Capitulo 6 ~ Una sabía elección

139 11 3
                                    

Tras lograr llegar a la guarida de las hembras me encierro con tristeza y humillación en un cuarto alejado, las horas continúan avanzando, la noche ya ha caído sobre el territorio del rey, a pesar de la espera mi celo no cesa, escucho pisadas contundentes a lo lejos, Bakugo se adentra a mi cuarto con un aura de superioridad.

Bakugo: ¿Sigues con ese problema? Controla tu maldito celo, el olor llega hasta la guarida, encuentra una solución o vete, pero no te quedarás aquí causando problemas.

T.n: Lo lamento.

A pesar de haberme resguardo en la habitación nada parecía funcionar, el celo seguia ardiendo en mi interior, y con el la necesidad de un alfa crecía con cada segundo, ¿Cuándo se aliviará esta agonía?.

Bakugo: Necesitas encontrar a un alfa que pueda manejar tu patética situación, no hay otra solución, o lo calmas o deberás salir de mi guarida antes de manchar más mi territorio con tu debilidad.

Ya lo sabía, la única manera de controlar el celo sería recibiendo la escencia de un alfa, con mis ojos llorosos le digo al rey.

T.n: No quiero ser tomada por cualquier alfa mi señor.

Bakugo: Entonces elige con sabiduría si decides quedarte, demuestra que mereces estar aquí, de lo contrario, lárgate y busca a otro idiota que quiera lidiar contigo.

Levanté mi Cabeza con decisión y le mire directamente a los ojos.

T.n: Tomeme ustedes mi señor.

El rey alfa me observo con intensidad y evaluó mi desesperación con su fría mirada, su seño se frunció y finalmente respondió con un tono dominante.

Bakugo: Demuestra que eres digna de mi atención.

Me Ordeno mientras se acercaba lentamente, lentamente me le acerqué y me arrodille frente a el.

T.n: Mi señor le prometo que le sere útil, cumpliré con todas sus órdenes pero por favor ayúdeme.

Le suplique, a lo que obtuve un destello de interés en su mirada.

Bakugo: Mantén tu promesa Omega, hoy te tomaré como mía, pero bajo mis condiciones.

Una sonrisa de satisfacción se formó en mis labios.

T.n: Yo ya le pertenezco mi señor, mi vida le pertenece ahora por favor tome también mi cuerpo.

Bakugo paso lentamente su mano por mi nuca, el sentir de su tacto en mi piel me hizo estremecer.

Bakugo: Has elegido sabiamente, ahora más te vale cumplir con tus promesas.

Sin delicadeza me sostiene de la muñeca, el rey se despoja de su capa y la tiende sobre el lecho dónde antes me encontraba recostada formando así un pequeño nido en el cual ambos nos recostamos.

El comienza salvajemente rasgando mis ropajes exponiendo así mi piel, mientras que yo utilizo mis ambas manos para tratar de callar cada uno de los sonidos que escapan de mi boca tras cada uno de sus actos.

Bakugo: No necesitas ocultar esos sonidos, haz lo que quieras, no me importa tu ruido, ahora, prepárate para servirme.

T.n: Pero, mis jadeos son repugnantes mi señor.

El alfa sonrío con arrogancia, ignorando mis quejas.

Bakugo: Repugnantes o no, servirme es tu destino.

Acto seguido procedió a separar mis piernas para posicionarse entre ellas, reclino su cuerpo acercando su boca a mi cuello, procediendo a lamerlo.

T.n: Ah... Ah....

Liberaba fuertes gemidos, las sensaciones que me provoca el rey me hacen perder la cordura.

Bakugo: No puedes resistirte, serás mía por completo, adelante gime todo lo que quieras, mi hembra sumisa.

El Rey Alfa y Su Presa OmegaWhere stories live. Discover now