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Las vacaciones son como Jeno las quiere, en casa sin tener que viajar o ir con la abuela quien ya está mucho más vieja que antes. Se pasa casi todo el tiempo con Renjun, hasta que se harta y se va a casa para no ir a verlo en un dia, no es por enojo, es simplemente que el menor de vez en cuando lo ignora para estar con sus amigos, ninguno de los otros niños es como Jeno, todos son feos a su parecer y demasiado escandalosos, no entiende como le pueden agradar a Renjun.

Es una tarde en la que se cansa de ser ignorado, solo está sentado en el pórtico de la casa de Renjun esperando a que le preste atención, lo ve correr de un lado a otro jugando con un montón de muchachos, y eso le revuelve el estómago, porque todos ellos pueden disfrutar de Renjun mientras él tiene que esperar. Cuando el menor pasa corriendo justo frente de él aprovecha para tomarlo de un brazo y detenerlo, Renjun casi cae pero logra mantenerse en pie, mira a Jeno y este no tiene una sonrisa en el rostro. Antes de que Renjun pregunte qué es lo que ocurre uno de sus amigos se detiene y pasa su brazo por sus hombros. Ambos chicos frente a Jeno respiran agitados. 

—Tengo algo que decirle a Renjun —Dice con una mueca apartando el brazo sudoroso del niño, apenas lo toca y ya le ha revuelto el estómago, su mueca es bastante obvia por lo que los demás comienzan a llegar formando un pequeño círculo—. En privado —Los demás chicos no parecen entender porque se ponen a hablar al mismo tiempo, quejándose y alegando que cualquier cosa puede ser dicha entre ellos. Jeno toma las cosas con paciencia y se niega a soltar a Renjun quien no hace nada por detenerlos—. ¿Podemos hablar? —le pregunta directamente, pero de nuevo todos hablar al mismo tiempo y Jeno hace otra mueca. Suelta a Renjun aventando su brazo y se gira—. Olvídalo. —Dice molesto mientras se marcha.

No es que le moleste que Renjun se divierta con sus amigos, no le molesta que ellos sean los amigos de Renjun, ni siquiera le molesta que no haya dicho nada cuando lo tenían rodeado, es solo que no soporta la idea de ser ignorado, de que Renjun prefiera a esos chicos antes que él, asi que se va con una mueca y sin esperar a nadie, no quiere escuchar más bullicio y tampoco quiere verlos, le molesta que no hayan entendido que lo único que quería era tener a Renjun, aunque despues de tanto tiempo tratando de dejárselo en claro es el colmo que no lo comprendan. Pero de lejos, lo que le causa más malestar es que Renjun no haya hecho nada por él, que no haya alejado a sus amigos ni acceder a alejarse un poco, piensa que si será despreciado por la única razón por la que soporta ese lugar no tiene caso, prefiere ir a su casa y recostarse o leer, prefiere ver televisión que ser rodeado por un montón de chicos tontos.

Escucha pasos acercarse cuando ya se ha alejado del lugar, gira encontrándose con Renjun, porque claro que no hablaría con él estando todos sus amigos alrededor, Jeno no era tan importante despues de todo.

—¿Qué te ocurre? —pregunta Renjun deteniéndose metros antes de llegar a Jeno.

—Oh ¿te importa? Pensaba que tus amigos eran los únicos en los que pensabas —Responde y Renjun hace una mueca. Respira hondo y se cruza de brazos—. ¿Por qué no vas con ellos? Parece que no te vienen siguiendo.

—Déjalos en paz, Jeno, son mis amigos.

—Lo se, pero eso no cambia el hecho de que actúan como perros... Yo también soy tu amigo y no me defendiste frente a ellos.

—Estas actuando como una chica.

Jeno se ofende y trata de debatirlo, pero reconoce que lo hace, actúa como esas chicas de novelas y películas, está molesto por lo que solo se queda callado y piensa en como desviar la atención porque se siente avergonzado.

—Si tanto te molesta mi actitud entonces solo ignórame como lo has estado haciendo todo el día.

—No te ignoro.

—Lo haces. Vengo todos los días solo para estar contigo y prefieres... —Corta la frase porque piensa que no llegara a su punto—. Paso mis vacaciones yendo y viniendo solo para verte.

—Nadie te lo ha pedido.

Jeno no responde, abre ambos ojos con asombro y tuerce la boca, no esperaba (o quizás si) que aquella frase le fuera dicha. Renjun suspira pero ya es tarde, lo que ha dicho ya no se ira de la cabeza de Jeno, lo tendrá presente en cada segundo.

—Entonces nadie me puede pedir que vuelva a venir.

Es lo último que dice para darse la vuelta e irse, Renjun está a punto de seguirlo pero Jeno deja en claro que no quiere eso. Está molesto y se promete a si mismo que no regresara solo para que Renjun sea desagradecido, no volverá para que lo ignoren y después le echen en cara que nadie lo obliga a ir, así que prefiere simplemente pasar sus vacaciones en casa o con sus amigos, a los que no ha visto en un rato por estar en casa de Renjun.

𝐋𝐈𝐅𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄 𖤐 Noren  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora