Discover now