[❄︎] Capitulo Veintidós:Elsa [❄︎]

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[❄︎] Capitulo Veintidós
Elsa [❄︎]

Elsa no tenía ni idea de cuánto tiempo había pasado desde que
había dejado el valle atrás y se había puesto en camino de
vuelta a la Montaña del Norte. Si no podía estar con Anna, el
tiempo ya carecía de importancia. Las palabras de Gran Pabbie
se reproducían en bucle en su cabeza. «Sé paciente.» ¡Ya había
sido más que paciente! Se había pasado los últimos tres años
llorando la pérdida de sus padres —a quienes Anna
posiblemente ni siquiera recordaría— y llevaba desde su niñez
sin hermana. ¿No habían perdido ya suficiente las dos?
¿Cuándo se rompería esa maldición? Ella ya recordaba a
Anna. Necesitaba a Anna. ¿No era eso lo que había dicho Gran
Pabbie que era necesario para que la magia desapareciera?
¿Por qué no recordaba también Anna su pasado?
¿Y si Anna nunca llegaba a recordarlo?
Si Anna no recuperaba sus recuerdos, entonces no quería
seguir luchando. Se quedaría en la cima de la montaña hasta
que se rompiera la maldición y, si no se llegaba a romper, se
quedaría allí para siempre. Su pueblo necesitaba a un líder
fuerte, no a una reina a quien la aflicción la superara. Estarían
mucho mejor sin ella.
El trineo de Elsa se detuvo a los pies de la escalera que
conducía a su palacio de hielo. Cuando se bajó de él, ya no
miró a su reino maravillada. Estaba perdida en su propia pena.
Quizá por eso no reparó en las huellas que había en la nieve
que se dirigían a las puertas de su palacio. Hasta que no estuvo
en su interior, no se percató de que no se encontraba sola.
Elsa dio un salto sobresaltada.

—¿Cómo me has encontrado?
—No es difícil si sabes dónde buscar. —Hans levantó las
manos para evitar que huyera—. He venido solo. —Estaba
vestido con un abrigo y guantes azul marino, y llevaba una
bufanda rodeándole el cuello. Una espada y un arco colgaban
de una vaina sujeta al cinturón. Las botas estaban cubiertas de
nieve y sus mejillas y nariz estaban rosadas. No podía ni
imaginarse el viaje que habría tenido hasta llegar a la cima de
la montaña.
—¿Cómo has…? —Su voz se fue apagando.
Hans dio un paso adelante.
—Cuando te marchaste de aquella manera, congelando el
fiordo a tu paso, sabía que querías desaparecer —dijo—. Así
que pensé: ¿cuál es el lugar más lejano al que Elsa podría ir
para escapar? Miré hacia arriba y la vi: la Montaña del Norte.
Quizá Hans la conociera mejor de lo que pensaba.
Los ojos de Hans se arrugaron en un gesto de preocupación.
—¿Te encuentras bien?
«No —quiso responder—. Tengo una hermana. Está viva.
Quiero encontrarla desesperadamente, pero una maldición nos
mantiene separadas.» Pero no lo hizo.
Hans miró a su alrededor con expresión maravillada.
—¿Has construido tú esto?
—Sí —contestó Elsa sintiéndose abrumada de nuevo por su
creación. Aquel no era el pequeño iglú que se había
imaginado. Poseía la arquitectura del castillo de su familia,
con detalles en forma de copos de nieve y diseños complejos
que cubrían cada pared y arco. Los pilares en tonos azulados
brillaban y resplandecían bañando de luz el palacio entero.

—Este lugar es increíble, así como tú —dijo Hans—. Todo
en ti parece de alguna manera diferente.
Elsa se sonrojó.
—Hans…
—¿Es tu pelo? Normalmente no sueles llevarlo suelto.
También me gusta tu vestido. Este lugar va totalmente contigo.
—Hans parpadeaba mirando hacia la estancia que había detrás
de ella—. ¿Estás aquí sola?
Elsa exhaló lentamente.
—Siempre estoy sola.
Hans se acercó aún más.
—No estás sola, Elsa. Yo estoy aquí para estar contigo.
Siempre lo he estado.
Elsa no estaba segura de si era su tono de voz o el hecho de
que hubiera viajado hasta tan lejos para encontrarla, pero algo
en su interior se abrió camino. Los ojos se le llenaron de
lágrimas.
—Siento haber desvelado mis poderes de la forma en la que
lo hice. No fue mi intención asustarte. Yo no quiero hacerle
daño a nadie.
—Lo sé. —Hans le cogió la mano.
—El duque me estaba presionando, la ceremonia de
coronación estaba a punto de comenzar y acababa de
enterarme… —Elsa se detuvo.
—¿Enterarte de qué? —la presionó Hans.
Elsa se retiró.
—De nada. —¿Cómo podría explicarle lo de Anna?

◇Frozen:Un giro inesperado◇ [Libro De:Jen Calonita]Where stories live. Discover now