cap.6

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Su rostro reflejaba dolor y angustia mientras era ingresado de urgencia al hospital. La sala de emergencias estaba llena de médicos y enfermeras que se apresuraban a atenderlo.

La herida de cuchillo en su costado derecho era profunda y sangraba abundantemente. El ambiente se llenó de frenesí mientras los médicos luchaban por estabilizarlo. Las luces brillantes del quirófano iluminaban la habitación, creando una atmósfera tensa y llena de incertidumbre.

El sonido constante de los monitores cardíacos resonaba en el aire, marcando el ritmo acelerado del corazón de Quackity. Los médicos trabajaban con destreza, limpiando cuidadosamente la herida y suturándola para detener la hemorragia. Cada movimiento era preciso y calculado, mientras luchaban por salvar la vida del querido principe.

El olor a desinfectante llenaba el aire, mezclado con la ansiedad y la preocupación palpable de todos los presentes. Los familiares de Quackity esperaban con angustia en la sala de espera, rezando por su pronta recuperación. El tiempo parecía detenerse mientras todos esperaban noticias sobre su estado.

Después de un rato los amigos más cercanos de quackity llegaron al hospital, para brindarle apoyo a sus padres, pues eran quienes más estaban preocupados.

-- ¿Aún no hay noticias de quackity?

-- No, ninguna desde que entró a quirófano...

-- Ey tranquilos, quackity es un chico fuerte, seguro estará bien

-- Rivers tiene razón, solo tengamos fé, ya verán que va a estar bien

Con ayuda de las palabras de Roier y Rivers, los demás presentes se alivianaron un poco, pues era verdad lo que decían, todos se mantuvieron en silencio después de eso, hasta que escucharon como los llamaban.

-- ¿Familiares del principe quackity?

Finalmente, después de horas interminables, los médicos emergieron del quirófano con una mezcla de cansancio y alivio en sus rostros. La cirugía había sido un éxito y Quackity estaba fuera de peligro. Aunque la recuperación sería larga y requeriría tiempo, la esperanza volvió a llenar el corazón de todos.

-- ¿Podemos pasar a verlo doctor?

-- Lamentablemente aún no, está muy débil por la cirugía y necesita descansar

-- ¿Y cuando podremos verlo?

-- Probablemente en un rato, él aún está dormido por la anestesia, podrán verlo cuando despierte

-- Gracias doctor

Pasaron varías horas, y por fin les dieron la noticia de que quackity había despertado y podían pasar a verlo. Los primeros en pasar fueron sus padres quienes tardaron mucho en salir, después sus amigos fueron los que más rápido salieron, y finalmente spreen, a quien más quería ver quackity en ese momento.

Al entrar a la habitación miro como quackity estaba sentado en la camilla, y justamente lo estaba esperando.

-- Hola quacks

-- Hola spreen

Spreen se acercó a él y lo abrazo, acariciando su cabello y dándole besos en su frente.

-- ¿Cómo te sientes?

-- Pues, aún estoy adolorido y cansado

-- Es normal, tienes pocas horas de haber salido de quirófano, nos tienes que contar quien o como te hiciste esa herida...

-- Ahora no quiero hablar de eso...

-- De acuerdo, todo a su tiempo

El principe, aunque débil y dolorido, se encontraba rodeado de amor y apoyo en su habitación de hospital.

Ambos se la pasaron juntos lo que restaba de la hora de visitas, lo cual no fue mucho tiempo por ser en media madrugada.

Pero spreen regreso al día siguiente para estar acompañando a quackity, y así fue todos los días, a primera hora de la mañana spreen ya estaba ahí con quackity.

Quackity se encontraba en recuperación después de una complicada cirugía, pero su corazón se llenaba de alegría al saber que su amado Spreen estaría allí para visitarlo una vez más. Cada día, sin falta, Spreen llegaba al hospital con un ramo de flores frescas y una caja llena de comida casera.

Al entrar a la habitación, el aroma dulce de las flores llenaba el aire y traía una sonrisa al rostro cansado de Quackity. Spreen colocaba cuidadosamente las flores en un jarrón junto a la cama, asegurándose de que estuvieran perfectamente dispuestas para alegrar el espacio.

Después de dejar las flores, Spreen se acercaba a Quackity con los ojos brillando de amor y preocupación. Tomaba su mano con ternura y susurraba palabras reconfortantes, recordándole lo valiente que había sido durante la cirugía y lo mucho que lo amaba.

Luego, Spreen sacaba la caja llena de comida casera del bolso. Dentro había deliciosos platillos preparados con esmero: una sopa caliente llena de nutrientes para fortalecer el cuerpo de Quackity, un suculento pollo asado con guarniciones coloridas y un postre dulce como recompensa por su valentía.

Quackity no podía evitar sentirse agradecido por tener a alguien como Spreen a su lado. Cada bocado de comida casera sabía a amor y cuidado, y cada visita diaria era un recordatorio constante de que no estaba solo en su proceso de recuperación.

Juntos, compartían risas y conversaciones reconfortantes, creando un oasis de calma y cariño en medio del ajetreo del hospital. Quackity se sentía bendecido por tener a Spreen como su apoyo incondicional, su roca en momentos difíciles.

Así, día tras día, la rutina se repetía. Las visitas de Spreen llenaban el hospital de amor y esperanza, y Quackity se aferraba a ellas como un faro en la tormenta. Sabía que con el amor y cuidado de su pareja, su recuperación sería más llevadera y exitosa.

Y así continuaron, juntos, construyendo recuerdos hermosos en medio de esa etapa desafiante. La historia de amor entre Quackity e Spreen se fortalecía con cada visita al hospital, demostrando que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo.

Después de un mes de que quackity estuviera en recuperación, por fin era el día en el que podia salir del hospital. Y obvio el primero en visitarlo ese último día era spreen.

-- ¿Dónde está el chico más lindo de este reino? -Dijo mientras se acercaba para abrazarlo

-- Ni idea, no se dónde esté

-- Hablo de ti tonto

Spreen rodeó a quackity con sus brazos, dándole un abrazo fuerte y largo.

-- ¿Estás emocionado por salir de acá?

-- Si, demasiado emocionado

-- Bueno, entonces vámonos, primero te llevaré con tus padres al castillo, ¿Y te parece si más tarde vamos a cenar a un restaurante de mi reino que es muy bueno?

-- ¿Como una cita?

-- Exacto como una cita

-- Claro

-- Bien, ahora vámonos

Spreen agarró de la mano a quackity para irse del hospital hacía el castillo, pero sin antes despedirse de los doctores y enfermeras que lo habían cuidado.

Cuando llegaron al castillo, todos recibieron a quackity, pero había una cosa de la cuál no se acordaban, y es que la boda ya se acercaba y aún no tenía lista la decoración, y querían aprovechar ese día que quackity regreso para decidirlo. Y probablemente lo tendrían toda la tarde ocupado.

-- Spreen ¿Te parece si pasamos la cita para mañana?

-- Claro, no hay problema

-- Bien, gracias

Ambos se despidieron, pues quackity tenía mucho que escoger y organizar.

𖥻 ִ👑 ۫  ּ   *Matrimonio forzado*﹗spreeckity ˖  ་ 💭Where stories live. Discover now