Una vez más

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Al fondo, y bien adentro suyo iba a gozar una última vez de su cuerpo mientras el sol salía por la ventana y empezaba a alumbrar la habitación.

Deku no quería detenerse con él, no quería volver a su casa y tener que despedirse de ese cuerpo blanquito sin broncear. Le volvió a hacer un facial mientras se agarraba de los bordes de la cama, y él sonreía mientras lamía la punta.

Un rubio, de ojos colorado y blanco, parecía que estaba de viaje en Europa, incluso empezaba a dudar si tenía que pagarle algo despues de esa noche.

Él se despidió de Katsuki con poco menos que un beso en el hombro, sonrió con firmeza mientras se abotonaba la camisa y el rubio se iba a dormir.

Izuku se encontró con el grupo de amigos de Katsuki que estaban caminando por ese lado del pasillo buscando la habitación 35, no los miró mucho más que de reojo, causando una sensación de superioridad que realmente les hizo repudiarlo un poco más de la primera imagen que tuvieron de ese hombre saliendo del mismo cuarto que dónde tendría que estar su amigo durmiendo. No le hicieron muchas preguntas para no molestarle.

Aunque ellos se acercaban a murmurar cuando Katsuki se alejaba más de tres metros.

—Hombre —Kirishima fue el valiente en querer hablar del tema que les tenía un poco sacados de lugar.

—¿Qué? —la respuesta fue tan rápida que Kirishima se congeló por poco menos de unos cuantos segundos en silencios.

—¿Tuviste sexo con un hombre bronceado, igual de alto que vos, de ojos verdes, musculoso y de colonia de esas caras?

La descripción era tan acertada que también Katsuki quedó en silencio antes de responder afirmativamente, sin entender si lo habían visto o si le habrían dicho algo a ese hombre.

—¿Algún problema si lo hice?

—¡No, no! Solo quería saber porque anoche no supe a qué hora llegaste.

—Sí, tuvimos sexo después de volver del bar, sigo un poco ebrio.

—Ah... Es que parecía un poco mayor y pensé que tu estabas en abstinencia auto-impuesta.

—Ah, sí, es creo que el doble de mi edad.

—¿Eh?

Tener sexo no era lo mejor para alguien que trataba de entrar en recuperación.

Volver al mismo bar no le haría daño, no es como si él estuviera ahí de nuevo, no es que estuviera buscándolo de nuevo para llevárselo a la cama de nuevo.

Porque estaría mintiendo que no le gustaban un poco más mayores que él, de esos que tengan dinero y algo que ofrecer, y de preferencia más de seis pulgadas ahí abajo.

Se iba acercando a hombres mayores y de pelo con rulitos, pensando que podría ser él, no lo encontraba por ningún lado y se empezaba a frustrar conforme el calor le subía. Empezaba a ver a todos lindos y eso no era buena señal para él, quería tenerlo otra vez e ir a revolcarse de nuevo en la misma habitación.

Alguien le agarró de la cintura y le pegaron una de esas gordas, una dura y lista, justo en el centro de su trasero, no le importaría quien sea, pues había conducido solo para buscarlo a él, pero si no se aparecía, iba a buscar a cualquier otro que tenga algo que darle. Le empezaron a besar el cuello y sabía dónde iba a terminar eso, por lo que agarró de esas manos ajenas y lo llevó a las zonas más oscuras del sitio.

Garganta profunda ⟨Dekukatsu⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora