Enfadada con el mundo

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Capítulo 3: Parte V

Camila, 12 de octubre, México

-Yo la llevaré a su habitación, Belle.

Fue instintivo, nada más acabar la reunión la cubana se había levantado de su asiento y se había interpuesto entre la rubia y Lauren.

No dio tiempo a nadie para responder, porque Camila ya se había adueñado de la silla de ruedas y la artista no pudo hacer más que respirar con fuerza. Ambas habían estado aplazando aquella conversación y la doctora entendía que eran demasiadas cosas las que tenía que asimilar en tan solo unos días, pero se moría por tener a Lauren de vuelta... a su Lauren.

La necesitaba ante todo presente en lo que estaba ocurriendo, en lo que les estaba ocurriendo a las dos.

En silencio y dejando que el ritmo acelerado de sus pasos fuera a menos, Camila pensó en cómo iniciar la conversación:

Hola, ¿qué tal? ¿has asimilado ya que vamos a ser madres?

Quizás era demasiado directo.

Una vez habían salido del complejo de edificio y se dirigían a la playa, Camila cada vez tenía menos fuerza para empujar la silla por culpa de la arena que había por el camino.

Y finalmente se detuvo.

Quizás también eran sus ganas de tener ya aquella maldita conversación:

-Camz...

Aunque fue Lauren la que dio el primer paso entre ellas.

-¿Estás enfadada conmigo?

Y a pesar de no ser la mejor forma, Camila expresó uno de sus mayores miedos en aquel momento.

La artista se tensó en la silla y como pudo se giró para mirarla a los ojos; Camila entendió la situación y se puso de cara a ella, cogiéndola de las manos. Necesitaba que sintiera que estaba con ella, que no iba a desaparecer más; por primera vez en mucho tiempo necesitaba conectar de verdad con Lauren.

-No. Estoy enfadada con el mundo y conmigo, no contigo-dijo en un susurro Lauren.

-¿Contigo...?

-Nadie puede entender mi cabeza ahora, ni siquiera yo misma; se siente extraño, como si algunos pensamientos no fueran míos; como si de repente me hubiera olvidado de partes de mi vida, pero es que simplemente no he vivido. Estábamos en Brasil y un minuto después estoy en una cama de este -casi- hospital, sin poder moverme, sin poder ser yo y contigo embarazada. De mi. Son muchas cosas que procesar que yo no... no he podido vivir ni decidir. Ni pensar. Sé que te quiero, cómo se que te he querido siempre... pero no sé... No sé hacer más.

Camila asintió con la cabeza mirando hacia el horizonte, era cierto que no podía imaginarse cómo era estar dentro de la mente dañada de Lauren, pero quería poder apoyarla. Durante unos segundos miró hacia aquel paisaje paradisíaco y hermoso, que quizás en otro momento sería ideal..., pero no en aquel momento. La latina se relamió los labios y le acarició con su pulgar la piel de sus nudillos, hasta que después de pensar un poco sus siguientes palabras se intentó arrodillar delante de ella, pero Lauren se lo impidió:

-No, no. El bebé...

Con un gesto, Camila se dejó hacer y, sin saber muy bien cómo, acabó sentada en las rodillas de Lauren.

-No creo que esta sea la mejor posición para ti, Lern.

Sin embargo, se dejó hacer y acabó sentada de lado en las rodillas de la paciente; Camila se mantuvo en el sitio sintiendo como la joven de ojos verdes apoyada en ella respiraba con tranquilidad. Se dejó hacer porque había echado de menos tenerla cerca, sentirla contra su cuerpo y... la había echado tanto de menos que aún le dolía el recuerdo de haberla perdido aquellos meses.

No podían perder más el tiempo. Camila no podía perderla de nuevo.

Los minutos pasaron en aquella misma posición, al menos, hasta que Lauren rompió el silencio, aunque no su posición:

-¿Cómo te enteraste tú?

Y con un solo movimiento, la mano de Lauren fue a su vientre de embarazada.

Camila entendió perfectamente la pregunta.

-Con la falta de provisiones, hicimos una donación de sangre colectiva...-explicó lentitud y con la voz baja, casi sin querer romper la burbuja de tranquilidad que les rodeaba, casi como si no hubiera nada malo en aquel mundo-. Hará casi dos meses. Al hacerme el análisis salió en los resultados; te imaginarás, hubo un caos colectivo. Ni siquiera me acordaba de cuando fue la última vez que tuve la regla...

-Imagino que fue duro.

Aquella fue la respuesta de Lauren y Camila lo digirió durante unos segundos.

-No dormí durante días-se sinceró a la vez que ella misma asimilaba sus propias palabras-. Y me negaba a ir a los chequeos... no quería ir sin ti.

Lauren seguía acariciándola con todo el cuidado del mundo y todo lo que le permitía su movilidad.

-¿Está todo bien? ¿El bebé...?

-Es una niña, Lauren.

-Oh... Oh.

Con tantas pruebas que le habían hecho, había sido una de las primeras cosas que habían sabido del bebé.

-Y está bien, de hecho, mañana tenemos... tengo un chequeo. Una ecografía; la de las 20 semanas. Es en la que...

Camila estuvo tentada a decir que era una de las más importantes, porque iban a comprobar todos sus huesos y que todo se estuviera formando correctamente, sin embargo, Lauren no le dejó terminar la frase.

-Quiero ir.

No hubo duda ni reparo en Lauren en su respuesta; ni tampoco en las lágrimas de felicidad de Camila.

Quizás, por primera vez, volver a ellas no iba a ser difícil. 

Feel Again V: Impossible (CAMREN)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon