ఌ︎Lo siento vaquero

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Normalmente tus vacaciones las pasabas en casa disfrutando de tu cama, libros, videojuegos... Cualquier cosa que calmara tu necesidad de hacer algo... Eso hasta que esta vez uno de tus tíos te había pedido ayuda con sus "hijos".
Hiciste una pequeña maleta ya que, según tú no ibas a pasar mucho tiempo en aquel lugar.

- ¿Tren? - dijiste mientras hablabas por teléfono.
- Sí, algo bueno a la antigua, así por pocas veces disfrutas de la vida niña. - dijo Roy quien estaba saliendo de atender a un paciente y había aprovechado para darte instrucciones una vez llegaras al lugar.
- Vale vale... ¿Y cuántos años tiene tus hijos?
Escuchaste una risa fuerte en la otra línea mientras salías de tu casa para tomar un taxi.
- Lo vas a averiguar cuando llegues.

Dijo Roy y termino la llamada, no comprendiste en un principio, solo suspiraste y te encogiste de hombros.
El camino empezó y aunque era algo aburrido, las vistas que había eran increíbles, si bien el recorrido fue largo pasaste buenos momentos que hubieras agradecido tomar fotografías.

El final llego y con curiosidad bajaste del tren, no había mucha gente y el lugar se veía como esas películas del viejo oeste... ¿A caso sería la oportunidad de un romance con un "vaquero"?
Reíste al pensar eso y simplemente te fuiste al lugar donde Roy te dijo que esperaras, pero para tu sorpresa no fue Roy... Fue uno de sus ayudantes el cual era bastante amable, pero no entablaste platica alguna con él. Mirabas a tu alrededor, era un paisaje un tanto desconocido, habían pasado años desde que lo habías visitado, sin embargo lo que llamo tu atención fue un grupo de hombres que se encontraban cabalgando, entre ellos uno en específico. Miraste disimuladamente al varón en cuestión, cabello rubio y güero.
Reíste levemente y continuaste viendo el paisaje.

Al llegar a la casa te sorprendiste ya que... No había rastro de los niños, la voz de Roy se escucho en la cocina.

- Te tardaste mucho.

- Claro, tu joven ayudante me quiso dar un tour por el lugar.

- Come algo, después te enseñaré tus tareas.
Dijo mientras te extendía un plato con un sándwich de jamón, reíste un poco y solo asentiste.
Platicaron unos minutos para estar al corriente con sus vidas, después de eso te llevo a lo que era un establo.

- Bien... Te presento a mis niños. - hablo Roy abriendo la puerta señalando a dos caballos.
Mis cejas se arquearon y mis ojos se entrecerraron dudando de sus palabras.

- ¿Qué? - murmuraste mirando a los equinos mientras sentías una punzada en el estómago, no estaría hablando en serio, ¿o sí?

- Tormenta y Lino, lindos ¿no? - hablo el mayor una sonrisa en su rostro mientras caminaba con el más oscuro y lo acariciaba. - Te encargaré que cuides de Lino, al parecer Tormenta necesita atención médica, yo no puedo encargarme de los dos al mismo tiempo así que...
Lo dejo en tus manos. - dijo mientras sacaba del establo a Tormenta y lo llevaba fuera de ahí, le seguiste de cerca tratando de comprender sus palabras pero cuando menos lo esperaste, el caballo ya estaba en el remolque y tu tío en la camioneta.
Te dió las llaves de la casa y un cuaderno con números de emergencia. Todo sucedió de forma rápida y sin darte cuenta ya se había ido, te quedaste parada como boba viendo el desvanecer de la camioneta y el remolque a la distancia.

- Demonios... - murmuraste estrujando las llaves dando pasos molestos hasta la casa. - Ni siquiera me dijo cuanto tiempo iba a tardar. - Dijiste sentándote tratando de procesar, no conocía del lugar... ¿A caso era un tonto al dejar a una joven en un lugar desconocido para ella? Sí, estúpido.

Phillip Graves/ headcanons y one shortsWhere stories live. Discover now