Phillip Graves/ headcanons y one shorts

✵Ratoncito

Soy un hombre afortunado, tengo buenos amigos, un trabajo muy bien pagado que arriesga mi vida...
Mi convivencia laboral es fantástica sin embargo, la vida no me sonrió tanto en la vida de pareja...
Desde joven mi miedo ante lo que diría la sociedad era exagerado. Ahora puedo decir con orgullo que las mujeres nunca fueron lo mío... Pero, ¿qué hacer cuando te gusta tu jefe? La vida se ensaño conmigo en ese aspecto.

- Hoy invito los tragos mis niños. - Dijo el comandante en el bar en el que estábamos.
Habíamos terminado las misiones del mes con mucho éxito, no podía evitar verlo de esa manera tan relajada y tan humana cuando estaba bebiendo. Sin embargo apartaba la mirada al ver a mis compañeras acercarse a él.

Después de un rato bebí otro shot más, pero necesitaba aire libre, salí un momento y saque mi cajetilla de cigarros, mire al cielo mientras encendía el cigarro y suspiré. Iba a renunciar...

"No puedo continuar así, terminaré más mal mental que físicamente."
Pense mientras le daba una calada al cigarro, el sonar de la puerta abrirse no interrumpió mi pensamiento ni mi atención... Eso hasta que escuche una voz.

- Soldado, ¿qué haces aquí?, ¿por qué no entras?

Escuche de mi comandante mientras daba una calada más, me encogí de hombros sin mirarle y saque el humo de forma lenta.

- Quería relajarme supongo... - murmure mirando las luces de los edificios.

- Así no se hace... Tch. - escuche decirle al igual que escuche sus pasos acercarse, en ningún momento le dirigí la mirada solo hasta que sentí su mano en mi hombro para sentarse conmigo en la banqueta.

Mis ojos pasaron por su cuerpo de forma disimulada y suspiré.

- Usted, ¿por qué salió? - Dije de forma amable mientras miraba su mano que me exigía la cajetilla, saque de mi bolsa dicha y se la extendí.

- Me abrumaron esas señoritas... No es fácil ser yo.

Al escucharlo decir eso, mis ojos rodaron, reí levemente y me encogí de hombros.

- Supongo. - murmure mientras metía otro cigarro a mi boca al momento de encenderlo nuevamente la mano de Graves se posó en mi hombro, acercó su cara y le mire extrañado y avergonzado.
Él solo rió y movió su cigarro con sus labios.

- Oh, lo siento... - Dije de forma baja mientras agarraba el encendedor con nervios y prendía los cigarros.

Así, un momento que jamás pensé compartir llego, tal vez ya no hablabamos pero no era un silencio incómodo... Más bien solo era calma.
Observe nuevamente la ciudad, las estrellas y demás, aunque mi estrella favorita era la que tenía al lado, no podía verla.
En ese instante el pensamiento de mi renuncia llego y solo suspiré pesadamente.

- ¿Qué pasa chico?, ¿Estás muy estresado acaso? - dijo Graves de forma burlona recargandose en sus manos.

- Renunciare... - hable de forma baja sacando una sonrisa nerviosa mirando al suelo, mis ojos fueron a mi jefe de forma rápida pero al ver su rostro de molestia sabía que debía huir de ahí.

Me levante rápidamente, apague el cigarro y tire la colilla en un bote cercano, cuando quise despedirme mi cabeza golpeó con el pecho de Graves. Alcé mi vista y temí por un momento, nunca lo había visto tan molesto.

- Señor... ¿Está bien? - Dije nervioso mientras retrocedía, el tiro el cigarro y simplemente tomo con fuerza mi brazo, me llevo hasta un callejón cercano y ahí me empujó contra la pared sacándome un jadeo por la fuerza.

- ¿Por qué renunciarías? ¿Acaso no te doy lo mejor?, ¿Alguien te ofrece más maravillas que yo? - Decía el comandante molesto, mis ojos no se apartaban del suelo y mis labios temblaban. - Habla ahora...

- No es así señor simplemente, quiero hacer otras cosas y-

- Esa no es excusa suficiente. - Dijo interrumpiendo mis palabras y acercándose de forma peligrosa, mis manos fueron a sus hombros intentando mantener cierta distancia pero todo se fue al caño cuando me tomo nuevamente de los brazos bajandolos y pegándose a mí. Su rodilla quedo entre mis piernas y su cara cerca de la mía.

- He escuchado cierto rumor soldado... - murmuró con esa estúpida voz tan perfecta. - No te gustan las mujeres... Y creo que es verdad porque siempre noto tus ojos en mí, ¿no es así?

- Señor escucheme... - intente decir pero él me callo, poniendo un dedo en mi boca y dando movimientos con su cabeza.

- ¿Qué haremos contigo?, quiero decir... Renunciar no es una opción sin embargo podemos discutirlo en mi habitación.

Mis ojos se abrieron sorprendidos, y mi entrecejo se frunció.
Trague pesado y negué con mi cabeza.

- ¿Piensas desobedecer a tu comandante? -susurro en mi oreja mientras baja su mano por mis piernas, no iba a soportar que bromeara así conmigo, lo empuje molesto y herido por sus acciones mientras salía del callejón.

Ahora sí que iba a renunciar, sin embargo de nueva cuenta sentí la fuerza que tenía en mi muñeca jalandome hasta el estacionamiento, ahí abrió la puerta de su coche y me metió casi a la fuerza.
Seguido de esto él también se subió y comenzó a manejar mientras sus ojos buscaban algo.

- ¿A dónde me lleva?

- Dado que no puedo llevarte a mi casa ni a mi departamento... Un hotel servirá.

- Quiero bajar... Ahora.

- Tú no das las ordenes pequeño.

Exclamó burlon mientras seguía manejando y buscando.

- Hemos pasado al menos tres hoteles...

- Por favor lindo, ¿Crees que yo estaría en esos hoteluchos? Yo merezco más que eso.

Su comentario estalló en mí, aunque guapo y tenía razones para ser engreído y orgulloso, me molestaba un poco.

- Mientras dime que es lo que debo hacer para poder tratarte bien... Tal vez así te hago no renunciar.

- No soy un ratón de indias señor, si gusta experimentar que sea con alguien más pero no conmigo. - Dije molesto mientras fruncí nuevamente el entrecejo y suspiré.

- "Señor, señor, señor..." ¿Qué no sabes mi nombre?

- Lo hago por respeto...-

- ¡Yo no te pedí respeto! - exclamó Graves molesto.- me haces sentir viejo.

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Bueno bueno, aquí una para aquellos que gustan de Graves pero sus pronombres son masculinos...
No suelo ocupar el lenguaje inclusivo porque a veces se me hace difícil.