Naruto, maestro del reino celestial

Capítulo 10: Plan fallido/ultimátum del tirano

"Un águila sabia esconde su garra".

Alguien dijo una vez tgat y Naruto estuvo totalmente de acuerdo.

Incluso cuando comenzó a recuperar su antigua fuerza, Naruto no mostró ninguna diferencia exteriormente. Sabía que siempre estaba bajo la constante vigilancia de dos clanes de demonios, a saber, Gremory y Sitri.

Desde la última reunión, los miembros de la ORC y los consejos estudiantiles siempre desconfían de él. Bueno, los consejos estudiantiles siempre desconfían de él incluso antes de que aparezca Mana. Pero la cautela es obviamente diferente a la anterior.

Al principio era una cautela de "Crea un problema, te castigaremos", pero ahora ha cambiado a "Él es peligroso, no provoques a toda costa".

Aunque no es que pueda culparlos. A sus ojos, los Fénix son respetados pero temidos, y hasta cierto punto él, el que se alió con dicho Fénix, también, por supuesto, lo considera peligroso. Para hacerlo simple, le temían por su conexión, no por sí mismo. Pero eso estuvo bien. Cuanto menos sepan, mejor para él.

Era una hermosa noche en el inframundo, un cielo oscuro y claro cubierto de estrellas ya que su decoración hacía que la noche fuera perfecta para que los demonios salieran.

Sin embargo, esos sentimientos de tranquilidad no son compartidos por los participantes de las reuniones del consejo, ni mucho menos, la atmósfera es pesada ya que todos los demonios de mayor rango miran fijamente a un individuo que todavía usa una fachada de sonrisa falsa.

"¿Escuché eso bien?" Ajuka Beelzebub preguntó con agitación apenas disimulada mientras miraba al joven heredero de Astaroth como si acabara de ver al ser más estúpido del mundo.

"¿Acabas de decir que enviaste asesinos a la persona que claramente se alió con EL Fénix?"

"Sí, Beelzebub-sama" Dijo como si fuera la cosa más natural del mundo.

"¡¿QUÉ MIERDA TE PASA?!" "¡¿ENTIENDO QUE SU ACCIÓN TONTA PUEDE TRAER ENORMES PELIGROS A NUESTRA CAUSA?!"

Inmediatamente el salón entra en caos mientras todos lanzan maldiciones tras maldiciones al tonto heredero, incluso Falbium Asmodeus, el demonio más vago con su propio centavo, principalmente porque no puede dormir con tanto ruido y eso empeoró su estado de ánimo.

Grayfia simplemente se alegra de haberse negado a llevar a Milicas aquí cuando él lo pidió, no será bueno para su educación.

"Entiendo por qué ustedes, damas y caballeros, están molestos, pero por favor escúchenme", dijo la heredera que causó este problema, Diodora Astaroth con calma mientras sonreía, pero en el fondo en realidad temía por su propia vida debido a la cantidad de intención asesina dirigida hacia él.

Justo en ese momento la puerta se abrió y reveló tres figuras envueltas en una capa que nadie reconoció excepto Diodora Astaroth. Su sonrisa se convirtió en una gran sonrisa cuando los vio.

"Damas y caballeros, por favor no se preocupen por ellos, son los asesinos que mencioné antes". Eso sorprendió a todos, si están aquí, ¿eso significa que tienen éxito? Pero eso todavía no resuelve el problema. La última parte son sólo pensamientos de demonios sin medio cerebro.

"Espera un minuto" dijo uno de los demonios "Ya que están aquí, supongo que tuvieron éxito en su asesinato, ¿verdad?" preguntó uno de los mayores. La figura encapuchada en el medio simplemente asiente en silencio.

"Ya veo, entonces el joven Astaroth nos está haciendo un favor". La reacción de los consejos fue inmediatamente de 180, pero antes de que pudieran felicitar a los Astaroth, una fuerte tos los interrumpió. Era Ajuka Belcebú.