Perdonar es divino

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"A mi me es fácil olvidar
Tal vez puedas perdonar"

Ser la novia de un periodista deportivo tan conocido como lo era mi novio no era tarea fácil. Gastón iba y venía todo el tiempo. Ya me había acostumbrado. Cuando uno ama mucho al otro, se adapta a cualquier tipo de circunstancia. Había viajes en los cuales yo lo acompañaba porque me gustaba el destino o porque él me invitaba. A pesar de su trabajo, esos viajes siempre eran los mejores y en los que más disfrutábamos del otro.

Teníamos un departamento juntos en Puerto Madero, Buenos Aires. Me había propuesto ser su novia a los quince años y estaba a punto de cumplir veinticinco. Llevábamos casi diez años de estar juntos y casi un año de estar comprometidos. Él siempre estuvo conmigo en las buenas y en las malas, suspendió viajes por mí y eso conllevó a que lo echaran de ciertos trabajos. Pero todo valió la pena ya que TyC Sports lo había contratado para cubrir los eventos de la Selección Nacional.

Se acercaba la Copa América 2019 en Brasil. Gastón me dijo de ir con él y quedarnos unos días más aprovechando las vacaciones de invierno en Argentina.

-Lo conseguí- Escuché a Edul decir mientras miraba su computadora atento.

-¿El qué?- Pregunté acercándome a él y poniendo mis manos en sus hombros.

-Una entrevista en exclusiva con Scaloni en la previa a la Copa América- Yo seguía mirando su computadora pero no lograba entender qué tenía de bueno eso.

-¿Y ese quién es?- Cuando terminé de formular la pregunta, Gastón me miró incrédulo, me sonrió y me besó.

-Amo que no entiendas nada de mi trabajo- Dijo y volvió a besarme- es el técnico de la selección y entrevistarlo puede darnos muchos puntos de rating. Además, le puedo sacar mucha primicia. Hablar con él es lo que todos los demás canales quieren hacer y no pueden-

-No pueden porque no tienen a un genio llamado Gastón Edul que te soluciona la vida- Dije antes de volver a besarlo. Él se apartó un poco de la mesa para dejarme espacio a que yo me sentara en su regazo. Besarlo era mi actividad favorita. Podía pasarme la vida haciéndolo -Paremos porque tengo que seguir trabajando, amor- Yo me separé y le hice puchero con los labios- No me hagas esa cara porque soy capaz de renunciar y lo sabes- Me reí un poco y me separé de él para irme a preparar el almuerzo.

-¿Qué quiere comer el señor?- Pregunté sin mirarlo mientras buscaba en los cajones de la cocina alguna sartén.

-Además de a vos?- Me reí y me mordí el labio inferior. Él también se rió antes de contestar - estoy para unas milanesas con ensalada, si querés la preparo yo, pero ponete las milanesas en el horno- Yo asentí y empecé a buscar lo que me había pedido en el freezer. Cuando las encontré, me fui a dar un baño y a preparar las valijas. Al día siguiente, nos íbamos al tan esperado viaje.

Pasado el tiempo, las milanesas ya estaban sobre el plato y estábamos comiendo juntos con Gastón.

-¿Ya preparaste las maletas?- Preguntó él a la vez que se sentaba.

-Aproveché mientras se hacían las milanesas para ahorrar tiempo. ¿La ensalada está condimentada?- Él asintió y me serví una porción en mi plato.

***

-Pero qué belleza por favor- Exclamé cuando llegamos al hotel y noté la hermosa vista que teníamos desde nuestro balcón.

-La única belleza que veo acá sos vos- Dijo Gastón mientras me besaba el cuello y ponía sus manos en mi cintura mientras apoyaba su pecho en mi espalda. Yo me giré para verlo cara a cara y besarlo como correspondía. Él me alzó para que yo rodeara su cintura con mis piernas y me apoyó en una pared sin parar de besarme.

Corazón delator (Lionel Scaloni)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora