II.

80 10 2
                                    

Día 2: Promesa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Día 2: Promesa

...

Sus ojos oscuros captaron el monitor cercano asegurándose que todo el escenario se viera perfecto.

—Mueve esa planta, que quita visibilidad, ponla en las orillas— vio a un hombre correr y moverlo. — Si, ahí está bien.

Algunas personas corrían en los tres estantes colocados estratégicamente uno detrás del otro para dar el espacio necesario. Tenían todos los instrumentos necesarios en su sitio, en comparación a cómo sería de forma normal, dónde debían acercarse a tomar lo que necesitaban en un estante en común. Pero el evento ameritaba que contarán con todo lo necesario para evitar contratiempos y maximizar su concentración.

Toyomitsu giró para ver quién le hablaba, era uno de los hombres encargados de las cámaras.

—Tenemos un problema con la cámara cinco.

—¿Qué? Entramos en menos de media hora, ni puede fallar nada.

Siguió al hombre por el estudio hacia la zona de las cámaras, descubriendo como una no funcionaba ni daba imagen. Enfrascado en el estrés del tiempo gritó para traer a un técnico que pudiera arreglarlo. No podía permitirse ningún fallo, pero parecía que todo estaba saliendo mal.

Él era el productor en jefe de ese especial, por lo que un solo fallo involucraría un rotundo fracaso en su programa y considerando lo que había pasado, no estaba a discusión. Él había entrado como un simple ayudante en el estudio, alguien que podían desechar a la primera oportunidad, pero era lo único a lo cual pudo aspirar una vez que se decidió trabajar en el mundo del entretenimiento.

Inició limpiando pisos, luego de un año surgió un puesto detrás de cámaras, en el área de iluminación, luego fue el jefe de ese departamento y pronto entró al manejo de cámaras y el control en cabina de ellas. Fue hace tres años que logro entrar como asistente del productor en jefe, lo pusieron a prueba en varias ocasiones para dirigir algunos programas pequeños, claro bajo la supervisión de su jefe. Y es hasta hace un mes que inicio aquel proyecto que decidieron darle la prueba definitiva.

Era la primera vez que era el jefe, su oportunidad para que le abrieran otras puertas a ese trabajo. Y nada menos importante que la final del "The Graille showdown"

Un programa o mejor dicho un concurso no televisado dónde 100 chefs desconocidos concursaban para ver quién era el mejor. Esto en cada fin de semana descalificaban a varios hasta llegar a la gran final.

La iniciativa había empezado un año atrás siendo la primera emisión un total éxito. Está era la segunda emisión y tuvieron la idea de televisar la final con los tres finalistas, esto como prueba para que la siguiente emisión fuera televisada en totalidad.

Pero ¿Cuál era el premio de aquel concurso? La oportunidad de un empleo de uno de los mejores restaurantes de la ciudad, con una estrella Michelin, algo que cualquier chef novato quisiera. Por la oportunidad de aprendizaje y el honor de ingresar a un lugar tan prestigioso. Por ese gran premio es que no dejaban entrar a cualquier persona, por eso el concurso se encargaba de filtrar a los participantes que no tenían la inventiva o capacidad de seguir el ritmo y tener el talento para pertenecer a una de las cocinas tan importantes.

Sweetly / Tamajire week 2023Where stories live. Discover now