Lujuria [ROMANCE 4] [Vol.1: Terminado - Vol.2 - 01/Septiembre.]

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐕𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐨𝐜𝐡𝐨

𝙲𝚘𝚗𝚝𝚎𝚗𝚒𝚍𝚘 𝙰𝚍𝚞𝚕𝚝𝚘

┏━━━━━୨♡୧━━━━━┓
ᴘᴏʀ ᴄᴜʟᴘᴀ ᴅᴇʟ ᴄᴏʀᴀᴢÓɴ ɪɪ/ɪɪ
┗━━━━━୨♡୧━━━━━┛

  No encontraba una palabra "adecuada" para nombrarme por el simple hecho de haber aceptado su invitación.

Vine con una única regla, solo pasar el momento entre charlas, como de vez en cuando en el pasado solíamos hacer... Pero sabía que era una regla que no cumpliría; y era que escuchar su risa y su suave voz, me impuso a acabar sobre él, volviendo a besar los labios que no sabía que extrañaba.

Y acabé tocando su piel que tampoco sabía que echaba de menos, su rizado cabello, inhalando su dulce aroma masculino.

Quería que este momento fuese eterno, por segundo no quería que acabase, pero sus dedos entre mis piernas arruinaban esos deseos de la manera más placentera posible, provocándome una oleada intensa de calor en todo el cuerpo y que todos mis sentidos se nublaran. Apreté tanto mis piernas alrededor de él que lo escuché quejarse levemente, cerré mis ojos clavando mis uñas en su piel un tanto desesperada hasta que la segadora sensación se apaciguó.

Dejé caer mi pecho lentamente sobre el suyo sin dejar de mover mis caderas, volví a besar su boca escuchándolo gemir entre mis labios, gemidos repetidos a causa del placer que sentía.

Ambas manos se movieron hacia mis caderas, inmovilizándome. Ágilmente invirtió la posición en la que estábamos dejándome debajo de él, presionando mi cadera contra la cama, tres fuertes embestidas de su parte fueron suficientes para sentirlo correrse, dejándome una cálida sensación entre las piernas. 

Aun gruñendo y jadeando hundió su rostro en mi cuello, mordiendo sutilmente mi piel para luego dejar suaves besos a la vez que movía sus caderas suavemente, provocando que me estremeciera.

— Te extrañé mucho — Siseo sin dejar de besarme.

Subí mis manos entrando mis dedos entre sus rizos, dejando caricias, absteniéndome de dar la misma respuesta, porque si antes mi corazón se sentía alegre por volver a tenerlo, ahora se sentía de la peor manera por lo que acababa de hacer.

︵‿︵‿୨♡୧‿︵‿︵

  Abrí la puerta de mi departamento, sin perder el tiempo me dirigí hacia el baño y tomé una ducha rápida procurando no mojar mi cabello.

Iba una hora tarde, pero le avisé al señor Meyer esta mañana, por lo que tampoco tenía mucha prisa.

Rebusqué en mi armario un vestido azul celeste de mangas caídas y con vuelos al final de la falda, tenía una longitud hasta mis rodillas. Utilicé unas zapatillas un poco altas del mismo color.

Me vi en el espejo de cuerpo completo solo para cerciorarme de que mi desánimo no se reflejara tanto. El azul celeste es un color alegre, por lo que ayuda a disimular bien.